Presentación / 08/07/2019

Jorge Riechmann: “Las élites han decidido ya el exterminio de la mayor parte de la humanidad”


Jorge Riechmann presentó en la sala José Saramago su último libro, Grafitis para neandertales, un “libro híbrido”, según dijo el propio autor, y un libro “coral” porque recoge muchas voces distintas “y algunas son del tapiz manriqueño”. Aseguró que por sus páginas pasan el propio César Manrique, Fernando Gómez Aguilera, y José Saramago. Señaló que, aunque durante el proceso de escritura no podía prever que haría la primera presentación en la Fundación César Manrique, “quizás no sea tan casual y arbitrario”.

El libro es híbrido porque reúne poemas y reflexiones, algunas de ellas nacidas como tuits, como “microrreflexiones aforísticas”. Esas piezas están dentro de un género amplio que se ha llamado “poesía para los que no leen poesía”, que puede remontarse a la antipoesía de Nicanor Parra y que nace para llegar a un público más amplio “porque no es tan extenso ese grupo de personas que no pueden vivir sin la poesía”. La voz que narra el libro es la de Ñor, una especie de monje taoísta que, según el autor, no llega a ser un heterónimo porque no están tan distanciados.

Grafitis para neandertales también es un libro “seco”, principalmente porque trata “asuntos tremendos”, pero no contrapone la razón, a la emoción o la intuición. Incluye, eso sí, una sección tan atípica para un libro de poesía como una sección de notas y tiene, además, cierta vocación didáctica.

La mayor parte de la presentación consistió en la lectura de fragmentos del libro, de esos asuntos tremendos de los que habló el autor, que partió en su lectura de la imagen de la casa ardiendo, de actualidad ahora por la activista Greta Thunberg pero que «se trata de una imagen clásica del budismo». En sus poemas, Riechmann habló de la crisis ecosocial, de organizar la movilización del pesimismo, de dar una posibilidad a la contemplación frente a la acción, de aprender a morir, de la vulnerabilidad del ser humano, del capitalismo como máquina del fin del mundo, de los derechos humanos, la thanatopolítica, Gaia y Thanatia, la ética, el desarrollo, el turismo sostenible como oxímoron, el antropoceno, el homo sapiens

En el turno de preguntas, Riechmann dijo que, más que un arma, la poesía puede ser un camino, un conjunto de caminos “que serán fértiles si conseguimos abrir los ojos a esas dimensiones de la realidad ante las que permanecemos ciegos”. Y no solo se refirió a la poesía como artefacto verbal, sino a la poesía expandida, la que está en las situaciones, en las cosas o en los paisajes. “No valdrá para salir del atolladero, pero sí para vivir más dignamente”. Terminó hablando sobre la responsabilidad por el antropoceno, reconociendo la importancia de las responsabilidades diferenciadas pero también admitiendo un “problema antropológico de desequilibrio constitutivo”, y finalizó afirmando que “las élites han decidido ya el exterminio de la mayor parte de la humanidad”.

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