Festival de Cine Medioambiental en la Sala José Saramago de la FCM en La Plazuela, Arrecife

Los próximos días 10 y 11 de junio, la Fundación César Manrique desplaza a Lanzarote una selección del XVII Festival Internacional de Cine Medioambiental de Canarias (FICMEC). Durante dos jornadas, en la sala José Saramago de la Fundación César Manrique (La Plazuela, Arrecife), se proyectarán dos largometrajes y una selección de cortometrajes (bajo el epígrafe “Petróleo y Fracking”), presentados previamente en la sede del Festival en Tenerife.

El FICMEC, dirigido por David Baute y desarrollado en Garachico, Tenerife, del 27 al 31 de mayo, con gran éxito de público, recoge el testigo del Festival de Cine Ecológico y de la Naturaleza de Canarias que se celebraba desde principios de los ochenta en el Puerto de la Cruz y que fue pionero en España en lo que respecta en su temática: el primer certamen cinematográfico del país centrado en la cuestión medioambiental. Se presenta como un espacio de reflexión sobre la inconmensurable aceleración de hechos y procesos vinculados a la naturaleza y su deterioro, a través del audiovisual y desde un lugar como Canarias.

La realización de esta actividad en Lanzarote, organizada por la Fundación César Manrique, es resultado de la colaboración entre la FCM y el FICMEC que se inició el pasado año con la proyección de dos películas, una documental (A la sombra de los volcanes, del realizador canario Pedro Felipe Acosta) y otra de ficción (Beasts of the southern wild, del director Benh Zeitlin), el 12 de junio de 2014. El director del Festival estará presente en las proyecciones e introducirá las películas.

Las películas programadas para su proyección en la sala José Saramago son:

 

Miércoles, 10 de junio, a las 19,30 horas, Corn Island, de George Ovashvili, Georgia. Largometraje de ficción que cuenta la historia de un anciano y su nieta en el río Enguri que forma la frontera entre Georgia y la República de Abjasia. Las tensiones entre los dos países no han disminuido desde la guerra de 1992-1993. Cada primavera, el río trae suelo fecundo desde el Cáucaso hasta las llanuras de Abjasia y noroeste de Georgia, creando pequeñas islas: pequeños grupos de tierra de nadie. Las islas son refugios para la vida silvestre, pero en ocasiones también para el hombre. Nuestra historia comienza cuando un viejo granjero de Abjasia pone el pie en una de las islas. El anciano se construye una cabaña para él y su nieta adolescente, él ara la tierra y juntos siembran maíz. El maíz madura y la nieta florece, el anciano se enfrenta al ciclo ineludible de la vida.

 

Jueves, 11 de junio, a las 18 horas, se proyectará una selección de cuatro cortometrajes internacionales que se estrenaron dentro de la sección FICMEC EN CORTO “Petróleo y Fracking”, que busca aquellos relatos personales sobre el medio ambiente, el paisaje y su relación con el hombre.

            A las 19,30 horas, Virunga, de Orlando von Einsiedel, Reino Unido. El documental trata de un grupo de personas valientes que arriesgan sus vidas para salvar a los últimos gorilas de montaña del mundo, en medio de una nueva guerra civil y una lucha por lo recursos naturales del Congo.

(La programación detallada puede consultarse en el documento PDF adjunto)

Los próximos días 10 y 11 de junio, la Fundación César Manrique desplaza a Lanzarote una selección del XVII Festival Internacional de Cine Medioambiental de Canarias (FICMEC). Durante dos jornadas, en la sala José Saramago de la Fundación César Manrique (La Plazuela, Arrecife), se proyectarán dos largometrajes y una selección de cortometrajes (bajo el epígrafe “Petróleo y Fracking”), presentados previamente en la sede del Festival en Tenerife.

El FICMEC, dirigido por David Baute y desarrollado en Garachico, Tenerife, del 27 al 31 de mayo, con gran éxito de público, recoge el testigo del Festival de Cine Ecológico y de la Naturaleza de Canarias que se celebraba desde principios de los ochenta en el Puerto de la Cruz y que fue pionero en España en lo que respecta en su temática: el primer certamen cinematográfico del país centrado en la cuestión medioambiental. Se presenta como un espacio de reflexión sobre la inconmensurable aceleración de hechos y procesos vinculados a la naturaleza y su deterioro, a través del audiovisual y desde un lugar como Canarias.

La realización de esta actividad en Lanzarote, organizada por la Fundación César Manrique, es resultado de la colaboración entre la FCM y el FICMEC que se inició el pasado año con la proyección de dos películas, una documental (A la sombra de los volcanes, del realizador canario Pedro Felipe Acosta) y otra de ficción (Beasts of the southern wild, del director Benh Zeitlin), el 12 de junio de 2014. El director del Festival estará presente en las proyecciones e introducirá las películas.

Las películas programadas para su proyección en la sala José Saramago son:

 

Miércoles, 10 de junio, a las 19,30 horas, Corn Island, de George Ovashvili, Georgia. Largometraje de ficción que cuenta la historia de un anciano y su nieta en el río Enguri que forma la frontera entre Georgia y la República de Abjasia. Las tensiones entre los dos países no han disminuido desde la guerra de 1992-1993. Cada primavera, el río trae suelo fecundo desde el Cáucaso hasta las llanuras de Abjasia y noroeste de Georgia, creando pequeñas islas: pequeños grupos de tierra de nadie. Las islas son refugios para la vida silvestre, pero en ocasiones también para el hombre. Nuestra historia comienza cuando un viejo granjero de Abjasia pone el pie en una de las islas. El anciano se construye una cabaña para él y su nieta adolescente, él ara la tierra y juntos siembran maíz. El maíz madura y la nieta florece, el anciano se enfrenta al ciclo ineludible de la vida.

 

Jueves, 11 de junio, a las 18 horas, se proyectará una selección de cuatro cortometrajes internacionales que se estrenaron dentro de la sección FICMEC EN CORTO “Petróleo y Fracking”, que busca aquellos relatos personales sobre el medio ambiente, el paisaje y su relación con el hombre.

            A las 19,30 horas, Virunga, de Orlando von Einsiedel, Reino Unido. El documental trata de un grupo de personas valientes que arriesgan sus vidas para salvar a los últimos gorilas de montaña del mundo, en medio de una nueva guerra civil y una lucha por lo recursos naturales del Congo.

(La programación detallada puede consultarse en el documento PDF adjunto)

Maestro de obra recibe el Premio al mejor cortometraje en el XVII Festival Internacional de Cine Medioambiental de Canarias

El cortometraje, dirigido por el cineasta tinerfeño Miguel G. Morales, que la FCM produjo en homenaje a Luis Morales Padrón, antiguo capataz del Cabildo de Lanzarote y uno de los más estrechos colaboradores de César Manrique, fue estrenado en la sede de la Fundación en diciembre de 2014. La película fue presentada a concurso a la XVII edición del Festival Internacional de Cine Medioambiental de Canarias, celebrado del 27 al 31 de mayo en Garachico, que recoge el testigo del Festival de Cine Ecológico y de la Naturaleza de Canarias que se organizó desde principios de los ochenta en el Puerto de la Cruz.

MAESTRO DE OBRA. Luis Morales: las otras manos de Manrique fue premiada por un jurado del que, entre otros, formaron parte Joaquín Araújo, Sonia Castañeda y José María Morales.

Luis Morales, nacido en Arrecife en 1932, comenzó a trabajar en el Ayuntamiento de Arrecife a la edad de 14 años, de la mano de su padre, Manuel Morales Martín, maestro Manuel, que por entonces era encargado de mantenimiento y obras municipales. A los 16 años contactó por primera vez con César Manrique, con motivo de la ejecución del plan de embellecimiento de la Plaza de Las Palmas, junto a la Iglesia de San Ginés, Arrecife, en la que el artista intervino. A partir de 1950, Luis Morales estará presente en las distintas colaboraciones de obra pública que Manrique mantuvo con el Ayuntamiento de la capital.

En 1960, ingresó en el Cabildo de Lanzarote como capataz general de vías y obras, llegando a dirigir a más de 300 trabajadores en las diversas tareas que acometió la institución insular durante los años en que se transformaron las infraestructuras y la economía de la isla, de cara a su adaptación e incorporación a la economía turística: galerías de Famara, pista del aeropuerto, reforma del hospital insular, ciudad deportiva, asfaltado de carreteras, caminos vecinales, etc. La colaboración de Luis Morales con César Manrique tuvo una continuidad más intensa y cercana en las diferentes intervenciones que el artista planteó en Lanzarote y que conforman los actuales Centros de Arte, Cultura y Turismo, así como en otros pequeños equipamientos que se implantaron en el territorio insular, como por ejemplo, el Mirador de Malpaso. De tal modo, que, con el paso del tiempo, Morales, siempre discreto y ceñido a su papel, llegó a convertirse en una referencia de confianza imprescindible para el artista en el campo de la obra pública paisajística, constituyéndose en su más fiel intérprete. 

MAESTRO DE OBRA tiene una duración de 30 minutos y se concibe como un homenaje a la persona que supo traducir y materializar las ideas de Manrique. En palabras del maestro de obras: “yo al principio no veía… y después ya vi”, refiriéndose a un proceso de aprendizaje y apertura a la percepción del paisaje insular surgido de la relación de trabajo con César Manrique, que añadió siempre a su liderazgo creativo una importante vertiente pedagógica en relación con la comprensión de los valores físicos y estéticos propios de Lanzarote. Además de Luis Morales y César Manrique, en el cortometraje también intervienen Santiago Hernández y Federico Padrón.

La proyección es un cortometraje documental, rodado en HD profesional, con material de los archivos de la FCM, de Memoria Digital de Lanzarote, de la Filmoteca Canaria, y del archivo personal de Mathias Allary. La fotografía y edición es responsabilidad de Jorge Rojas y el sonido de Fabián Yanes.

En MAESTRO DE OBRA, continuación de TARO. El eco de Manrique, se procura ahora construir un diálogo imaginario entre Luis Morales y César Manrique. En palabras del director Miguel G. Morales, “Luis Morales es un autodidacta que luchó por adquirir los conocimientos necesarios para llevar a cabo su trabajo, supo inventarse y dirigir los sueños en forma de obras que se le encomendaban, siempre sin miedo. Desde la primera intervención pública de Manrique en Arrecife hasta la construcción de su tumba, Luis fue siempre el hombre que estuvo allí".

El director de cine Miguel G. Morales tiene una trayectoria en la que ha trabajado con documentales biográficos sobre artistas y escritores ilustres vinculados a las islas (como Óscar Domínguez, Juan Ismael, Cristino de Vera, Pepe Dámaso o más recientemente Domingo Pérez Minik, José Saramago e Ignacio Aldecoa). Miguel G. Morales ha simultaneado su carrera entre el cine documental y la televisión y ha hecho incursiones en la videocreación. Muchas de sus obras han participado en festivales nacionales e internacionales (como Gran Canaria, La Palma, Cádiz, Italia o Colombia) y recibido premios y menciones especiales.

El cortometraje, dirigido por el cineasta tinerfeño Miguel G. Morales, que la FCM produjo en homenaje a Luis Morales Padrón, antiguo capataz del Cabildo de Lanzarote y uno de los más estrechos colaboradores de César Manrique, fue estrenado en la sede de la Fundación en diciembre de 2014. La película fue presentada a concurso a la XVII edición del Festival Internacional de Cine Medioambiental de Canarias, celebrado del 27 al 31 de mayo en Garachico, que recoge el testigo del Festival de Cine Ecológico y de la Naturaleza de Canarias que se organizó desde principios de los ochenta en el Puerto de la Cruz.

MAESTRO DE OBRA. Luis Morales: las otras manos de Manrique fue premiada por un jurado del que, entre otros, formaron parte Joaquín Araújo, Sonia Castañeda y José María Morales.

Luis Morales, nacido en Arrecife en 1932, comenzó a trabajar en el Ayuntamiento de Arrecife a la edad de 14 años, de la mano de su padre, Manuel Morales Martín, maestro Manuel, que por entonces era encargado de mantenimiento y obras municipales. A los 16 años contactó por primera vez con César Manrique, con motivo de la ejecución del plan de embellecimiento de la Plaza de Las Palmas, junto a la Iglesia de San Ginés, Arrecife, en la que el artista intervino. A partir de 1950, Luis Morales estará presente en las distintas colaboraciones de obra pública que Manrique mantuvo con el Ayuntamiento de la capital.

En 1960, ingresó en el Cabildo de Lanzarote como capataz general de vías y obras, llegando a dirigir a más de 300 trabajadores en las diversas tareas que acometió la institución insular durante los años en que se transformaron las infraestructuras y la economía de la isla, de cara a su adaptación e incorporación a la economía turística: galerías de Famara, pista del aeropuerto, reforma del hospital insular, ciudad deportiva, asfaltado de carreteras, caminos vecinales, etc. La colaboración de Luis Morales con César Manrique tuvo una continuidad más intensa y cercana en las diferentes intervenciones que el artista planteó en Lanzarote y que conforman los actuales Centros de Arte, Cultura y Turismo, así como en otros pequeños equipamientos que se implantaron en el territorio insular, como por ejemplo, el Mirador de Malpaso. De tal modo, que, con el paso del tiempo, Morales, siempre discreto y ceñido a su papel, llegó a convertirse en una referencia de confianza imprescindible para el artista en el campo de la obra pública paisajística, constituyéndose en su más fiel intérprete. 

MAESTRO DE OBRA tiene una duración de 30 minutos y se concibe como un homenaje a la persona que supo traducir y materializar las ideas de Manrique. En palabras del maestro de obras: “yo al principio no veía… y después ya vi”, refiriéndose a un proceso de aprendizaje y apertura a la percepción del paisaje insular surgido de la relación de trabajo con César Manrique, que añadió siempre a su liderazgo creativo una importante vertiente pedagógica en relación con la comprensión de los valores físicos y estéticos propios de Lanzarote. Además de Luis Morales y César Manrique, en el cortometraje también intervienen Santiago Hernández y Federico Padrón.

La proyección es un cortometraje documental, rodado en HD profesional, con material de los archivos de la FCM, de Memoria Digital de Lanzarote, de la Filmoteca Canaria, y del archivo personal de Mathias Allary. La fotografía y edición es responsabilidad de Jorge Rojas y el sonido de Fabián Yanes.

En MAESTRO DE OBRA, continuación de TARO. El eco de Manrique, se procura ahora construir un diálogo imaginario entre Luis Morales y César Manrique. En palabras del director Miguel G. Morales, “Luis Morales es un autodidacta que luchó por adquirir los conocimientos necesarios para llevar a cabo su trabajo, supo inventarse y dirigir los sueños en forma de obras que se le encomendaban, siempre sin miedo. Desde la primera intervención pública de Manrique en Arrecife hasta la construcción de su tumba, Luis fue siempre el hombre que estuvo allí".

El director de cine Miguel G. Morales tiene una trayectoria en la que ha trabajado con documentales biográficos sobre artistas y escritores ilustres vinculados a las islas (como Óscar Domínguez, Juan Ismael, Cristino de Vera, Pepe Dámaso o más recientemente Domingo Pérez Minik, José Saramago e Ignacio Aldecoa). Miguel G. Morales ha simultaneado su carrera entre el cine documental y la televisión y ha hecho incursiones en la videocreación. Muchas de sus obras han participado en festivales nacionales e internacionales (como Gran Canaria, La Palma, Cádiz, Italia o Colombia) y recibido premios y menciones especiales.

Reedición del SEAT Ibiza pintado por César Manrique

Cicar, empresa del Grupo Cabrera Medina y líder del alquiler de coches en Canarias, reedita una iniciativa protagonizada por SEAT España en 1987, que consistió en encargar al artista César Manrique que pintara una serie limitada del SEAT Ibiza de aquel año, considerado uno de los automóviles más jóvenes y dinámicos del mercado por entonces.

Nada más hacerse cargo de la representación oficial de SEAT en Gran Canaria y en Lanzarote, el Grupo Cabrera Medina (Lanzarote) estudió la posibilidad de replicar el dibujo de César en los nuevos modelos del Ibiza. Tras un acuerdo con la Fundación César Manrique (FCM), propietaria de los derechos, ha sido posible aplicar y adaptar el diseño original al modelo actual de vehículo, reproduciéndose 96 unidades que Cicar incorporará a su flota de coches de alquiler en toda Canarias, y que han comenzado a circular por las carreteras de las Islas desde el día 30 de mayo.

El acto de presentación tuvo lugar el día 27 de mayo, a las 18.30 horas, en la Casa Museo César Manrique de Haría, Lanzarote y contó con la presencia de Mikel Palomera, director de SEAT España; José Juan Ramírez, presidente de la Fundación César Manrique; y Mamerto Cabrera, gerente de Cicar/Grupo Cabrera Medina – Orvecame.

Mikel Palomera destacó que “para SEAT es un orgullo reeditar un modelo tan exclusivo y especial como el Ibiza pintado por César Manrique en los años 80 gracias a Cicar y a la Fundación César Manrique. Hablar del Ibiza es hacerlo de nuestro modelo más popular y nos satisface enormemente que a partir de ahora pueda lucir esta edición limitada y única en las carreteras de las Islas”.

José Juan Ramírez, presidente de la Fundación César Manrique, declaró que “el legado de César Manrique está más vivo que nunca, y buena muestra de ello es la reedición del SEAT Ibiza que pintó en 1987. Queremos agradecer el trabajo y colaboración de Cicar y SEAT España, verdaderos artífices de la idea, que desde el primer momento mostraron su ilusión por llevar a cabo esta original iniciativa”.

Por su parte, Mamerto Cabrera, gerente de Cicar/Grupo Cabrera Medina – Orvecame, ha comentado: “El Grupo Cabrera Medina estudió la posibilidad de adaptar el dibujo de César Manrique en las nuevas versiones del Ibiza y hoy ya es una realidad. Con ello, además, ampliamos nuestra vinculación con el gran artista que fue César Manrique, ya que el logotipo de nuestro grupo también fue diseñado por Manrique. Sin duda, el Ibiza con el diseño de César será el centro de todas las miradas en Canarias”.

En el acto estuvieron presentes, además, representantes de las instituciones públicas canarias y locales, así como del mundo de la cultura, de las organizaciones empresariales y medios de comunicación. Al finalizar el mismo, Mamerto Cabrera entregó a la Fundación César Manrique una maqueta pintada del nuevo SEAT Ibiza que será expuesta en la Casa Museo del artista lanzaroteño en Haría.

Hace ahora casi 30 años, César Manrique plasmó su arte sobre un SEAT Ibiza (pintura sobre automóvil/art car) que se mostró en el Salón Internacional del Automóvil de Barcelona en 1987, y que fue bautizado con el apellido del artista: SEAT Ibiza-Manrique-del Sol.

Otra consecuencia de aquella iniciativa fue que, en septiembre de 1987, el Grupo Zeta entregó un SEAT Ibiza pintado por Manrique a las 9 personalidades más destacadas enotras tantas áreas de la vida social y económica del país, por elección de los lectores de las publicaciones del grupo. Los galardonados fueron, entre otros, el escritor Manuel Vázquez Montalbán, el oftalmólogo Joaquín Barraquer, el músico Miguel Ríos, el periodista Jesús Hermida, el tenista Emilio Sánchez Vicario y Cayetana Fitz-James Stuart, Duquesa de Alba.

El propio Manrique fue obsequiado con uno de los vehículos pintados por él, y que, tras ser restaurado, se exhibe desde 2013 en la Casa Museo César Manrique de Haría, de la Fundación César Manrique.

Cabrera Medina está vinculado a César Manrique a través del logotipo del Grupo, y, ahora, mediante el vehículo que pintó hace casi 30 años. Esta iniciativa ha sido posible con la inestimable colaboración de SEAT España y la Fundación César Manrique.

Estreno en la FCM del cortometraje MAESTRO DE OBRA. Luis Morales: las otras manos de Manrique

Estreno del cortometraje MAESTRO DE OBRA. Luis Morales: las otras manos de Manrique.

Homenaje de la FCM a Luis Morales Padrón, colaborador de César Manrique

El próximo miércoles, 10 de diciembre, a las 20,30 h, la Fundación César Manrique (FCM), en su sede de Taro de Tahíche, estrenará el cortometraje titulado MAESTRO DE OBRA. Luis Morales: las otras manos de Manrique. Con este documental, dirigido por Miguel G. Morales (responsable asimismo de la celebrada película TARO. El eco de Manrique) y producido por la FCM, esta institución inicia un ciclo de actos, que se celebrarán en 2014 y 2015, con los que rendirá homenaje a la trayectoria profesional de Luis Morales, capataz del Cabildo de Lanzarote y estrecho colaborador de César Manrique a lo largo de su vida. Además del cortometraje que se estrena el próximo miércoles, la FCM ha encargado un libro biográfico sobre Morales, que está elaborando el periodista Mario Alberto Perdomo. Asimismo, organizará en 2015 una mesa redonda dedicada a reflexionar sobre la aportación del antiguo trabajador del Cabildo al proyecto de modernización turística y paisajístico-cultural de Lanzarote, encauzado, a partir de los años sesenta, a través de la obra pública y la red de Centros Turísticos promovidos por el Cabildo e impulsados y liderados creativamente por César Manrique, en el contexto de un valioso equipo de colaboradores públicos y privados.

Luis Morales, nacido en Arrecife en 1932, comenzó a trabajar en el Ayuntamiento de Arrecife a la edad de 14 años, de la mano de su padre, Manuel Morales Martín, maestro Manuel, que por entonces era encargado de mantenimiento y obras municipales. A los 16 años contactó por primera vez con César Manrique, con motivo de la ejecución del plan de embellecimiento de la Plaza de Las Palmas, junto a la Iglesia de San Ginés, Arrecife, en la que el artista intervino. A partir de 1950, Luis Morales estará presente en las distintas colaboraciones de obra pública que Manrique mantuvo con el Ayuntamiento de la capital.

En 1960, ingresó en el Cabildo de Lanzarote como capataz general de vías y obras, llegando a dirigir a más de 300 trabajadores en las diversas tareas que acometió la institución insular durante los años en que se transformaron las infraestructuras y la economía de la isla, de cara a su adaptación e incorporación a la economía turística: galerías de Famara, pista del aeropuerto, reforma del hospital insular, ciudad deportiva, asfaltado de carreteras, caminos vecinales, etc. La colaboración de Luis Morales con César Manrique tuvo una continuidad más intensa y cercana en las diferentes intervenciones que el artista planteó en Lanzarote y que conforman los actuales Centros de Arte, Cultura y Turismo, así como en otros pequeños equipamientos que se implantaron en el territorio insular, como por ejemplo, el Mirador de Malpaso. De tal modo, que, con el paso del tiempo, Morales, siempre discreto y ceñido a su papel, llegó a convertirse en una referencia de confianza imprescindible para el artista en el campo de la obra pública paisajística, constituyéndose en su más fiel intérprete. 

MAESTRO DE OBRA tiene una duración de 30 minutos y se concibe como un homenaje a la persona que supo traducir y materializar las ideas de Manrique. En palabras del maestro de obras: “yo al principio no veía… y después ya vi”, refiriéndose a un proceso de aprendizaje y apertura a la percepción del paisaje insular surgido de la relación de trabajo con César Manrique, que añadió siempre a su liderazgo creativo una importante vertiente pedagógica en relación con la comprensión de los valores físicos y estéticos propios de Lanzarote. Además de Luis Morales y César Manrique, en el cortometraje también intervienen Santiago Hernández y Federico Padrón. La proyección es un cortometraje documental, rodado en HD profesional, con material de los archivos de la FCM, de Memoria Digital de Lanzarote, de la Filmoteca Canaria, y del archivo personal de Mathias Allary. La fotografía y edición es responsabilidad de Jorge Rojas y el sonido de Fabián Yanes.

En palabras del director Miguel G. Morales: “MAESTRO DE OBRA es una digna continuación de TARO. El eco de Manrique. Se procura ahora construir un diálogo imaginario en la actualidad entre Luis Morales y César Manrique. También quisimos que fuera una película más humana, más cercana a los trabajadores. Luis Morales es un autodidacta que luchó por adquirir los conocimientos necesarios para llevar a cabo su trabajo, supo inventarse y dirigir los sueños en forma de obras que se le encomendaban, siempre sin miedo. Desde la primera intervención pública de Manrique en Arrecife hasta la construcción de su tumba, Luis fue siempre el hombre que estuvo allí".

El director de cine Miguel G. Morales tiene una trayectoria en la que ha trabajado con documentales biográficos sobre artistas y escritores ilustres vinculados a las islas (como Óscar Domínguez, Juan Ismael, Cristino de Vera, Pepe Dámaso o más recientemente Domingo Pérez Minik, José Saramago, Ignacio Aldecoa y César Manrique). Miguel G. Morales ha simultaneado su carrera entre el cine documental y la televisión y ha hecho incursiones en la videocreación. En sus trabajos, ha realizado funciones como guionista, director, realizador, cámara, montador y productor ejecutivo. Muchas de sus obras han participado en festivales nacionales e internacionales (como Gran Canaria, La Palma, Cádiz, Italia o Colombia) y recibido premios y menciones especiales.

Estreno del cortometraje MAESTRO DE OBRA. Luis Morales: las otras manos de Manrique.

Homenaje de la FCM a Luis Morales Padrón, colaborador de César Manrique

El próximo miércoles, 10 de diciembre, a las 20,30 h, la Fundación César Manrique (FCM), en su sede de Taro de Tahíche, estrenará el cortometraje titulado MAESTRO DE OBRA. Luis Morales: las otras manos de Manrique. Con este documental, dirigido por Miguel G. Morales (responsable asimismo de la celebrada película TARO. El eco de Manrique) y producido por la FCM, esta institución inicia un ciclo de actos, que se celebrarán en 2014 y 2015, con los que rendirá homenaje a la trayectoria profesional de Luis Morales, capataz del Cabildo de Lanzarote y estrecho colaborador de César Manrique a lo largo de su vida. Además del cortometraje que se estrena el próximo miércoles, la FCM ha encargado un libro biográfico sobre Morales, que está elaborando el periodista Mario Alberto Perdomo. Asimismo, organizará en 2015 una mesa redonda dedicada a reflexionar sobre la aportación del antiguo trabajador del Cabildo al proyecto de modernización turística y paisajístico-cultural de Lanzarote, encauzado, a partir de los años sesenta, a través de la obra pública y la red de Centros Turísticos promovidos por el Cabildo e impulsados y liderados creativamente por César Manrique, en el contexto de un valioso equipo de colaboradores públicos y privados.

Luis Morales, nacido en Arrecife en 1932, comenzó a trabajar en el Ayuntamiento de Arrecife a la edad de 14 años, de la mano de su padre, Manuel Morales Martín, maestro Manuel, que por entonces era encargado de mantenimiento y obras municipales. A los 16 años contactó por primera vez con César Manrique, con motivo de la ejecución del plan de embellecimiento de la Plaza de Las Palmas, junto a la Iglesia de San Ginés, Arrecife, en la que el artista intervino. A partir de 1950, Luis Morales estará presente en las distintas colaboraciones de obra pública que Manrique mantuvo con el Ayuntamiento de la capital.

En 1960, ingresó en el Cabildo de Lanzarote como capataz general de vías y obras, llegando a dirigir a más de 300 trabajadores en las diversas tareas que acometió la institución insular durante los años en que se transformaron las infraestructuras y la economía de la isla, de cara a su adaptación e incorporación a la economía turística: galerías de Famara, pista del aeropuerto, reforma del hospital insular, ciudad deportiva, asfaltado de carreteras, caminos vecinales, etc. La colaboración de Luis Morales con César Manrique tuvo una continuidad más intensa y cercana en las diferentes intervenciones que el artista planteó en Lanzarote y que conforman los actuales Centros de Arte, Cultura y Turismo, así como en otros pequeños equipamientos que se implantaron en el territorio insular, como por ejemplo, el Mirador de Malpaso. De tal modo, que, con el paso del tiempo, Morales, siempre discreto y ceñido a su papel, llegó a convertirse en una referencia de confianza imprescindible para el artista en el campo de la obra pública paisajística, constituyéndose en su más fiel intérprete. 

MAESTRO DE OBRA tiene una duración de 30 minutos y se concibe como un homenaje a la persona que supo traducir y materializar las ideas de Manrique. En palabras del maestro de obras: “yo al principio no veía… y después ya vi”, refiriéndose a un proceso de aprendizaje y apertura a la percepción del paisaje insular surgido de la relación de trabajo con César Manrique, que añadió siempre a su liderazgo creativo una importante vertiente pedagógica en relación con la comprensión de los valores físicos y estéticos propios de Lanzarote. Además de Luis Morales y César Manrique, en el cortometraje también intervienen Santiago Hernández y Federico Padrón. La proyección es un cortometraje documental, rodado en HD profesional, con material de los archivos de la FCM, de Memoria Digital de Lanzarote, de la Filmoteca Canaria, y del archivo personal de Mathias Allary. La fotografía y edición es responsabilidad de Jorge Rojas y el sonido de Fabián Yanes.

En palabras del director Miguel G. Morales: “MAESTRO DE OBRA es una digna continuación de TARO. El eco de Manrique. Se procura ahora construir un diálogo imaginario en la actualidad entre Luis Morales y César Manrique. También quisimos que fuera una película más humana, más cercana a los trabajadores. Luis Morales es un autodidacta que luchó por adquirir los conocimientos necesarios para llevar a cabo su trabajo, supo inventarse y dirigir los sueños en forma de obras que se le encomendaban, siempre sin miedo. Desde la primera intervención pública de Manrique en Arrecife hasta la construcción de su tumba, Luis fue siempre el hombre que estuvo allí".

El director de cine Miguel G. Morales tiene una trayectoria en la que ha trabajado con documentales biográficos sobre artistas y escritores ilustres vinculados a las islas (como Óscar Domínguez, Juan Ismael, Cristino de Vera, Pepe Dámaso o más recientemente Domingo Pérez Minik, José Saramago, Ignacio Aldecoa y César Manrique). Miguel G. Morales ha simultaneado su carrera entre el cine documental y la televisión y ha hecho incursiones en la videocreación. En sus trabajos, ha realizado funciones como guionista, director, realizador, cámara, montador y productor ejecutivo. Muchas de sus obras han participado en festivales nacionales e internacionales (como Gran Canaria, La Palma, Cádiz, Italia o Colombia) y recibido premios y menciones especiales.

La FCM organiza dos mesas redondas para conmemorar el 50º aniversario de Los Campesinos

La Fundación César Manrique (FCM) se suma a la conmemoración del 50º aniversario del grupo de música y danza tradicional de Lanzarote Los Campesinos. “Renovar desde la tradición” es la premisa para celebrar este 50º aniversario de la formación dirigida desde hace varias décadas por Miguel Ángel Corujo.

Con tal motivo la FCM organizará dos mesas redondas, abiertas al público, que se celebrarán en la Sala José Saramago de la FCM (La Plazuela, Arrecife) los días 1 y 2 de diciembre a las 20.30 h.

Para el lunes 1 de diciembre está prevista la mesa redonda titulada “Los Campesinos vistos desde Canarias”, en la que participarán Elfidio Alonso (director de Los Sabandeños), Zebensui López (gestor cultural y editor), Yeray Rodríguez (poeta y repentista) y Miguel Ángel Corujo (director de Los Campesinos), y será moderada por Benito Cabrera (solista de timple y folclorista).

Por su parte, el martes 2 de diciembre, la mesa redonda “Los Campesinos vistos desde Lanzarote”, moderada por Miguel Ángel Corujo, contará con la participación de Lalo Betancort (folclorista), Juan Brito (artesano y folclorista), Valentín Fernández (cantador), Fefo García (folclorista) y Félix Hormiga (escritor).

Después de medio siglo de relevante actividad, el grupo de música y danza tradicional de Lanzarote Los Campesinos, continúa con su trabajo de aunar tradición y contemporaneidad, mostrando que la cultura popular tiene un buen estado de salud. Desarrolla una intensa actividad ofreciendo espectáculos y recitales, en los que se ratifica como uno de los grandes referentes del folclore tradicional canario. Así mismo, la formación organiza desde hace 25 años el Festival Campesino, lugar de encuentro que fomenta el debate cultural entre grupos de música y danza popular y estudiosos del folclore.

Esta formación de música y baile, integrada por 35 componentes, con seis parejas que conforman el grupo de danza, ha contribuido notablemente a conservar y enriquecer el patrimonio cultural de la isla, situando el conjunto en un lugar destacado dentro del panorama de folclore nacional e internacional. Desde que el grupo grabó su primer disco en Madrid en 1977, su labor ha sido reconocida con numerosos premios y distinciones, entre ellas la Medalla de Oro de Canarias en el año 2003, y también con invitaciones a diversos festivales nacionales e internacionales, incluyendo su actuación en el Gran Teatro de La Habana.

La FCM se suma a los actos de conmemoración del cincuentenario de Los Campesinos para agradecer y reconocer su aportación a la conservación, investigación y difusión del acervo de la música y la danza tradicional de Lanzarote, una tarea abordada con rigor, sin dogmatismos y en permanente disposición de apertura para reinterpretar la cultura transmitida desde el diálogo contemporáneo.

La Fundación César Manrique (FCM) se suma a la conmemoración del 50º aniversario del grupo de música y danza tradicional de Lanzarote Los Campesinos. “Renovar desde la tradición” es la premisa para celebrar este 50º aniversario de la formación dirigida desde hace varias décadas por Miguel Ángel Corujo.

Con tal motivo la FCM organizará dos mesas redondas, abiertas al público, que se celebrarán en la Sala José Saramago de la FCM (La Plazuela, Arrecife) los días 1 y 2 de diciembre a las 20.30 h.

Para el lunes 1 de diciembre está prevista la mesa redonda titulada “Los Campesinos vistos desde Canarias”, en la que participarán Elfidio Alonso (director de Los Sabandeños), Zebensui López (gestor cultural y editor), Yeray Rodríguez (poeta y repentista) y Miguel Ángel Corujo (director de Los Campesinos), y será moderada por Benito Cabrera (solista de timple y folclorista).

Por su parte, el martes 2 de diciembre, la mesa redonda “Los Campesinos vistos desde Lanzarote”, moderada por Miguel Ángel Corujo, contará con la participación de Lalo Betancort (folclorista), Juan Brito (artesano y folclorista), Valentín Fernández (cantador), Fefo García (folclorista) y Félix Hormiga (escritor).

Después de medio siglo de relevante actividad, el grupo de música y danza tradicional de Lanzarote Los Campesinos, continúa con su trabajo de aunar tradición y contemporaneidad, mostrando que la cultura popular tiene un buen estado de salud. Desarrolla una intensa actividad ofreciendo espectáculos y recitales, en los que se ratifica como uno de los grandes referentes del folclore tradicional canario. Así mismo, la formación organiza desde hace 25 años el Festival Campesino, lugar de encuentro que fomenta el debate cultural entre grupos de música y danza popular y estudiosos del folclore.

Esta formación de música y baile, integrada por 35 componentes, con seis parejas que conforman el grupo de danza, ha contribuido notablemente a conservar y enriquecer el patrimonio cultural de la isla, situando el conjunto en un lugar destacado dentro del panorama de folclore nacional e internacional. Desde que el grupo grabó su primer disco en Madrid en 1977, su labor ha sido reconocida con numerosos premios y distinciones, entre ellas la Medalla de Oro de Canarias en el año 2003, y también con invitaciones a diversos festivales nacionales e internacionales, incluyendo su actuación en el Gran Teatro de La Habana.

La FCM se suma a los actos de conmemoración del cincuentenario de Los Campesinos para agradecer y reconocer su aportación a la conservación, investigación y difusión del acervo de la música y la danza tradicional de Lanzarote, una tarea abordada con rigor, sin dogmatismos y en permanente disposición de apertura para reinterpretar la cultura transmitida desde el diálogo contemporáneo.

Apoyo a Greenpeace de la Fundación César Manrique

La Fundación César Manrique (FCM) condena enérgicamente la desproporcionada actuación de efectivos de la Armada española contra activistas de Greenpeace en aguas canarias, frente a la plataforma petrolífera Rowan Renaissance. Los voluntarios del Artic Sunrise pretendían denunciar el comienzo inminente por parte de Repsol de las prospecciones en aguas profundas de las costas de Lanzarote y Fuerteventura apoyando el sentir de las instituciones y de amplios sectores de la población de las islas.

La Fundación César Manrique rechaza el uso de la violencia ejercido por el Gobierno de España a través de la Armada, poniendo en riesgo la vida de los activistas ambientales que intentaban protestar pacíficamente por los sondeos y defender los intereses ecológicos, económicos y sociales de Canarias, amenazados por Repsol.

Así mismo, la FCM agradece a la asociación ecologista Greenpeace su labor y su defensa de las aguas y el patrimonio medioambiental y socioeconómico de los ciudadanos de las islas Canarias, al tiempo que desea una pronta recuperación a Matilda Brunetti, la voluntaria de Greenpeace herida durante el grave incidente.

La Fundación César Manrique (FCM) condena enérgicamente la desproporcionada actuación de efectivos de la Armada española contra activistas de Greenpeace en aguas canarias, frente a la plataforma petrolífera Rowan Renaissance. Los voluntarios del Artic Sunrise pretendían denunciar el comienzo inminente por parte de Repsol de las prospecciones en aguas profundas de las costas de Lanzarote y Fuerteventura apoyando el sentir de las instituciones y de amplios sectores de la población de las islas.

La Fundación César Manrique rechaza el uso de la violencia ejercido por el Gobierno de España a través de la Armada, poniendo en riesgo la vida de los activistas ambientales que intentaban protestar pacíficamente por los sondeos y defender los intereses ecológicos, económicos y sociales de Canarias, amenazados por Repsol.

Así mismo, la FCM agradece a la asociación ecologista Greenpeace su labor y su defensa de las aguas y el patrimonio medioambiental y socioeconómico de los ciudadanos de las islas Canarias, al tiempo que desea una pronta recuperación a Matilda Brunetti, la voluntaria de Greenpeace herida durante el grave incidente.

Saramago cerró su trayectoria reafirmándose en sus convicciones. Las últimas palabras de su literatura son un sonoro Vete a la mierda

La presentación el día 30 de octubre de Alabardas, alabardas, espingardas, espingardas, el último libro de José Saramago, su novela póstuma, comenzó con unas palabras del autor fallecido en 2010, que se hizo presente en la sala a través de unas imágenes grabadas con ocasión de la presentación de su anterior obra, Caín, en Madrid. Saramago anunció entonces que había comenzado a escribir una nueva novela surgida de un interrogante concreto: “¿Por qué no hay huelgas en la industria del armamento?”

El periodista Jaime Puig situó el debate sobre el libro en una fecha: 15 de agosto de 2009, cuando el autor portugués escribió que quizás sería posible terminar una nueva novela. Pilar del Río contestó preguntándose en alto por qué tomó la iniciativa de escribir un nuevo libro cuando sabía que le estaban fallando las fuerzas. “Caín y Alabardas… son resúmenes de su obra y de dos elementos esenciales de ella: el poder y la responsabilidad individual”, dijo, y en las armas, de las que habla este libro, “es donde se manifiesta el poder en todo su esplendor”.

Fernando Gómez Aguilera, biógrafo del Nobel y director de la FCM, comenzó su intervención señalando que esta novela inconclusa es una obra “abordada con una fortaleza moral y literaria que asombran, con un extraordinario vigor ciudadano”. Destacó tres cuestiones clave de la obra. La primera, la existencia de un explícito soporte ético y cívico, una clara voluntad de intervención, resumida en una frase de Saramago pronunciada en el acto de presentación de Caín en Madrid (“yo no voy a desistir, la poca vida que me queda la usaré para ensanchar la acción pública en mi trabajo”). Los otros dos aspectos serían la reflexión crítica sobre el poder y la responsabilidad. “La novela se centra en eso”, según Gómez Aguilera, porque Saramago no hablaba de una huelga para conseguir mejores condiciones laborales, sino para sabotear la construcción de armamento. “Lo primero que se debe decir al poder es “no”, porque el poder debe estar vigilado”, reiteraba el autor portugués. “Esta interpelación  al lector justifica, por sí sola, que se haya publicado la novela —señaló el director de la FCM—”.

Sobre esa afirmación, Puig preguntó si había habido debate en torno a si se debía o no publicar, por ser póstuma y estar inconclusa. “No hubo debate —aseguró Del Río— porque los lectores tenían derecho a que se publicara”. La directora editorial de Alfaguara, Pilar Reyes, que relató que volvió a su casa, tras una primera reunión en Lanzarote, con los 22 folios escritos en portugués que formaban la novela, tampoco tuvo dudas, por tres razones: “porque ya era un libro que existía para José”, como reconoció él mismo, “porque eran páginas terminadas” y en ellas se puede leer al mejor Saramago y porque “hasta el último minuto, Saramago estuvo vivo como intelectual”. “Nunca he visto un autor que despertara tanta pasión entre sus lectores”, aseguró. Con esos folios, la editorial pensó en cómo “proteger el texto inacabado” y se eligió un texto de Gómez Aguilera “que es una conversación con la obra de José y abre el apetito para leer toda su obra”, otro texto, de Roberto Saviano, “que potencia la preocupación cívica de Saramago”, y finalmente las notas del autor sobre el libro y los dibujos de Günter Grass, que no son inéditos.

“La primera vez que leí el texto —dijo Gómez Aguilera— me parecieron unas páginas inconcebibles en un hombre que estaba enfermo y, sin embargo, conservó milagrosamente el sentido preciso y luminoso de la palabra hasta el último momento; son grandes páginas de Saramago”. De otros grandes escritores también se han publicado obras póstumas incompletas, explicó aludiendo a Kafka, Flaubert, Scott Fitzgerald o Stevenson. Para el director de la FCM, “poner estas páginas a disposición del lector es un acto democratizador de la lectura”, y añadió que, aunque el libro está incompleto en el desarrollo del asunto, está completo en su tema.

La novela la protagoniza Arturo Paz, trabajador en una fábrica de armas, “un tipo normal que no quiere pensar en el sentido último de su trabajo —según Del Río—, como muchos de nosotros, que sostenemos por complicidad o indiferencia, un sistema injusto para la Humanidad. Un antihéroe, un “pobre diablo”, como tantos personajes del autor portugués, que le permite hablar sobre la responsabilidad individual. Según Gómez Aguilera, “el tema central de la literatura de Saramago se sitúa en la pretensión de desentrañar las raíces del mal contemporáneo. Estaba obsesionado con el mal, con el error humano, pero no con el ‘gran mal’, sino con la capacidad que todos tenemos de convivir con la vileza sin hacernos demasiadas preguntas. Le interesaba la mediocridad, el mal, su cotidianeidad humana”.

Avanzando el debate, Pilar del Río puso sobre la mesa la idea de Saramago de que a la Declaración de los Derechos Humanos le faltaban al menos otros dos derechos: el derecho a la disidencia y el derecho a la herejía. Por otro lado, se reveló que el autor dejó escrita la última frase del libro, pronunciada por la ex esposa de Arturo Paz, y con destinatario desconocido: “Vete a la mierda”.

Gómez Aguilera destacó la importancia de esa decisión: “Saramago cerró conscientemente su trayectoria literaria con esa frase. Las últimas palabras de su literatura son vete a la mierda”. “Cerró su trayectoria reafirmándose en sus convicciones, diciendo no de forma inequívoca”. A su biógrafo le gusta pensar que, con independencia del sentido de esas palabras dentro de la obra, también se las estaba dirigiendo a la propia muerte, sabedor de que le iba a impedir concluir el libro. A su juicio, “un verdadero acto de insumisión final”, aunque Pilar del Río no compartió esa interpretación porque Saramago “tenía con la muerte una relación de naturalidad”.

La presentación finalizó tal como empezó: con las palabras del escritor, esta vez escritas, y leídas, por los tres ponentes. Tres fragmentos del libro: uno del texto, otro de sus notas y otro del ensayo de Gómez Aguilera, completados con otro más, extraído de una reflexión de Azorín sobre las guerras y el capitalismo.

La editora del libro, Pilar Reyes, quiso cerrar llevando la contraria al autor por su sencilla idea sobre la muerte (estar, y ya no estar), afirmando que “cada vez que un lector abre una página de Saramago, el autor está vivo”.

La presentación el día 30 de octubre de Alabardas, alabardas, espingardas, espingardas, el último libro de José Saramago, su novela póstuma, comenzó con unas palabras del autor fallecido en 2010, que se hizo presente en la sala a través de unas imágenes grabadas con ocasión de la presentación de su anterior obra, Caín, en Madrid. Saramago anunció entonces que había comenzado a escribir una nueva novela surgida de un interrogante concreto: “¿Por qué no hay huelgas en la industria del armamento?”

El periodista Jaime Puig situó el debate sobre el libro en una fecha: 15 de agosto de 2009, cuando el autor portugués escribió que quizás sería posible terminar una nueva novela. Pilar del Río contestó preguntándose en alto por qué tomó la iniciativa de escribir un nuevo libro cuando sabía que le estaban fallando las fuerzas. “Caín y Alabardas… son resúmenes de su obra y de dos elementos esenciales de ella: el poder y la responsabilidad individual”, dijo, y en las armas, de las que habla este libro, “es donde se manifiesta el poder en todo su esplendor”.

Fernando Gómez Aguilera, biógrafo del Nobel y director de la FCM, comenzó su intervención señalando que esta novela inconclusa es una obra “abordada con una fortaleza moral y literaria que asombran, con un extraordinario vigor ciudadano”. Destacó tres cuestiones clave de la obra. La primera, la existencia de un explícito soporte ético y cívico, una clara voluntad de intervención, resumida en una frase de Saramago pronunciada en el acto de presentación de Caín en Madrid (“yo no voy a desistir, la poca vida que me queda la usaré para ensanchar la acción pública en mi trabajo”). Los otros dos aspectos serían la reflexión crítica sobre el poder y la responsabilidad. “La novela se centra en eso”, según Gómez Aguilera, porque Saramago no hablaba de una huelga para conseguir mejores condiciones laborales, sino para sabotear la construcción de armamento. “Lo primero que se debe decir al poder es “no”, porque el poder debe estar vigilado”, reiteraba el autor portugués. “Esta interpelación  al lector justifica, por sí sola, que se haya publicado la novela —señaló el director de la FCM—”.

Sobre esa afirmación, Puig preguntó si había habido debate en torno a si se debía o no publicar, por ser póstuma y estar inconclusa. “No hubo debate —aseguró Del Río— porque los lectores tenían derecho a que se publicara”. La directora editorial de Alfaguara, Pilar Reyes, que relató que volvió a su casa, tras una primera reunión en Lanzarote, con los 22 folios escritos en portugués que formaban la novela, tampoco tuvo dudas, por tres razones: “porque ya era un libro que existía para José”, como reconoció él mismo, “porque eran páginas terminadas” y en ellas se puede leer al mejor Saramago y porque “hasta el último minuto, Saramago estuvo vivo como intelectual”. “Nunca he visto un autor que despertara tanta pasión entre sus lectores”, aseguró. Con esos folios, la editorial pensó en cómo “proteger el texto inacabado” y se eligió un texto de Gómez Aguilera “que es una conversación con la obra de José y abre el apetito para leer toda su obra”, otro texto, de Roberto Saviano, “que potencia la preocupación cívica de Saramago”, y finalmente las notas del autor sobre el libro y los dibujos de Günter Grass, que no son inéditos.

“La primera vez que leí el texto —dijo Gómez Aguilera— me parecieron unas páginas inconcebibles en un hombre que estaba enfermo y, sin embargo, conservó milagrosamente el sentido preciso y luminoso de la palabra hasta el último momento; son grandes páginas de Saramago”. De otros grandes escritores también se han publicado obras póstumas incompletas, explicó aludiendo a Kafka, Flaubert, Scott Fitzgerald o Stevenson. Para el director de la FCM, “poner estas páginas a disposición del lector es un acto democratizador de la lectura”, y añadió que, aunque el libro está incompleto en el desarrollo del asunto, está completo en su tema.

La novela la protagoniza Arturo Paz, trabajador en una fábrica de armas, “un tipo normal que no quiere pensar en el sentido último de su trabajo —según Del Río—, como muchos de nosotros, que sostenemos por complicidad o indiferencia, un sistema injusto para la Humanidad. Un antihéroe, un “pobre diablo”, como tantos personajes del autor portugués, que le permite hablar sobre la responsabilidad individual. Según Gómez Aguilera, “el tema central de la literatura de Saramago se sitúa en la pretensión de desentrañar las raíces del mal contemporáneo. Estaba obsesionado con el mal, con el error humano, pero no con el ‘gran mal’, sino con la capacidad que todos tenemos de convivir con la vileza sin hacernos demasiadas preguntas. Le interesaba la mediocridad, el mal, su cotidianeidad humana”.

Avanzando el debate, Pilar del Río puso sobre la mesa la idea de Saramago de que a la Declaración de los Derechos Humanos le faltaban al menos otros dos derechos: el derecho a la disidencia y el derecho a la herejía. Por otro lado, se reveló que el autor dejó escrita la última frase del libro, pronunciada por la ex esposa de Arturo Paz, y con destinatario desconocido: “Vete a la mierda”.

Gómez Aguilera destacó la importancia de esa decisión: “Saramago cerró conscientemente su trayectoria literaria con esa frase. Las últimas palabras de su literatura son vete a la mierda”. “Cerró su trayectoria reafirmándose en sus convicciones, diciendo no de forma inequívoca”. A su biógrafo le gusta pensar que, con independencia del sentido de esas palabras dentro de la obra, también se las estaba dirigiendo a la propia muerte, sabedor de que le iba a impedir concluir el libro. A su juicio, “un verdadero acto de insumisión final”, aunque Pilar del Río no compartió esa interpretación porque Saramago “tenía con la muerte una relación de naturalidad”.

La presentación finalizó tal como empezó: con las palabras del escritor, esta vez escritas, y leídas, por los tres ponentes. Tres fragmentos del libro: uno del texto, otro de sus notas y otro del ensayo de Gómez Aguilera, completados con otro más, extraído de una reflexión de Azorín sobre las guerras y el capitalismo.

La editora del libro, Pilar Reyes, quiso cerrar llevando la contraria al autor por su sencilla idea sobre la muerte (estar, y ya no estar), afirmando que “cada vez que un lector abre una página de Saramago, el autor está vivo”.

El espectáculo César Manrique. Rojo, negro, blanco se representa los días 7 y 8 de noviembre en la Sala José Saramago de la FCM

 LA FCM REPRODUCE UN ESPECTÁCULO SOBRE CÉSAR MANRIQUE PARA ESCOLARES, CREADO E INTERPRETADO POR CRISTINA TEMPRANO

 SE REPRESENTA ESTOS DÍAS EN LA SALA JOSÉ SARAMAGO Y EL VIERNES, A LAS 19h, Y EL SÁBADO, A LAS 11.30 h, SE OFRECERÁN DOS REPRESENTACIONES GRATUITAS ABIERTAS AL PÚBLICO 

El próximo viernes, 7 de noviembre a las 19h, y el sábado, día 8 de noviembre, a las 11,30 h, en la Sala José Saramago de la Fundación César Manrique (La Plazuela, Arrecife), tendrán lugar las representaciones del cuento “César Manrique. Rojo, negro, blanco”, abiertas al público familiar (está recomendado para niños y niñas mayores de 10 años) hasta completar aforo. Se trata de un espectáculo de narración con música de piano y clarinete, creado e interpretado por la narradora de historias Cristina Temprano, en cuya puesta en escena participa el músico Ayoze Rodríguez.

Siguiendo la trayectoria vital de un niño llamado César, nacido en Lanzarote y futuro gran artista, se construye un rico tejido visual mediante objetos encontrados en la orilla del mar, recursos narrativos diversos, juegos, sombras chinescas y música que sirven para despertar en los más pequeños la curiosidad por la creación, el amor por Lanzarote y el cultivo de la sensibilidad. 

Este espectáculo [que ahora se retoma (o que se representa nuevamente)] que fue encargado y producido por la Fundación César Manrique (FCM) en el marco del 20º aniversario del fallecimiento de su fundador, ya fue representado en el mes de mayo de 2013, e intenta acercar la población escolar de la isla al placer de la creación artística mediante una narración oral que sigue la pauta de la vida de César Manrique.

La actividad se desarrolla a través de un programa de representaciones, coordinado por el Departamento Pedagógico de la FCM, al que se ha invitado a distintos centros de enseñanza primaria y secundaria de Lanzarote. Se han concertado un total de 10 sesiones para escolares los días 4, 5, 11, 12 y 13 del presente mes de noviembre (dos actuaciones cada día en horario de mañana), de modo que más de 750 alumnos y 40 profesores disfrutarán de la teatralización sobre la vida y las creaciones del artista lanzaroteño.

La FCM apoya la manifestación del día 18

La Fundación César Manrique apoya la manifestación convocada para el día 18 de octubre contra las prospecciones petrolíferas en las costas canarias y hace un llamamiento a la población de las islas para que la secunde masivamente.

Una vez más, ante la inminencia de que Repsol comience a perforar en las costas de Lanzarote, Fuerteventura y La Graciosa, la Fundación César Manrique (FCM) manifiesta públicamente su oposición a las prospecciones petrolíferas por los riesgos que se derivan sobre el principal recurso económico de estas islas, el turismo, sobre su patrimonio natural, y sobre la seguridad en el abastecimiento de agua potable. Los riesgos, reconocidos por Repsol en su estudio de impacto ambiental, están asociados intrínsecamente a la actividad de las prospecciones que, desde el momento de su inicio, arrojarán efectos negativos sobre los fondos y la fauna marina del lugar, proyectando asimismo preocupación fundada sobre la incertidumbre de eventuales vertidos que podrían producirse desde que se perfore, algo que de ninguna manera debería suceder.

La manifestación del próximo 18 de octubre, respaldada por numerosos colectivos, administraciones públicas y ciudadanos de todas las Islas Canarias quiere expresar el rechazo de amplios sectores de la población de Canarias a la autorización del Ministerio de Industria, Energía y Turismo que encabeza José Manuel Soria para que Repsol inicie las prospecciones en las costas de Canarias. Asimismo, se rechaza el inicio de los trabajos de cata por parte de la compañía petrolera y, en general, la actuación insensible y displicente del gobierno de Mariano Rajoy con las Islas, cuyas decisiones en esta materia se confrontan con la voluntad del Gobierno de Canarias, el Parlamento regional, los cabildos de Lanzarote y Fuerteventura y numerosos ayuntamientos en representación de la voluntad de muchos de sus ciudadanos. El trato discriminador que el Gobierno central otorga a Canarias en materia de prospecciones, frente al que da a Baleares, Valencia y Málaga, con evidente irresponsabilidad institucional que menoscaba la cohesión del estado y genera malestar y desafecto, merece una amplia contestación en la calle por parte de los ciudadanos. 

La FCM hace un llamamiento a la sociedad para manifestar de nuevo su enérgica protesta y rechazo al proyecto de Repsol y del Gobierno del Estado movilizándose y acudiendo masivamente a la manifestación del sábado 18 de octubre a las 18 horas en la calle León y Castillo de Arrecife.

La FCM informa, asimismo, que, desde las 17.30 h a las 18.00 h, y hasta agotar existencias, distribuirá gratuitamente camisetas y pegatinas impresas con lemas contra las prospecciones y a favor de las energías renovables en un punto de reparto instalado frente a la Sala José Saramago, en La Plazuela.

La Fundación César Manrique apoya la manifestación convocada para el día 18 de octubre contra las prospecciones petrolíferas en las costas canarias y hace un llamamiento a la población de las islas para que la secunde masivamente.

Una vez más, ante la inminencia de que Repsol comience a perforar en las costas de Lanzarote, Fuerteventura y La Graciosa, la Fundación César Manrique (FCM) manifiesta públicamente su oposición a las prospecciones petrolíferas por los riesgos que se derivan sobre el principal recurso económico de estas islas, el turismo, sobre su patrimonio natural, y sobre la seguridad en el abastecimiento de agua potable. Los riesgos, reconocidos por Repsol en su estudio de impacto ambiental, están asociados intrínsecamente a la actividad de las prospecciones que, desde el momento de su inicio, arrojarán efectos negativos sobre los fondos y la fauna marina del lugar, proyectando asimismo preocupación fundada sobre la incertidumbre de eventuales vertidos que podrían producirse desde que se perfore, algo que de ninguna manera debería suceder.

La manifestación del próximo 18 de octubre, respaldada por numerosos colectivos, administraciones públicas y ciudadanos de todas las Islas Canarias quiere expresar el rechazo de amplios sectores de la población de Canarias a la autorización del Ministerio de Industria, Energía y Turismo que encabeza José Manuel Soria para que Repsol inicie las prospecciones en las costas de Canarias. Asimismo, se rechaza el inicio de los trabajos de cata por parte de la compañía petrolera y, en general, la actuación insensible y displicente del gobierno de Mariano Rajoy con las Islas, cuyas decisiones en esta materia se confrontan con la voluntad del Gobierno de Canarias, el Parlamento regional, los cabildos de Lanzarote y Fuerteventura y numerosos ayuntamientos en representación de la voluntad de muchos de sus ciudadanos. El trato discriminador que el Gobierno central otorga a Canarias en materia de prospecciones, frente al que da a Baleares, Valencia y Málaga, con evidente irresponsabilidad institucional que menoscaba la cohesión del estado y genera malestar y desafecto, merece una amplia contestación en la calle por parte de los ciudadanos. 

La FCM hace un llamamiento a la sociedad para manifestar de nuevo su enérgica protesta y rechazo al proyecto de Repsol y del Gobierno del Estado movilizándose y acudiendo masivamente a la manifestación del sábado 18 de octubre a las 18 horas en la calle León y Castillo de Arrecife.

La FCM informa, asimismo, que, desde las 17.30 h a las 18.00 h, y hasta agotar existencias, distribuirá gratuitamente camisetas y pegatinas impresas con lemas contra las prospecciones y a favor de las energías renovables en un punto de reparto instalado frente a la Sala José Saramago, en La Plazuela.