Saber de Isla (III): plásticos en el mar y esgrafiados en las paredes

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Alicia Herrera pertenece al Grupo de investigación en ecofisiología de organismos marinos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y el día 12 de diciembre ofreció la conferencia Evaluación de microplásticos y contaminantes químicos asociados en Lanzarote y las Islas Canarias. Es un problema global porque la producción de plástico se ha disparado en los últimos cincuenta años y de seguir así, en 2050 habrá en el mar más toneladas de basura que de peces. En el mar acaban cada año unos ocho millones de toneladas, que se acumulan principalmente en los cinco “giros oceánicos” [corrientes marinas rotativas: Atlántico Norte, Atlántico Sur, Océano Índico, Pacífico Norte y Pacífico Sur]. El plástico que vemos es solo “la punta del iceberg”.

Alicia Herrera

Los microplásticos son piezas menores de cinco milímetros. Pueden ser pellets (utilizados para la fabricación de objetos de plástico), pequeñas unidades, o fragmentos de otros más grandes. Los microplásticos retienen en su superficie contaminantes, que se bioacumulan (a lo largo de la vida de un organismo) y se biomagnifican (más cantidad cuanto más alto está en la cadena trófica). Sus efectos en los organismos vivos no están claros. Herrera trabajó en el Proyecto Microtrofic, que investigó dónde se acumulan, en qué periodos o sus efectos, a partir de muestras tomadas en tres playas: la del Ámbar en La Graciosa, Famara en Lanzarote y Las Canteras en Gran Canaria. En las tres encontraron niveles altos, aunque con diferencias localizadas. En la superficie del mar, el valor máximo lo encontraron, puntualmente, en La Graciosa aunque en Las Canteras los resultados son más constantes.

También analizaron el contenido gastrointestinal de 120 caballas compradas en las cofradías de las tres islas. El 78 por ciento de ellas tenían microplásticos, sobre todo fibras sintéticas, pero también pintura, redes o bolsas de plástico. Las fibras pueden llegar por los emisarios de aguas residuales. En Lanzarote hay 31 puntos que emiten a menos de diez kilómetros de la costa y están en situación irregular. Considera que hay que hacer estudios específicos sobre estos emisarios y prohibir verter aguas sin tratamiento. En cuanto a los contaminantes químicos asociados a los plásticos, han detectado 81 tipos de contaminantes diferentes, y aun así “es más importante la cantidad que el número”. Canarias sigue estando expuesta al DDT a pesar de que se prohibió su uso en 1978. También se detectan efectos negativos por el uso de cremas solares. La principal reflexión, y solución, es la necesidad de reducir el consumo.

La piel de la arquitectura

Manuel Perdomo cerró el curso con su ponencia La piel oculta de la arquitectura. Comenzó haciendo preguntas al aire: ¿Está todo dicho sobre la arquitectura insular? ¿Y si las cosas no son como creemos que son? “Nos hemos pasado la vida pensando que los edificios son de una manera y a lo mejor son de otra que nos puede sorprender”. Perdomo habló principalmente del esgrafiado, una técnica decorativa sobre la piedra, en la fachada, que se populariza en Europa en el siglo XVI pero que ya se utilizaba en España desde el siglo XII.

Manuel Perdomo

En las islas hay esgrafiado, que se centra sobre todo en reproducir falsos sillares en las esquinas de los edificios. En Lanzarote abundan pero no se han tenido en cuenta porque se pintó sobre ellos y se taparon. Se blanquearon las casas en el siglo XIX, probablemente porque el color evolucionaba mal. Había esgrafiados (y los hay bajo la pintura) en la Casa de la Cultura, en la Librería Lasso y en numerosas casas de Arrecife y de toda la Isla. “En Haría es muy importante, daría una gran sorpresa si limpiaran las fachadas y los dejaran ver”. También los hay en molinos, en la iglesia de San Bartolomé, en la de San Roque en Tinajo o en la parte posterior de la de San Ginés.

En Teguise, señaló Perdomo, “un día un alcalde decidió arrancar la piel a los edificios de la Villa” y dejar que se viera la piedra que estaba oculta en las esquinas; esquinas recubiertas con esgrafiados. Esas casas de La Villa de Teguise, según Perdomo, “están enfermas, se mueren por las esquinas”, por haber sacado al exterior la piedra. Considera que es un error de concepto mientras que el esgrafiado es un “elemento atractivo notable”. “Tenemos una historia que no nos merecemos”. Además, en Teguise está proliferando la carpintería en color negro cuando nunca ha sido negra. Sí verde o gris pero nunca negra. Respecto al color que había en las casas, hay gran variedad y cree que sería importantísimo recuperar ese cromatismo. El color se incorpora en el siglo XX. Antes, la Isla estaba llena de edificios bruñidos en blanco con esgrafiado en las esquinas.

Propuso el reto de elaborar un repertorio de esgrafiados de la Isla, quizá para empezar a leer Lanzarote en otra clave, y para ver los edificios como rehabilitación y no como restauración. “Procede hacer una revisión de la imagen de la arquitectura insular”. Terminó hablando de que la Ley de patrimonio debe de estar orientada a proteger, no a dar aprovechamiento urbanístico y la actual Ley no mejora a la anterior, de 1999. “Hay artículos hechos para los empresarios de la construcción”. “Los conjuntos históricos de Canarias corren peligro porque la Ley se perpetró con fines espurios y en la Villa se podrían hacer segundas y terceras plantas”, concluyó.

 

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Saber de Isla (II): La Graciosa, « El Guincho », especies vegetales y aves

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“La Graciosa, para mí, es una circunstancia”. Así empezó, el día 11 de diciembre, Ginés Díaz Pallarés la charla con los periodistas Saúl García y Soraya Morales en la segunda jornada del curso Saber de isla. Díaz vive desde hace años en Caleta del Sebo a pesar de que su única ley autoimpuesta decía que jamás viviría en un pueblo pequeño. “Es un misterio, una isla mágica, cómo ha escapado de planes urbanísticos terroríficos o de las primeras factorías de pesca…”. “Hasta para César fue un mundo extraño”. Díaz cree que los gracioseros son irreductibles. “Siento adoración por ellos y el resto del tiempo me estoy peleando con ellos”.

Considera que a La Graciosa habría que compararla con La Tiñosa, Playa Blanca o Corralejo, que se han transformado mucho más. Destacó el emporio pesquero “inaudito” que tenían, que se vino abajo y que fueron capaces de no venderse. Habló del mundo de los pescadores y de cómo ese mundo creó un ambiente de mujeres muy poderosas donde pasaban cosas extraordinarias. “Después no les quedó otra que reconvertirse al turismo y les jodieron la vida”.

Ginés Díaz, Soraya Morales y Saúl García

Se refirió a la masificación. Considera que los gracioseros están en un tránsito complicado y que un hecho fundamental fue la declaración de Parque Natural en 1986 y también la Reserva marina “porque aquello se lo estaban fulminando”. La Graciosa estuvo desertizada y la llegada de Parques Nacionales fue una buena noticia: “Yo estaba solo como vigilante y desbordado”.  Alegranza, por su parte, estaba rodeada de trasmallos y nasas y eso hoy no sucede. Relató que de nuevo, posteriormente, Alegranza se llenaba de gente y de descontrol y que “cayó del cielo” la sargento del SEPRONA [Gloria Moreno, que denunció las infracciones que se cometían]. “Si Gloria no aparee ahora ahí no queda nada, lo habían conquistado”.

Expresó que Coalición Canaria “se cepilló el Parque” pero que lo podía haber hecho en el Parlamento, no dejándolo caer por la puerta de atrás. Pero aparece “la magia”, porque Humboldt regresó a La Graciosa recientemente [se celebró el 220 aniversario del nacimiento del naturalista Alexander von Humboldt, que desembarcó en La Graciosa en 1799) y se encontró con César Manrique, se miraron a la cara y dijeron: “Estos se han pasado de rosca”, y, en breve, el partido Coalición Canaria desapareció del poder. “Que los nuevos lo tengan en cuenta”. “El nacionalismo canario tiene que desprenderse del empresariado ruin y seguir gestionando las cosas de la gente normal”, señaló. Cree que, en todo caso, La Graciosa debería pasar a ser Parque Rural (en lugar de Parque Natural, que es más restrictivo en cuanto a usos), porque la ley no permite llevar a cabo determinadas actividades y entonces se hacen de forma ilegal, y son actividades cotidianas. También habló de la necesidad de recuperar la vigilancia cuanto antes, o del proyecto frustrado del consejo de ciudadanía (en el que participó gran cantidad de los habitantes gracioseros) que “no se sabe dónde fue a parar”.

Ginés Díaz

Recordó el nacimiento de la Asociación Cultural y Ecologista El Guincho, en una reunión a la que convocaron en la Casa de la Cultura a “las personas mayores” como Leandro Perdomo, César Manrique, Agustín Pallarés o Agustín de la Hoz. “Les reunimos y les pedimos que nos avalaran la voz, no nuestro mensaje”. Les contestaron que lo hacían con una condición: “No hagan de esto un partido político”. “No que no fuéramos políticos”, puntualizó. “Les contamos lo que queríamos hacer aunque en El Guincho no lo teníamos del todo claro”. Contó que el gran éxito del colectivo fue que eran muchos y muy diferentes y nadie tenía la razón. Se quedó, eso sí, con la frustración de montar sucursales de El Guincho en Inglaterra o Alemania.

Especies vegetales

Paisajes vegetales en una isla volcánica. Retazos de un paisaje vegetal primigenio. Es el título de la conferencia de Alfredo Reyes, director de la Unidad de Botánica Aplicada del Instituto Canario de Investigación Agraria, que dijo que en Lanzarote hay siete microclimas distintos, mientras que en Tenerife hay 27, y explicó la vegetación asociada a cada uno de ellos.

Alfredo Reyes

En las playas de arenas, la vegetación, como el rábano marino o la higuerilla, se tiene que adaptar a un sustrato móvil, que en la isla sobrepasa la zona de costa y se adentra. El Jable, otro microclima, guarda una gran diversidad vegetal porque retiene muy bien la humedad y la salinidad es menor. Como especie endémica a resaltar está el cebollino. La costa de rocas es un sustrato más difícil de ser colonizado, se dan, por tanto especies de pequeño porte debido a la alta salinidad del suelo. En los saladares aparecen especies de manera “finícola” (las que viven al límite de su área de distribución), empobrecidas, como arbustos que pueden resistir el agua de mar  y también cierta sequía. En las zonas bajas y medianías hay tabaibales: “Si llueve menos de 150 litros por metro cuadrado no puede haber nada más grande que una tabaiba”. Solo queda el 6,5 por ciento del tabaibal potencial. También aparecen endemismos como la cuernúa. Se refirió a los palmerales, como el de Haría, cuyos ejemplares, genéticamente, provienen de Tenerife, no de Fuerteventura o de Gran Canaria, como se podría suponer en un principio. Por último, en las zonas altas hay una comunidad arbustiva (más que arbórea), como olivos o acebuches, de los que se conserva el uno por ciento potencial, mientras que en Fuerteventura, con solo doscientos metros más de altitud, es suficiente para que el mar de nubes en el macizo de Jandía permita una pequeña representación de laurisilva. En el otro noventa por ciento restante del territorio de la isla hay matorrales.

“Cuando una especie se deteriora es una oportunidad para las otras”. Así llegan las especies oportunistas, cuando la degradación es irreversible. “En Lanzarote se está lejos de reconocer un paisaje primigenio porque la colonización de la Isla lo modificó mucho (asentamientos, sobrepastoreo…)”. Hay muy poca vegetación original pero, aun así, hay unas 700 especies diferentes, casi tantas como en La Palma.

Las aves

En su ponencia, Las aves como indicador ecológico y herramienta de gestión, el biólogo Domingo Concepción comenzó explicando su trayectoria vital y profesional, que empezó contando aves con nueve años y aprendiendo de la observación de las palomas y también de su padre, que siendo agricultor comprobó que el uso de un plaguicida mató a un pájaro y por ese motivo dejó de usarlo. Concepción es profesor en la Escuela de Turismo y destacó que con el Plan Bolonia desapareció la asignatura “Medio natural de Canarias”.

Domingo Concepción

Apuesta por el saber local para entender los problemas globales. Ha llevado a cabo muchos trabajos de campo censando aves, hace años, y algunos los ha repetido recientemente o los va a repetir para comprobar los cambios. En la Isla se han visto unas 380 especies de aves diferentes, muchas de ellas emigrantes, y de ellas 48 se reproducen aquí. Dijo que hay que entender por qué vienen esas aves y que curiosamente todas las que vienen de África comienzan colonizando Lanzarote y no Fuerteventura. En Europa había 5.000 millones de aves, que emigraban y dejaron de hacerlo. No solo eso. Se están muriendo. En los últimos 25 años en Europa han desparecido unos 400 millones de aves, aunque otros datos indican que podrían ser casi 3.000 millones.

“No sabemos si es por el cambio climático”. Expuso la gran variedad de causas por las que puede descender el número de aves, unas locales y otras generales, como la pérdida o fragmentación de hábitats, la contaminación, los plaguicidas o la mortandad de insectos, entre otras muchas. En Lanzarote, de algunas especies hay un gran descenso, como el herrerillo, la curruca cabecinegra o el chorlitejo, mientras que el petrel está aumentando. Denunció la proliferación de gatos asilvestrados y de perros en zonas donde anidan algunas especies y se comen las crías. Terminó señalando que la escasez de vigilancia medioambiental es una vergüenza y que hay que llevar a cabo un sistema de monitorización permanente con muchos indicadores, tanto de suelos, vegetación, biodiversidad, atmósfera o aguas.

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Saber de Isla (I): cometas, asteroides, fiestas, tradiciones y películas

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El curso Saber de isla responde a un criterio de “territorialización”, a una voluntad de reconocer la investigación local y también de valorizar la ciencia, la cultura y a sus protagonistas “huyendo del estéril localismo y en la búsqueda de nuevas interpretaciones”. El director de la Fundación César Manrique, Fernando Gómez Aguilera, presentó este curso que pretende incorporar el saber y la investigación local a los actos del centenario, partiendo de la conciencia y la necesidad de construir un corpus de conocimientos científicos de la Isla sobre asuntos muy diversos. El título alude al nacimiento de Pronósticos en 1946, la publicación de Leandro Perdomo que, en aquel contexto de pobreza, en su editorial inicial tenía un deseo o aspiración que aún está vigente: el de crear una comunidad viva y operante de lectores no pasivos.

Fernando Gómez Aguilera

El abogado Agustín Domingo Acosta abrió el curso hablando de las leyes del universo, no de las jurídicas, con la conferencia Astronomía de cometas y asteroides desde un observatorio amateur en Lanzarote, en su condición de observador. Recordó que César también tenía en su casa un telescopio y que era un gran amante de la astronomía, que le encantaba el concepto del infinito y plasmó esa idea en su obra artística, entre ellas, la escultura “Monumento al Infinito”.

Acosta explicó cómo le sobrevino la afición por la astronomía. Su primera observación con telescopio fue de niño en el Castillo de San Gabriel. “El cielo es abrumador por la cantidad de estrellas que uno es capaz de ver”. Después empezó a entender cómo se mueve la bóveda celeste, a simple vista y, hace unos años, ya con un telescopio, comenzó a registrar lo que ve con la ayuda de cámaras de fotografía astronómica. Explicó su funcionamiento y cómo se introdujo primero en la fotografía planetaria y después en la del cielo profundo, que capta objetos que están muy lejos y por tanto requiere tiempos de exposición muy amplios. Contó su paso de ver a medir y de observar a investigar, integrando en el ordenador el telescopio y la cámara, gracias a un “planetario informático. Así entró en la observación de asteroides, en la que se estudia la fotometría, el brillo del objeto o las curvas de luz. “Lo que sabemos de las estrellas o las galaxias es por la luz que proyectan y logramos captar”.

Agustín Domingo Acosta

Hace dos años que estudia los “cometables”, es decir, los asteroides que se transforman en cometas. “Es un campo nuevo en el que entramos muchos astrónomos amateur”. También hay misiones espaciales que estudian asteroides cercanos con la idea de desviar su trayectoria. Explicó posteriormente el proceso de observación de un asteroide en un observatorio amateur. Cuenta para ello con un catálogo estelar, con la comparación de estrellas similares al sol, y analiza el periodo de rotación del asteroide y la curva de luz. “El hombre solo mira al cielo cuando hay un fenómeno extraño”. Los cometas son expulsados hacia el sistema solar interior “y es cuando nosotros los vemos”. El primero que vio Acosta fue en las navidades de 2014. Para hacer investigación hace falta dedicar largas sesiones y contar con un emplazamiento fijo que permita que el telescopio trabaje toda la noche. Uno de los objetivos es determinar su periodo de rotación. Para el cometable 6478 Gault hizo 178 observaciones en cuatro meses. Las imágenes, procesadas, las envió al profesor Ferrin, que coordina un equipo de observadores amateurs. Sus resultados fueron después confirmados por el observatorio astronómico de Aosta (Italia) y su tesis inicial también: su cola indicaba que había entrado en desintegración. Se publicó un paper con los datos obtenidos en la revista de la Royal Astronomical Society.

Costumbres y tradiciones

El cronista oficial de Teguise, Francisco Herrnández, habló de costumbres y tradiciones de Lanzarote. Refirió que la identidad cultural de la Isla es fruto del mestizaje y que su evolución “es fiel reflejo de nuestras creencias, es el amasijo de creencias y símbolos que heredamos y que transmitimos”. El punto de arranque de las fiestas populares está en la segunda llegada de los normandos, que trajeron instrumentos musicales. Después, las hambrunas y la falta de agua hicieron nacer otras, como romerías o peregrinaciones. Diferenció dos tipos de fiestas: oficiales, que organizaba el Cabildo general de Lanzarote, como la Purificación o el Miércoles de ceniza, y las populares. Tres de ellas eran juradas: la de las Nieves para pedir lluvia, San Agustín contra los volcanes y San Leandro contra la langosta. Se llegaron a hacer incluso exorcismos contra las plagas.

Francisco Hernández

Hernández señaló que a pesar de la llegada del turismo, los habitantes han continuado con las costumbres y tradiciones. “Es necesario conservar pero también rescatar esas tradiciones”. “La cultura popular se hereda, se potencia, se cambia o se olvida”. Señaló que Lanzarote es un referente en Canarias porque cuenta con tres de sus manifestaciones culturales más importantes, como los diabletes, los buches y los ranchos de pascua. “El folclore es el camino que nos une con el pasado y el sello con el futuro”. Los diabletes tienen su origen en las danzas de los mahos, pero mezcladas con los moriscos y africanos y adoptadas por el cristianismo para representar al mal. El rancho de pascua nace del rancho de ánimas, ya que en el Siglo XVIII los pobres pedían limosna puerta por puerta.

Detalló que en el “rico patrimonio etnográfico de Lanzarote” hay otras manifestaciones culturales, como el juego de la pelota, la cerámica de los novios de El Mojón, los timples de Simón Morales o las hilanderas. También los velorios (llamados así porque se colocaban velas), surgidos de la alta mortandad infantil. Durante nueve noches, las posteriores al nacimiento, se cantaba y bailaba para impedir la muerte y los peligros de la noche con el fin de garantizar la vida del recién nacido. La Iglesia los prohibió pero se continuaron celebrando. “Las costumbres y tradiciones son una responsabilidad para seguir estudiándolas y estar orgullosos de ellas”, finalizó.

El cine

La tercera conferencia de la primera jornada fue la de José Fernando Díaz sobre los paisajes fílmicos de Lanzarote. Se centró en cuatro películas: Hace un millón de años, También los enanos empezaron pequeños, Fata Morgana y Road to salina, todas ellas de los años sesenta. Hubo muchas más como Tirma, Habanera o Moby Dick. En aquella época había dos tipos de películas, las dirigidas al mercado exterior, como El Verdugo, Los Pirañas o La Boutique, y otras al mercado interior, muchas de ellas rodadas con grupos de música.

José Fernando Díaz

De Hace un millón de años explicó las escenas rodadas entre el Risco y el Charco de los Clicos y de las posturas de modelo de Raquel Welch y sus semejanzas con la pintura de Velázquez, Goya o Tiziano. A partir de esa película, Welch se convirtió en un “elemento de deseo”. Werner Herzog rodó También los enanos empezaron pequeños en blanco y negro y en un caserón en la localidad de Tegoyo. El blanco y negro subvierte el paisaje de La Geria y crea su propia Lanzarote, una isla como prisión. La película, que incluye canciones folclóricas, está en los aledaños del surrealismo porque no hay correspondencia entre la imagen y lo que se dice. En Fata Morgana, la anarquía narrativa de Herzog se eleva a la máxima potencia. Cada vez se hace más nihilista, más libertario, realiza un cine de poesía, experimental, con similitudes con Rayuela. De Road to salina, de 1969, explicó una secuencia donde una pareja se baña desnuda en las playas de Papagayo. Es cine clásico pero a la vez rompedor. Trataba sobre el incesto y su rodaje fue autorizado porque la película no se iba a estrenar en España.

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Hace falta mezclar subversión y ternura para afrontar el momento actual

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Cuarta jornada del curso Ante el Antropoceno. Cuando la humanidad desborda los límites biofísicos del Planeta.

La ceguera de un parpadeo. Ese es el periodo y la situación de los últimos 250 años de burbuja civilizatoria. Así lo calificó Emilio Santiago Muiño, antropólogo social, en la última jornada del curso. “El mundo se da entre límites pero se instaló la ilusión de que podíamos eliminarlos”. Los combustibles fósiles han expandido esos límites y las consecuencias son claras. En Europa, cada año, muere medio millón de personas de forma prematura por la contaminación y, precisamente, tras el Acuerdo de París han llegado los dos años con más emisiones de la historia. Se trata de un desastre antropológico.

Hay una relación inversamente proporcional entre los responsables y quienes sufren las consecuencias. Así que no queda otro remedio que reducir el tamaño de la economía aunque “no sepamos cómo llevar la necesidad del decrecimiento a la esfera política mientras la economía siga siendo sagrada y la ecología esté condenada al marketing verde”. En el momento actual, según Santiago, hay una ultraderecha afinada, que sabe de la escasez estructural, opta por un cerrojo nacional y “están dispuestos a matar para que se empobrezcan otros”. Él apuesta por una revolución que sea una especie de acupuntura, aplicada en varios puntos. En primer lugar, llegar a la ‘lujosa pobreza’, que significa asumir hábitos de vida más austeros, una idea distinta de felicidad que debe ser un cambio deseado. En segundo lugar, la victoria de la igualdad, porque cooperar es mejor que competir. El tercero, la tarea ecofeminista, desfeminizar los cuidados y darles la importancia que tienen, y el último, la abdicación del huérfano, abdicar de un poder, “nudo a nudo hasta volver a casa”. En resumen, “ser capaces de pensar en una noción de lo suficiente”, con dos derechos: el derecho a admirar la realidad y el derecho a declarar nuestras múltiples dependencias.

Emilio Santiago Muiño

Lolita Chávez tuvo que salir de Guatemala amenazada de muerte. Su pueblo pasó hace 500 años el colapso y desde entonces resiste “con dignidad y esperanza”. “Nuestra cosmogonía tiene vigencia aquí y ahora, no se preocupen los científicos, porque estamos a la vanguardia de la modernidad”, dijo. “No vine a buscar lástima ni solidaridad caritativa ni como turista ni como folclore, vengo con dignidad para denunciar y exigir justicia general”. Pidió que España se replantee su historia y sus acciones neoliberales en América y que se hable de responsabilidad “porque muchos de los privilegios que se disfrutan en España en la actualidad son por nuestra sangre, y eso la historia lo tiene que reconocer”. También reclamó que se asumiese la responsabilidad en el calentamiento global. Para Chávez, César Manrique habría dicho hoy ante la situación del mundo: “Mierda, ya lo dije”.

Lolita Chávez

Declaró que Centroamérica está sufriendo las secuelas de la falsa democracia, con la conversión de los estados en narcoestados y que los pueblos originarios, en Guatemala, no son minoría pero que el país está a la cabeza de los países más desiguales y más pobres. “Estamos cansadas de informes y queremos acciones concretas para que cambie”. Instó al público que se pusiera en su lugar, que es el de una mujer perseguida, atacada, hasta con seis intentos de asesinato, y torturada “hasta extremos perversos” y ahora acusada de múltiples delitos. Su lucha es contra los patriarcados, el de occidente y el de su pueblo: “Esto también genera persecución contra mí”. Habló de un “racismo profundo” y de que no quiere ser mártir. “Quiero vivir dignamente y tengo un profundo arraigo a mi comunidad”.

Uno de los proyectos a los que se opone ella y su comunidad es la Central Hidroeléctrica Renace, la más grande de Centroamérica, que lleva a cabo el Grupo ACS en el río Carchá. Para este proyecto no se consultó a la comunidad. “Aquí [en Occidente] lo venden como energía limpia y allí genera muerte y destrucción”, señaló, y se trata de un falso desarrollo porque hay que preguntarse para qué y para quién es esa energía. La central no surte de energía a las poblaciones, sino que se hace para suministrarla a las empresas mineras. Lolita Chávez también se opuso a un tendido eléctrico, “que decían que era estratégico”. Durante esa oposición murió el alcalde precisamente por el cable de alta tensión y llegaron a acusarla de ser bruja. Hubo desapariciones forzosas, activistas metidos en la cárcel y destrucción de ecosistemas. Afirmó que en España tienen miedo de denunciar a Florentino Pérez porque los jueces van al palco del Santiago Bernabeu. “Ese juego ya lo conocemos”. También habló de otros proyectos y de otras empresas, como el Grupo Cobra o la familia Gutiérrez Bosch; o como la reforestación, estimulada por subvenciones públicas, que supone un monocultivo forestal y se vende como una lucha contra el cambio climático; o como el de una empresa minera canadiense responsable de violaciones a mujeres. Frente a esto, citó que han logrado parar 32 licencias mineras en su pueblo y más de 300 en todo el país. “A pesar de todas las violencias estamos vivas y con dignidad”. Terminó solicitando a las empresas transnacionales que abandonen Guatemala.

Yayo Herrero

Yayo Herrero, antropóloga, ingeniera y activista ecofeminista cerró el curso. Afirmó que hace falta una mezcla de subversión y ternura para afrontar el momento actual, en el cual se ha declarado la guerra contra la vida. Somos seres ecodependientes e interdependientes, porque todo procede de la naturaleza y porque la vida no se sostiene si no hay gente que se ocupa de los cuidados de los cuerpos, pero actuamos en contra de estos principios: tomamos los recursos naturales como si fueran una parte de la economía e invisibilizamos las tareas de cuidado porque no forman parte de la economía productiva. La economía, la cultura y la política se han organizado de espaldas a esta doble dependencia material. También hay una guerra por los recursos porque hay una dinámica extractiva, no productiva: “La verdad del mercado es un fascismo territorial”. Se elevan vallas que no dejan pasar personas pero sí mercancías y así, un problema humanitario se convierte en un problema de seguridad que, por otra parte, es una situación que siguió creciendo durante la crisis. Además, hay una guerra contra los derechos laborales, una precarización del trabajo unida a una dificultad para ejercer los derechos de protesta. A esto se suma que la corrupción es la forma estructural del gobierno porque en esta necropolítica se usa el poder contra la gente. Y por último está la guerra contra las relaciones entre las personas: la sociedad, en su conjunto, en definitiva, ha declarado la guerra a la vida.

Irma Ferrer

Esto ha ocurrido porque históricamente se ha establecido el sujeto político y la idea de progreso al margen de la ecodependencia. Se ha creado un proyecto científico ligado a una lógica mecanicista “como si se pudieran controlar todos los factores de la naturaleza” y un capitalismo que no solo desarrolla bienes y servicios, sino que “nos fabrica como personas” y lo reduce todo a lo monetario. “Hace que el dinero sea sagrado y alimenta la lógica de sacrificio de todo en favor de la economía”. Y se ha generado una cultura sin percepción de los límites, de espaldas a la muerte y a la vejez, con una explosión del ego y una pérdida de la consistencia humana, una gran distancia entre los lugares donde se actúa y en los que se sufren las consecuencias. Un modelo violento que reduce a las personas a la condición de carne.

¿Qué hacer? Dar un giro epistémico. Cambiar la forma de entender la ciencia, que la vida sea la preocupación fundamental, cambiar el modelo de educación, la lógica de los derechos y disputar la hegemonía económica y política mundiales. Estamos abocados a un decrecimiento y los cambios han de ser para todo el mundo. “Se acabó dar la vida por la causa porque la causa es vivir”.

Irma Ferrer, que moderó la mesa redonda final, pidió a los participantes que formularan un deseo utópico y realizó el suyo: juzgar por delitos de lesa humanidad los delitos contra el medio ambiente. Señaló que la justicia está arrestada por orden de la avaricia y que es necesario empoderar a los ciudadanos para este gran reto que es el cambio climático.

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“El aumento del nivel del mar no hay quien lo pare y Canarias es la comunidad autónoma con mayor riesgo en su costa”

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Tercera jornada del curso Ante el Antropoceno. Cuando la humanidad desborda los límites biofísicos del Planeta.

Ciudades y territorios para la vida fue el título de la tercera jornada del curso Ante el antropoceno, que abrió Claire Roumet, exdirectora de Energy Cities, la red europea de ciudades en transición energética. Roumet partió de la idea de que las ciudades son interdependientes y están conectadas pero sus recursos energéticos llegan desde fuera y habló de la necesidad de descentralizar la generación eléctrica. Hay que basarse en tres herramientas para ser eficientes: la devolución de poder, de competencias para los municipios en materia energética; la democratización de las decisiones; y que se mida cada decisión pública en los parámetros de coste de CO2. Dijo que en Europa se puede ser cien por cien renovable, pero reduciendo el consumo al cincuenta por ciento: la mitad en las ciudades y la otra mitad en grandes consumidores.

Aseguró que el cambio está yendo muy rápido si se compara con hace cuatro o cinco años. “Ahora los alcaldes ya saben de energía y hay demandas claras de la ciudadanía”. En Bélgica los jóvenes han cambiado la agenda de las elecciones exigiendo declaraciones de emergencia climática en todos los municipios. Puso varios ejemplos de proyectos en ciudades y barrios y advirtió que es muy importante tener estrategias claras en estas ciudades, saber hacia dónde se quiere ir y en qué plazos.

Claire Roumet

El ingeniero Íñigo Losada abordó primero los cambios producidos por el cambio climático y dijo que ya hay zonas del planeta donde ha subido la temperatura media en casi dos grados, que los cambios en los extremos son preocupantes y que ese calor principalmente se va al océano. El nivel del mar subió unos 18 milímetros al año en el siglo XX y por cada centímetro que sube se pierde un metro de playa. Aseguró que los refugiados climáticos son ya una realidad y que no solo hay que mitigar el cambio sino que hay que adaptarse. El riesgo está formado por tres aspectos: peligrosidad, exposición y vulnerabilidad, y sobre los tres se puede actuar. El equipo con el que trabaja en el Instituto de Hidráulica de Cantabria construye modelos, escenarios posibles para saber lo que puede pasar e incluso calculan en millones de euros lo que que puede suponer, por ejemplo, en pérdidas en el sector turístico.

En Canarias, el factor dominante es el cambio del oleaje. Las olas son más energéticas, las extremas serán más extremas y habrá un cambio en su dirección que erosionará los diques y espigones. En Canarias hay una gran exposición y vulnerabilidad y se ha incrementado el riesgo por la ordenación territorial, por lo construido en la costa. Habrá más oleaje en el sur de las islas, mayor probabilidad de ciclones y efectos en las infraestructuras que se han diseñado mal o no se han mantenido correctamente. “Canarias es probablemente la comunidad autónoma con mayor riesgo en su costa”, dijo. Es de las más vulnerables, el aumento medio del nivel del mar “no hay quien lo pare” y la adaptación va a ser necesaria hasta en el escenario más favorable “y es más barato adaptarse que reparar los daños”.

Iñigo Losada

Expuso que trabajan, cada vez más, con soluciones con la naturaleza que permiten conjugar mitigación y adaptación, como en restauración de manglares o de barreras de coral demostrando su valor en lugar de construir diques y logrando que los hoteles paguen un seguro por ellos. Terminó señalando quiénes tienen que hacer algo ante esta situación: todas las administraciones, desde las estatales a las locales, pero también las empresas.

Fernando Prats

Fernando Prats, arquitecto urbanista, cerró la jornada exponiendo el caso de Álava central, en el que está trabajando ahora. Su propuesta en Álava es trabajar sobre lo necesario, no sobre lo posible y advirtió que era un viaje que no habían hecho nunca. “Tenemos una brújula pero no certezas”. Antes habló de que es necesaria una simbiosis entre el medio urbano, el rural y la naturaleza y aseguró que hay que optimizar las capacidades endógenas de un territorio porque la logística a larga distancia, de la forma que la conocemos, “no va a ser posible”. Del cambio de época señaló que lo más importante no es el aumento de población sino que no sigan las lógicas de un sistema basado en el crecimiento. Aseguró que los nuevos paradigmas ya están en los movimientos sociales y que hay que buscar las condiciones de vida para todos pero sin desbordar los límites. El Derecho también debe cambiar para dar prioridad a las condiciones de supervivencia y la ecotasa llega tarde y es insuficiente. “No adoptaría ni una sola operación que aumentara las emisiones de CO2 a la atmósfera”, señaló. Habló de poner la vida en el centro de la política, hacer transformaciones profundas en los deseos, volver a los territorios y trabajar en proximidad excepción. Los países ricos han fracasado y será necesario “replantearse lo que significa bienestar”.

Álava es el “patito feo” del País Vasco sin embargo es su gran reserva de vida y forestal. Euskadi es una región que, a priori tiene unos buenos índices de desarrollo y bienestar social, pero si se incluyen los valores de futuro, como la huella ecológica o las emisiones, que son su principal exportación, ya no está tan bien: pérdida de biodiversidad, mala calidad del agua, contaminación… “No son conscientes de su vulnerabilidad”. Prats presentó su proyecto de biorregión que asegura que “no es un tema de expertos sino de debatir entre todos y ver si es posible capitalizar una vida saludable y los límites biosféricos, no confiar todo a la tecnología y la energía”. El proyecto consiste en hacer un diagnóstico y marcar los problemas. Se han interesado por él las matrices de las grandes empresas del lugar. “Si el proyecto sigue vivo es porque algunos intuyen que tenemos razón”.

Federico Aguilera Klink

Federico Aguilera Klink moderó el debate final. Dijo que la economía es violenta, criminal, que nos lleva al desastre y que en los años que llevamos de siglo han muerto cuatro millones de personas por guerras provocadas por Occidente. “Debería ponerse ese coste en el precio del petróleo”. Para Aguilera, Europa es un fraude y el 75 por ciento de descuento al transporte en Canarias “es un disparate en un contexto de cambio climático” que promueve un modelo de movilidad compulsiva.

Más información sobre el curso Ante el Antropoceno

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“Para cambiar la lógica del sistema hay que dejar de pensar que la razón, la ciencia y la tecnología son la única forma de cambiar las cosas”

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Segunda jornada del curso Ante el Antropoceno. Cuando la humanidad desborda los límites biofísicos del Planeta.

José Luis de Vicente habló sobre la colaboración entre el arte y la ciencia en la segunda jornada del curso Ante el Antropoceno. Cuando la humanidad desborda los límites biofísicos del planeta. Continue reading “Para cambiar la lógica del sistema hay que dejar de pensar que la razón, la ciencia y la tecnología son la única forma de cambiar las cosas”

“Necesitamos reconectar naturaleza y sociedad”

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Primera jornada del curso Ante el Antropoceno. Cuando la humanidad desborda los límites biofísicos del Planeta.

El director de la Fundación César Manrique, Fernando Gómez Aguilera, abrió el curso Ante el Antropoceno. Cuando la humanidad desborda los límites biofísicos del Planeta y lo calificó como uno de los contenidos centrales de los actos del centenario, porque es un asunto estratégico y por la calidad de los ponentes.

Reconoció la labor del director del curso, el urbanista Fernando Prats, al frente del Plan Insular de Ordenación de Lanzarote de 1991, por su excepcional contribución al modelo esbozado por César Manrique. “Lanzarote no sería la misma ni el legado de César Manrique se hubiera proyectado internacionalmente como se ha hecho”, señaló. También agradeció la contribución del expresidente del Cabildo, Enrique Pérez Parrilla.

Gómez Aguilera destacó que el cambio climático es “un asunto que debería exceder las ideologías”. “Nos concierne que no se agote la vida y hay que sacudir el sopor de los gobiernos del mundo”, aseguró, y advirtió de que harán falta movimientos sociales vigorosos para que haya cambios profundos. Apostó por que Canarias está en disposición de dialogar para convertir el clima en una política real.

Fernando Prats destacó su emoción por poder cruzar dos aspectos: la importancia de la lucha contra el cambio y el rescate de la figura de César Manrique como precursor. “Los tiempos en los que estamos exigen saber qué hacer -dijo- y centrarse en establecer propuestas para evitar los peores escenarios del colapso”. En ese sentido, considera que el movimiento ecologista es el único que puede dar respuesta a todos los retos.

Carlos Montes

El primer ponente fue Carlos Montes, catedrático de Ecología, que habló de los grandes desafíos, como los de los cambios de uso de suelo, los fertilizantes, el agua, las especies invasoras y otros muchos, pero “la estrella es el cambio climático”, el eje de la crisis actual. Aseguró que hay más conciencia social pero que los resultados no se corresponden con esa conciencia quizá porque no tratamos los problemas en toda su complejidad, sino de forma aislada. Por ejemplo, se habla de una crisis de biodiversidad porque uno de los ocho millones de especies está amenazado de extinción, pero lo importante no son las especies por separado, ya que somos “radicalmente ecodependientes”, sino las consecuencias. No se trata solo de una crisis ecológica, sino social y, como el planeta cambia, tenemos que hacer cosas diferentes para cambiar, abordar estos desafíos con otra mentalidad. “Si no cambiamos la forma de ver la naturaleza, la naturaleza no cambiará de forma”.

Montes habló de un “desacoplamiento” entre la naturaleza y la sociedad porque vivimos ya en un planeta urbano. “Somos una aldea global y el colapso será global”. Aseguró que “somos la primera generación que tenemos diagnósticos tan buenos; lo sabemos todo” pero no sabemos si se debe hacer una transición suave o un colapso traumático y, en todo caso, “necesitamos reconectar naturaleza y sociedad”. Hay que minimizar el impacto pero principalmente hay que gestionar las causas. Para eso hay que ver las cosas de otra manera: el motor del cambio no es el cambio climático, que es un efecto, sino el saqueo del territorio, la sobreexplotación de recursos. Por eso hay que pensar en un cambio global porque si se piensa solo en cambio climático “parece que viene de fuera”. Si el cambio es la causa se hacen políticas de minimización pero si es el efecto habría que centrarse en la insostenibilidad del modelo consumista. Otro paradigma a cambiar es que hay que respetar los límites biofísicos del planeta, no sirve crecer sin límite, y otro más, abordar todos los objetivos de desarrollo sostenible de forma integral, no por separado. Acabó con “buenas noticias”: el Antropoceno como revulsivo, es decir, poder cambiar la vida cambiando de vida porque “en tiempos de crisis la población está dispuesta a cambiar”.

Manola Brunet

Manola Brunet preside la Comisión de Climatología de la Organización Meteorológica Mundial. Señaló que hay muchas evidencias científicas de que el cambio climático es inducido aunque siempre haya habido gran variabilidad en el clima. El 97 por ciento del la comunidad científica sabe, no cree, que el calentamiento está causado por la acción del hombre. La atmósfera se calienta y eso tiene consecuencias; los océanos se caldean “y se están convirtiendo en una bomba de relojería”. Hay científicos que sostienen que “ya hay calor para saltarse dos glaciaciones”. También disminuyen la masa de hielo y los glaciares y, por tanto, es mayor la radiación incidente. El nivel del mar se incrementa unos tres milímetros al año y puede subir entre medio metro y dos metros “en función de lo que hagamos para evitarlo”. Las lluvias también aumentan pero no uniformemente: llueve más donde más llovía y menos en los lugares secos. La mayor disponibilidad de calor lleva a intensificar los extremos y hay menos días y noches fríos. Este clima “perturbado” es por la acción del ser humano porque hay parámetros que no se explican solo por la acción del sol, sino que adquieren coherencia si se incluyen los datos del efecto invernadero. Y después está la velocidad del cambio: en el Holoceno hicieron falta mil años para que hubiera una variación de un grado centígrado, y ahora sólo sesenta años. “Esta velocidad no tiene parangón” y es un reto que desafía la capacidad de adaptación de todos los sistemas, los naturales y los humanos. El mayor reto, según Brunet, está en la disminución de los carburantes fósiles.

Susana Borràs

La especialista en Derecho Ambiental, Susana Borràs, habló de la eclosión de las migraciones climáticas. Según ACNUR, hay 70 millones de refugiados, de los que 25 son internacionales, pero ninguno de ellos es refugiado climático porque es un estatus que no se contempla por lo que “están invisibilizados y desprotegidos”, como es el caso de Ioane Teitiota y su familia, de Kiribati, que pidió asilo en Nueva Zelanda alegando que su persecución es el deterioro ambiental. En su país apenas hay agua potable. Nueva Zelanda le negó el asilo y Ioane perdió en los tribunales. En el caso de Siria, donde hay once millones de refugiados, es difícil separar las causas ambientales de las políticas, ya que unas profundizan en las otras. “No es fácil aislar las causas por las cuales una persona decide abandonar su hogar”, señaló Borràs. De hecho muchas no saben la causa fundamental. La Declaración de Derechos Humanos contempla el derecho a circular libremente pero no contempla el derecho de recepción. Y más que un derecho es una necesidad.

El pueblo inuit, que es nómada y vive en el Ártico, sufre los impactos del calentamiento y llegó a poner una demanda contra Estados Unidos como responsable de una cuarta parte de las emisiones del planeta. En el Sahel ya hay 19 millones de desplazados internos que se suman a los tres grandes focos: Etiopía, Bangladesh y México. Según ACNUR, en el año 2050 en el mundo habrá entre 250 y mil millones de personas “que se van a mover, y eso va a generar conflictos importantes”. Como dice Vandana Shiva, “no luchamos contra el cambio climático sino contra la estupidez humana” porque el planeta seguirá sin nosotros mientras nosotros establecemos límites a nuestra propia existencia. En este abuso climático también hay que visibilizar la injusticia porque los 23 países más industrializados han contribuido al 70 por ciento de las emisiones y porque las condiciones sociales y económicas hacen que algunos países estén más expuestos a las consecuencias del cambio.

Para que la situación cambie, según Borràs, primero hay que cambiar los marcos jurídicos, políticos y sociales actuales, como el Estatuto del refugiado, además de reformular el concepto de refugio y las políticas migratorias: “El cambio debe ser multinivel y multisectorial”.

Cristina Monge

La jornada terminó con un coloquio entre los tres ponentes coordinado por Cristina Monge, que habló de una “crisis de valores debajo de todo esto” y reclamó que faltan conceptos “que nos expliquen la nueva realidad”. “Es un desafío que nos obliga a repensarnos”.

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