César Manrique. Nueva York
La exposición César Manrique. Nueva York permaneció expuesta entre el 19 de noviembre de 1996 y el 19 de enero de 1997, y siguió a la celebrada el año anterior, César Manrique. Última pintura (1992), que se ocupó de enseñar las obras pertenecientes a los fondos de la FCM realizadas por el artista en el último año de su vida. Se avanzó así un paso más en el estudio y difusión de la obra del fundador, dando cumplimiento a los fines fundacionales y se prosiguió la labor de difundir y dar a conocer los fondos artísticos y documentales que la FCM custodia y alberga.
La muestra, producida por la FCM, abordaba una etapa central en la vida y en la trayectoria artística de César Manrique comprendida entre 1964, fecha de su primer traslado e instalación en Nueva York —decisión que adopta tras la muerte de su compañera, Pepi Gómez, en 1963— y 1968, año de su última estancia en la ciudad durante la década de los setenta —aunque su colaboración con la galería Catherine Viviano se prolongaría hasta 1970—.
La propuesta expositiva desarrollaba una opción básicamente documental, que incluía un apartado específico dedicado a la obra plástica de César Manrique, con especial atención a la producida entre 1964 y 1969 —un total de 8 obras—. Se quiso reflejar la bipolaridad territorial y cultural en la que César Manrique se mueve en esos años y reconstruir los imaginarios de los puntos de origen y destino para, de este modo, contextualizar y explicar no sólo su estética, sino las determinaciones que toma respecto a su vida y a su carrera artística.
Es en Nueva York donde César Manrique esboza un conjunto de actuaciones dirigidas a establecer una nueva alternativa económica y un nuevo rostro para Lanzarote. Allí comenzó a intuir un modelo singular y pionero de desarrollo sostenible, que hoy caracteriza a la isla.