El jueves 24 de mayo, a las 20,30 horas, en la sede de la Fundación César Manrique, Alfredo Herrera Piqué pronunciará la conferencia titulada Pasión y aventura en la ciencia de las Luces, dentro del espacio de reflexión Foro Archipiélago.
Durante largos años ha cooperado en la dinamización de la vida cultural en las Islas y ha promovido relevantes iniciativas realizadas en este campo, tales como la propuesta de conmemorar la Fundación de la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, la organización del Congreso de Cultura de Canarias, el primer plan de restauración del Patrimonio Histórico de las islas Canarias, el Festival Internacional de Música de Canarias, la declaración del barrio de Triana (Las Palmas) como conjunto histórico o la propuesta y estudio para la candidatura del Centro Histórico de Las Palmas a su declaración como Patrimonio Mundial, así como otras varias aún no llevadas a cabo, como la creación del Museo Histórico de Las Palmas de Gran Canaria.
Igualmente, ha sido presidente del Museo Canario y ha cooperado en la gestión de otras entidades culturales de Las Palmas de Gran Canaria. Es asiduo participante en los Coloquios de Historia Canario Americana y ha sido director de la revista cultural “Aguayro” (1973-1991) y del semanario informativo “Sansofé”, habiendo escrito centenares de artículos en diarios de Las Palmas de Gran Canaria, en el periodo 1965-2005.
Entre sus ensayos y publicaciones, se encuentran “La ciudad de Las Palmas, noticia histórica de su urbanización” (1978), “Arquitectura neoclásica en Canarias” (1982), “Canarias, escala en la exploración científica de los continentes exóticos” (1982), “Las Palmas de Gran Canaria” (1984), “Las islas Canarias, escala científica en el Atlántico. Viajeros y naturalistas en el siglo XVIII” (1987), “Tesoros del Museo Canario” (1990), “Cuatro tiempos de la Ciudad” (1995), “El drago de las islas Canarias. Iconografía y referencias históricas” (1996), “Las Palmas de Gran Canaria. Patrimonio histórico y cultural de una ciudad atlántica” (1997), “El nacimiento de una Ciudad” (2005), y “Pasión y aventura en la Ciencia de las Luces” (2006).
En el transcurso de su intervención, Alfredo Herrera Piqué defenderá el carácter de la ciencia y el sentido de la Naturaleza como pilares fundamentales de la cultura, considerando necesaria la afirmación del papel del intelectual en la sociedad.
A lo largo de los siglos XVII y XVIII la ciencia pasó a ser un elemento fundamental de la historia. En el siglo de las Luces, la ciencia conquistó el terreno de la Razón y el campo del laicismo. La Ilustración auspició el triunfo cultural y social de la ciencia. El número de libros científicos que se publicaban tuvo un rápido y constante crecimiento, mientras que se pusieron las bases para el desarrollo de una comunidad científica internacional. Se sucedieron entonces las primeras cosmogonías, los cálculos sobre la escala del sistema solar, la exploración de las regiones equinocciales y las grandes expediciones marítimas, geográficas y científicas, en las que la ciencia sirvió por primera vez a la segunda expansión colonial europea.
En este periodo, el hombre fue estableciendo y precisando el lugar que ocupa la Naturaleza en la cultura. Durante el siglo XVIII, en las islas Afortunadas los científicos europeos hicieron el cálculo de la posición del Primer Meridiano, fijaron la exacta altitud del Teide, iniciaron la exploración y catalogación de la flora endémica e hicieron las primera aportaciones geobotánicas y vulcanológicas sobre este archipiélago.