7 de junio. Conferencia de Carlos Taibo

El jueves 7 de junio, a las 20,30 horas, en la sede de la Fundación César Manrique, Carlos Taibo pronunciará la conferencia titulada Los movimientos que contestan la globalización capitalista: retos y perspectivas, dentro del espacio de reflexión Fronteras y direcciones del progreso.

Carlos Taibo es profesor titular de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid. Es autor de una veintena de monografías. Las más recientes son “Cien preguntas sobre el nuevo desorden” (Punto de lectura, Madrid, 2002), “Guerra entre barbaries” (Punto de lectura, Madrid, 2002), “¿Hacia dónde nos lleva Estados Unidos?” (B, Barcelona, 2004), “No es lo que nos cuentan. Crítica de la Unión Europea realmente existente” (Ediciones B, Barcelona, 2004), “Movimientos de resistencia frente a la globalización capitalista” (Ediciones B, Madrid, 2005), “Rapiña global” (Punto de lectura, Madrid, 2006), “Rusia en la era de Putin” (Catarata, Madrid, 2006) y “Sobre política, mercado y convivencia” (en colaboración con el escritor José Luis Sampedro (Catarata, Madrid, 2006). Escribe sobre política internacional en El País, La Vanguardia y los diarios del grupo El Correo, y es comentarista habitual de la cadena SER.

En el transcurso de su intervención, Carlos Taibo abordará cómo los movimientos antiglobalización —éste parece, pese a todo, el término más adecuado para retratarlos— configuran una realidad nueva en el planeta contemporáneo.

A juicio de Taibo, es preciso preguntarse, en primer lugar, por qué surgen y aducir al respecto razones varias: contestar la globalización en curso, hacer frente al endurecimiento planetario en las condiciones del trabajo asalariado, rescatar una discusión seria sobre la naturaleza seudodemocrática de nuestros sistemas políticos y acometer una crítica de muchas de las actitudes asumidas por la izquierda tradicional.

Los movimientos deben encarar, por otra parte, retos complejos, como es el caso de los relativos a la necesidad de revisar su relación con foros y contracumbres, a sus referentes políticos, a la cuestión programática, a la conveniencia de dotarse de medios de comunicación propios y a la cuestión de la violencia.

Aun con todo, parece que los movimientos exhiben virtudes nada despreciables: aportan un horizonte de resistencia global, mantienen una fluida relación con muchas instancias que vienen del pasado, disponen por vez primera de genuinas redes trasnacionales y, en fin, han conseguido rescatar para la tarea de la contestación a muchas gentes jóvenes.