Yayo Herrero: “Es crucial asumir el decrecimiento de la economía porque con la lógica del crecimiento no vamos a dar la vuelta a la situación”
La FCM acogió el día 10 de noviembre la presentación del libro “La gran encrucijada: sobre la crisis ecosocial y el cambio de ciclo histórico”, escrito por Fernando Prats, Yayo Herero y Alicia Torrego. Los dos primeros lo presentaron en Taro de Tahíche, junto a Gómez Aguilera.
“Estamos ante un gran libro”, señaló en su primera intervención Fernando Gómez Aguilera, director de la Fundación César Manrique: “No es un libro más sobre ecología, es una aportación de alcance”. Un libro de “análisis estratégico”, escrito “con luces largas”, que “apuesta por una nueva Ilustración” y que “se fundamenta en una racionalidad ética, ecológica y científica muy solvente. Un aldabonazo a las conciencias de quienes toman las decisiones”. El director de la FCM calificó la publicación de “ambiciosa”, porque advierte del riesgo de colapso civilizatorio y de cómo se podría prevenir desde una perspectiva ecosocial; y de “oportuna”, porque aparece en un momento de cambio de ciclo histórico, cuando decimos adiós a un mundo, y es urgente pensar cómo afrontar los desafíos del mañana inmediato. El libro propone un escenario, “intenta dibujar un futuro allí donde no vemos”, elabora una “agenda-país” y aborda “la necesidad de construir un imaginario social que permita el cambio”, apuntó. Es un libro “anticapitalista y ecosocialista”, que incorpora a sus planteamientos la dimensión sociopolítica.
Prats comenzó su intervención confesando que había dedicado tres años de trabajo al libro y que es el primero que escribe, después de cientos de informes. La publicación se puede descargar gratis en la Red y nace con la vocación de resultar útil y la voluntad de responder al principal reto de la Humanidad, que es la crisis ecológica (https://www.fuhem.es/Landing_LaGranEncrucijada/lan_LaGranEncrucijada.html). Fernando Prats destacó que gira sobre tres ideas centrales. La primera habla del cambio de ciclo histórico, con la singularidad de que, por vez primera, la Humanidad se enfrenta al desbordamiento de los ciclos y los sistemas naturales por la presión humana. Esa lógica de crecimiento indiscriminado nos conduce al colapso que, en realidad, ya ha comenzado, algo que los líderes políticos mundiales reconocen. Prats se preguntó y se respondió: “¿Estamos a tiempo de evitar una crisis mundial?”. “Estamos en el borde”, porque el proceso está en marcha y es difícilmente gobernable. “Pero vamos a intentarlo, porque no es lo mismo un aumento de 1,5 grados centígrados que de 2, 3 o 4 grados”.
La segunda cuestión que planteó está relacionada con la necesidad de cambiar de paradigmas. “No se puede resolver un problema actuando con las mismas lógicas que han creado ese problema”, señaló. Así que se necesita una democracia más rica y fuerte y hacer más caso a los poetas que a los analistas para que la sociedad vea la necesidad de ese cambio. Comparó la situación actual con la de Atenas hace veintiséis siglos, una Atenas en la que se vivía cómodamente, pero que estaba asediada por los persas. Gracias a los poetas y a Temístocles se llevó a cabo el sacrificio de abandonarla para refugiarse en Salamina y ganar la batalla: “Los avances científicos y técnicos son imprescindibles para resolver el problema, pero no son suficientes”. “No podremos cambiar si no cambiamos los mecanismos sociales”, señaló Prats. En definitiva: hay que poner en cuestión esta sociedad. Hay que abandonar Atenas.
El tercer problema es el tiempo, porque si no se hace la transición a un nuevo modelo, una transformación de fondo, antes de mediados de siglo, “se nos habrá ido de las manos”. Hay que abordar diez objetivos y hay que cumplirlos todos para no seguir sobrepasando los límites: el cambio en el modelo energético, la recuperación de los ciclos de agua, los bosques, la adaptación humana al cambio climático, el problema de los refugiados… ACNUR calcula que en 2050 habrá mil millones de refugiados climáticos “que además no tendrán adónde volver”.
Yayo Herrero habló de un “naufragio antropológico”, de una crisis global provocada por una cultura que es ajena “a considerar que la vida humana transcurre dentro de la Naturaleza e incluso ajena a que la vida está inserta en cuerpos”. Una “cultura antropocéntrica ciega, porque si sólo fuéramos antropocentristas no pondríamos en riesgo las bases materiales que sostienen la vida”. “La vida humana -señaló Herrero- no es una certeza, es una posibilidad, y, a pesar de la gravedad de la crisis civilizatoria, sigue invisible en el plano social y político”. Sin embargo, hay una correlación clara entre el deterioro de la Naturaleza y la quiebra de las condiciones de vida de las personas, por lo que “no podremos afrontar los problemas de la desigualdad si no afrontamos antes los problemas ambientales”. Frente a esta situación, los populismos o nuevos fascismos analizan mejor la sociedad desde su perspectiva. “Cuando afirman que ‘no cabemos todos’, son conscientes de lo que dicen, mientras que la socialdemocracia hace propuestas sin análisis y se basa en seguir generando bienestar con un crecimiento económico que ya no va a ser como antes”. Según Thomas Piketty, el crecimiento será del uno por ciento, siempre y cuando se descubran nuevas formas energéticas. Por este motivo, “es crucial asumir cuanto antes el decrecimiento de la esfera material de la economía, porque con la lógica del crecimiento no vamos a dar la vuelta a la situación”. Herrero destacó que esta posición del decrecimiento, de volver a la idea de ecodependencia, no está en el análisis de los partidos y no se defiende en un escenario electoral. Hay corrientes que sostienen que no se puede contar esto porque el miedo bloquea. “A los ciudadanos hay que contarles las cosas como son”, dijo. “La democracia no es la gestión de los derechos individuales, sino la gestión de los límites” y hay que modificar muchos conceptos, incluido el de libertad. Para Herrero, “todos esos debates deben ser centrales y, o tenemos personas que quieran los cambios o va a ser imposible hacerlos”. “El miedo -aseguró- es una emoción que sirve para enfrentarse a circunstancias hostiles; solo paraliza cuando no se sabe hacia dónde hay que correr, pero, cuando se sabe hacia dónde, es una emoción muy valiosa”. “No se me ocurre mejor tarea que abordar el colapso de forma humana y sin pelearnos como animales, porque el colapso no será un clic sino un proceso, y estamos obligados a mostrar vías hacia las que se pueda correr”, concluyó.
En el debate posterior a las intervenciones se planteó, entre otras, la pregunta, sin respuesta, de quién es el nuevo sujeto histórico que sustituye a la clase obrera en el cambio de ciclo histórico o si queda tiempo para construir ese nuevo sujeto ante un reto que necesita los cambios de forma inmediata.
PDF Nota de prensa información presentación del libro, 10 de noviembre:
mercredi 16 novembre 2016