Las cinco principales organizaciones ecologistas apoyan la lucha contra las prospecciones petrolíferas

El G5 es la alianza de las organizaciones ecologistas más importantes de España: Greenpeace, WWF, Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción y SeoBirdLife. Las cinco unen sus fuerzas, en ocasiones, como estrategia para denunciar aquellos proyectos que pueden atentar contra el medio ambiente. Es el caso de las prospecciones petrolíferas en aguas canarias que pretende llevar a cabo Repsol. Representantes de las cinco organizaciones estuvieron en Lanzarote para apoyar a las instituciones, colectivos y ciudadanos que luchan contra este proyecto y participaron un acto público en la sede de la FCM en Taro de Tahíche. La mesa redonda titulada “Crisis, empleo, medio ambiente y prospecciones petrolíferas. La importancia del movimiento ciudadano”, moderada por la periodista Karmele Jáuregui, estuvo formada por el secretario general de WWF, Juan Carlos del Olmo; el director de Greenpeace España, Mario Rodríguez; y Eugenio Reyes, representante de Ben Magec-Ecologistas en Acción.


Abrió el acto el director de la FCM, Fernando Gómez Aguilera, que puso el problema del petróleo como una metáfora del momento actual y del contexto de crisis en que se produce. Aseguró que se está consolidando un “colosal fraude democrático” y que estamos ante un cambio de ciclo histórico en el que el elemento determinante es el deterioro ecológico y que hay que abordar una solución desde un punto de vista sistémico porque es un problema sistémico. Sin embargo, las políticas nacionales, en el marco de la actual crisis, apuntan a la reactivación convencional de la “vieja maquinaria” del mercado capitalista y a reforzar el crecimiento y el consumo. Frente a estas políticas, destacó la necesidad de colocar la economía al servicio de la vida y la sociedad, y que la información, el debate, la protesta pacífica y la libertad de expresión constituyan un componente fundamental para el cambio. Recalcó que el modelo turístico y el patrimonio paisajístico y marino de las Islas es incompatible con el petróleo y que valdría más “pensar en áreas de innovación económica”.

Juan Carlos del Olmo destacó que las prospecciones son uno de los cinco proyectos más graves actualmente en España contra el medio ambiente, pero que el movimiento contrario a ellas como el de Lanzarote y Fuerteventura también se da en muchos lugares del Planeta. “Esa oposición —señaló— es la única esperanza que podemos encontrar para ir hacia un modelo energético distinto que respete el capital natural que nos sustenta”. Afirmó que en España se está llevando a cabo una “contrarreforma ambiental” porque todas las leyes de protección de la naturaleza están siendo revisadas a la baja con la excusa del desarrollo económico, y a eso hay que sumar la falta de inversión en políticas medioambientales y una política energética desastrosa que no promueve el ahorro ni la eficiencia y que apuesta por energías fósiles frente a las renovables. Del Olmo dijo que es la primera vez que se juntan para apoyar a las administraciones y que está seguro de que se van parar las prospecciones, pero que será una batalla a largo plazo en la que es tan necesario mantener la presión local como sacar la protesta fuera de las Islas.

Como “usura de los recursos naturales” calificó Mario Rodríguez los proyectos para sacar petróleo del agua, de las piedras (como el fracking) o las arenas bituminosas. Según él, la campaña de rechazo ciudadano está empezando a hacer efecto en Repsol porque en esta ocasión “han tocado hueso”. De hecho, la campaña mediática de la compañía responde al nerviosismo de la empresa y del Gobierno y eso es “buena señal”. La clave —dijo— es obviar los personalismos y ser perseverante. Propuso el reto de convencer a los habitantes del resto de las islas de que en caso de vertido también les afectaría a ellos, como llegó el fuel del “Prestige” al País Vasco, Francia y Portugal, y destacó que no hay prospecciones seguras porque no hay tecnología ni humanos perfectos. También dijo que a las administraciones canarias les han pedido coherencia en el desarrollo de energías renovables y que ya se está revisando el Plan Energético de Canarias, pero que si no se cumple, lo denunciarán. En ese sentido aseguró que España tiene un potencial en energías limpias que supera en 56 veces la demanda energética actual del país y terminó diciendo que la victoria es posible aunque difícil porque “no hay ex secretario de Estado, ex ministro o ex presidente del Gobierno que no esté trabajando en una petrolera o una empresa del sector energético”.

El último en intervenir fue Eugenio Reyes, que aseguró que de cada diez prospecciones ultraprofundas, ocho fracasan, y que las de Canarias serán un laboratorio para experimentar con ese tipo de prospecciones porque tienen una debilidad científica y tecnológica. Añadió que Repsol acosa porque el proyecto se les complica y vaticinó que al ministro Soria le quedan 90 días en el Gobierno, y por eso Repsol está nervioso. También señaló que Canarias, el primer destino turístico de Europa, no puede ponerse en riesgo. Que el capital alemán tiene pensado invertir más de 12.000 millones de euros en la industria turística canaria en los próximos años y que las prospecciones son un conflicto que no encaja con esa inversión. Apuntó la gran biodiversidad de Canarias, que representa el 3 por ciento del Producto Interior Bruto mundial de la pesca y que es razonable proponer que se convierta en un santuario para cetáceos aunque aún no exista esa figura. Apostó por plantear acciones de boicot a Repsol, que es una empresa vulnerable porque le preocupa su imagen y lleva a cabo todo el proceso petrolífero, desde su extracción hasta su venta. “Lo de Repsol está a punto de caer a nuestro favor —declaró— porque ellos saben que después de las prospecciones, con la nueva Directiva europea, no van a conseguir el permiso”.        

El G5 es la alianza de las organizaciones ecologistas más importantes de España: Greenpeace, WWF, Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción y SeoBirdLife. Las cinco unen sus fuerzas, en ocasiones, como estrategia para denunciar aquellos proyectos que pueden atentar contra el medio ambiente. Es el caso de las prospecciones petrolíferas en aguas canarias que pretende llevar a cabo Repsol. Representantes de las cinco organizaciones estuvieron en Lanzarote para apoyar a las instituciones, colectivos y ciudadanos que luchan contra este proyecto y participaron un acto público en la sede de la FCM en Taro de Tahíche. La mesa redonda titulada “Crisis, empleo, medio ambiente y prospecciones petrolíferas. La importancia del movimiento ciudadano”, moderada por la periodista Karmele Jáuregui, estuvo formada por el secretario general de WWF, Juan Carlos del Olmo; el director de Greenpeace España, Mario Rodríguez; y Eugenio Reyes, representante de Ben Magec-Ecologistas en Acción.


Abrió el acto el director de la FCM, Fernando Gómez Aguilera, que puso el problema del petróleo como una metáfora del momento actual y del contexto de crisis en que se produce. Aseguró que se está consolidando un “colosal fraude democrático” y que estamos ante un cambio de ciclo histórico en el que el elemento determinante es el deterioro ecológico y que hay que abordar una solución desde un punto de vista sistémico porque es un problema sistémico. Sin embargo, las políticas nacionales, en el marco de la actual crisis, apuntan a la reactivación convencional de la “vieja maquinaria” del mercado capitalista y a reforzar el crecimiento y el consumo. Frente a estas políticas, destacó la necesidad de colocar la economía al servicio de la vida y la sociedad, y que la información, el debate, la protesta pacífica y la libertad de expresión constituyan un componente fundamental para el cambio. Recalcó que el modelo turístico y el patrimonio paisajístico y marino de las Islas es incompatible con el petróleo y que valdría más “pensar en áreas de innovación económica”.

Juan Carlos del Olmo destacó que las prospecciones son uno de los cinco proyectos más graves actualmente en España contra el medio ambiente, pero que el movimiento contrario a ellas como el de Lanzarote y Fuerteventura también se da en muchos lugares del Planeta. “Esa oposición —señaló— es la única esperanza que podemos encontrar para ir hacia un modelo energético distinto que respete el capital natural que nos sustenta”. Afirmó que en España se está llevando a cabo una “contrarreforma ambiental” porque todas las leyes de protección de la naturaleza están siendo revisadas a la baja con la excusa del desarrollo económico, y a eso hay que sumar la falta de inversión en políticas medioambientales y una política energética desastrosa que no promueve el ahorro ni la eficiencia y que apuesta por energías fósiles frente a las renovables. Del Olmo dijo que es la primera vez que se juntan para apoyar a las administraciones y que está seguro de que se van parar las prospecciones, pero que será una batalla a largo plazo en la que es tan necesario mantener la presión local como sacar la protesta fuera de las Islas.

Como “usura de los recursos naturales” calificó Mario Rodríguez los proyectos para sacar petróleo del agua, de las piedras (como el fracking) o las arenas bituminosas. Según él, la campaña de rechazo ciudadano está empezando a hacer efecto en Repsol porque en esta ocasión “han tocado hueso”. De hecho, la campaña mediática de la compañía responde al nerviosismo de la empresa y del Gobierno y eso es “buena señal”. La clave —dijo— es obviar los personalismos y ser perseverante. Propuso el reto de convencer a los habitantes del resto de las islas de que en caso de vertido también les afectaría a ellos, como llegó el fuel del “Prestige” al País Vasco, Francia y Portugal, y destacó que no hay prospecciones seguras porque no hay tecnología ni humanos perfectos. También dijo que a las administraciones canarias les han pedido coherencia en el desarrollo de energías renovables y que ya se está revisando el Plan Energético de Canarias, pero que si no se cumple, lo denunciarán. En ese sentido aseguró que España tiene un potencial en energías limpias que supera en 56 veces la demanda energética actual del país y terminó diciendo que la victoria es posible aunque difícil porque “no hay ex secretario de Estado, ex ministro o ex presidente del Gobierno que no esté trabajando en una petrolera o una empresa del sector energético”.

El último en intervenir fue Eugenio Reyes, que aseguró que de cada diez prospecciones ultraprofundas, ocho fracasan, y que las de Canarias serán un laboratorio para experimentar con ese tipo de prospecciones porque tienen una debilidad científica y tecnológica. Añadió que Repsol acosa porque el proyecto se les complica y vaticinó que al ministro Soria le quedan 90 días en el Gobierno, y por eso Repsol está nervioso. También señaló que Canarias, el primer destino turístico de Europa, no puede ponerse en riesgo. Que el capital alemán tiene pensado invertir más de 12.000 millones de euros en la industria turística canaria en los próximos años y que las prospecciones son un conflicto que no encaja con esa inversión. Apuntó la gran biodiversidad de Canarias, que representa el 3 por ciento del Producto Interior Bruto mundial de la pesca y que es razonable proponer que se convierta en un santuario para cetáceos aunque aún no exista esa figura. Apostó por plantear acciones de boicot a Repsol, que es una empresa vulnerable porque le preocupa su imagen y lleva a cabo todo el proceso petrolífero, desde su extracción hasta su venta. “Lo de Repsol está a punto de caer a nuestro favor —declaró— porque ellos saben que después de las prospecciones, con la nueva Directiva europea, no van a conseguir el permiso”.