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Grandes paisajes de Europa

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Del 28 de febrero al 4 de mayo de 2008 se exhibió en la Fundación César Manrique la exposición Grandes paisajes de Europa. La muestra incluyó un proyecto específico para Lanzarote encargado por la FCM al paisajista francés Gilles Clément, que ha desarrollado en la zona de las Salinas de La Bufona, entre Arrecife y El Cable, y que fue expuesto en la Sala José Saramago de Arrecife.

En la exposición emplazada en la sala Manrique de Taro de Tahíche se mostraron, además, proyectos de algunos de los más prestigiosos paisajistas europeos: Batlle i Roig Arquitectes y Galí-Izard, Paolo L. Bürgi, Atelier Corajoud, Georges Descombes y grupo ADR Arquitectos, Michel Desvigne, IBA Fürst-Pückler-Land, Peter Latz + Partner y RCR Arquitectes.

La muestra itineró a la Galería Lucy Mackintosh, Lausanne (Suiza), entre el 14 de mayo y el 31 de julio de 2009, incorporándose a los diversos actos programados en la cuarta edición de la manifestación Lausanne Jardins 2009.

Sala José Saramago. Arrecife

Gilles Clément es ingeniero agrónomo, botánico, entomólogo, paisajista, autor de numerosos jardines pequeños y grandes, así como de interpretaciones libres de jardines históricos, si bien Clément se reconoce básicamente como jardinero con una vertiente de experimentador. Tanto en La Vallée, su propio jardín en la Creuse (Francia), como en los que realiza por todo el mundo, ha resumido las líneas que alimentan su pensamiento sobre el paisaje y sus reflexiones sobre el hombre simbiótico: el Jardín en movimiento, el Jardín planetario, y el Tercer Paisaje (los territorios abandonados, indecisos, refugios de la diversidad).

Entre sus proyectos ejecutados en Europa, destacan el parque André Citroën, en Paris, el parque Henri Matisse, en Lille, y los jardines del Museo de Quai Branly, junto a Jean Nouvel, en Paris.

En 2006, Clément participó en el programa de Artistas en Residencia de la FCM y comenzó la elaboración de su proyecto, que abarca el tramo entre Arrecife y El Cable, incluyendo las antiguas salinas de La Bufona, e incorpora cuatro elementos esenciales. Así los expresa Gilles Clément:

  1. Las Salinas. Las salinas, de nuevo rellenas de agua, constituyen un motivo abstracto de formas sencillas, en contraste con las rocas que las rodean, son un jardín de agua y de color, posiblemente un jardín ornitológico. 2. El Caos de Lava. Atravesado por la prolongación rectilínea de los diques, también se puede llegar al Caos de Lava por senderos transversales que dan paso a los «Socos estrellados», refugios en forma de huevo con orificios en la bóveda, diseñados por la artista Carmen Perrin. 3. El Paseo. El suelo trabajado del Paseo presenta cortes y salientes agudos que evocan el grafismo de los cardiogramas, dirigidos hacia el mar o hacia las salinas. 4. La autonomía energética. En el corazón de las salinas, una plaza pentagonal cubierta de un tejado fotovoltaico ofrece la energía necesaria para el funcionamiento global del parque.

El Jardín del Tercer Paisaje, en las antiguas Salinas de La Bufona, aborda la cuestión de la diversidad pionera del Tercer Paisaje, remite a la actividad volcánica original de la isla, propone soluciones de acondicionamiento que aprovechan los materiales y las energías existentes, se posiciona en una perspectiva completamente nueva, desde la que la gestión del «Jardín Planetario» —espacio político, económico y social— invita al Hombre a cuidar de la diversidad de la que depende.

Sala Manrique. Taro de Tahíche

“Grandes paisajes de Europa”, producida por la FCM y comisariada por Lorette Coen,  presentó una selección de proyectos paisajísticos europeos ejemplares, desarrollados a gran o a muy gran escala, desde una perspectiva a largo plazo. En la muestra se incluyen nueve intervenciones de referencia en Europa: dos de Alemania, —el parque paisajístico de Duisburgo-Norte y la transformación de la inmensa cuenca minera del Lausitz—; dos de Suiza, uno de ellos terminado —la reorganización de un paisaje de montaña en Cardada— y otro en curso de ejecución —la revitalización del río Aire y sus orillas, entre Ginebra y Saboya—; dos de Francia —el bosque de Sausset y el Proyecto Lyon Confluence—; y dos de España —la restauración paisajística del vertedero del valle de Sant Joan, en Barcelona, y la urbanización del parque de Pedra Tosca en Les Preses, en Gerona—.

No cabe duda de que la cuestión del Gran Paisaje forma parte de la actualidad mundial más candente. Y sin embargo, a diferencia del jardín, el parque o el espacio público urbanizado, que son objeto de numerosas exposiciones y manifestaciones, tanto eruditas como populares, el tema del gran paisaje a muy amplia escala no se suele abordar en proyectos dirigidos al público. Quizá porque afecta a proyectos complejos que no se dejan abarcar con la mirada. Proyectos frágiles, especialmente sensibles a la política y la coyuntura, ya que se desarrollan a largo plazo. Todo ello, en un momento en que el abandono de la agricultura, el repliegue de la industria, el deterioro del medio ambiente natural y urbano convierten las transformaciones y recalificaciones de grandes paisajes en una necesidad creciente.

Los proyectos documentados por la Fundación César Manrique, todos ellos situados en el espacio geográfico europeo, elegidos por su calidad, su carácter ejemplar, responden a problemáticas paisajísticas diversas, de múltiples componentes: reorganización territorial, implantación forestal, revitalización de ríos, rehabilitación de orillas o muelles fluviales, reestructuración urbana, reconversión industrial, recuperación de lugares deteriorados o revelación de lugares naturales e históricos.

El hombre idílico de Caspar David Friedrich, de pie sobre su roca frente al gran paisaje, en una postura contemplativa y pensativa, pertenece a épocas pasadas. La actitud distanciada, a menudo depredadora, duramente planificadora, se impuso también en el siglo anterior. Esta posición ante la naturaleza ha mostrado claramente sus límites. ¿Cómo, y en qué lenguajes contemporáneos, los arquitectos paisajistas, enfrentados con obras inscritas en inmensos espacios y en una temporalidad larga, responden a los interrogantes socioeconómicos, medioambientales y forzosamente políticos con los que se enfrentan hoy en día?

La exposición organizada por la Fundación César Manrique, puso de relieve el gran paisaje concebido y reorganizado como acto de cultura, como visión del mundo o también como esperanza.

Lorette Coen, comisaria de la exposición, es licenciada en letras por la universidad de Lausana y posgrado de la Universidad de París VIII. Es ensayista y directora de proyectos culturales, y periodista perteneciente a la redacción de cultura del periódico Le Temps, Ginebra (artículos sobre diseño, arquitectura, urbanismo, paisajismo, artes visuales, filosofía). Coen es especialista en arquitectura paisajística, autora de libros y documentales, comisaria de exposiciones, grandes manifestaciones como «Lausanne Jardins» en 1997 y 2000 y «A la recherche de la cité idéale», en la Saline Royale de Arc-et-Senans, en Francia, en 2000. Es presidenta de la Comisión Federal Suiza de Diseño y miembro de jurados suizos e internacionales (concurso francoalemán del Jardin des Deux-Rives, entre Estrasburgo y Kehl, concurso del futuro Museo de Bellas Artes, en Lausana, concurso de intervenciones artísticas de la exposición universal de Zaragoza 2008). 

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Materiales:


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