Emilio Ontiveros: Si lo que queremos es salvar la unión monetaria hay que dejar al margen nacionalismos económicos y asumir un presupuesto común

Sorry, this entry is only available in European Spanish.

El presidente de Analistas Financieros Internacionales (Afi), Emilio Ontiveros, inauguró las actividades de la Fundación César Manrique del año 2011 con la conferencia Recuperación y modernización económica en España, dentro del ciclo ‘Fronteras y direcciones del progreso’. Ontiveros comenzó con un elogio a la labor de la Fundación César Manrique, de la que dijo que “ayuda a vertebrar el país” y que es “una referencia en España y fuera de ella de lo que una institución civil puede hacer para mejorar el nivel de vida de sus ciudadanos”.

Ontiveros analizó las causas y la situación de la crisis en el mundo, en Europa y en España y trazó los fundamentos de lo que podría ser la modernización de la economía española. Aseguró que “lo peor de la crisis en las economías avanzadas ya ha pasado” y la situó como la segunda en importancia después la Gran Depresión tras el crash bursátil de 1929. Desde la Segunda Guerra Mundial nunca se había entrado en recesión. La singularidad de esta crisis se manifiesta, entre otras razones, por el número de empresas que está expulsando el mercado, por el número y tipos de economías afectadas y porque “nunca una crisis fue tan selectiva con los ricos”. De hecho, Ontiveros aseguró que los llamados países emergentes como China, India o Brasil, se han beneficiado de la situación.

Las 32 economías más avanzadas del mundo entraron en recesión. “Lo nunca visto”. Tampoco se había visto nunca una crisis que tuviera su epicentro en Wall Street. Más cosas nunca vistas: el alto nivel de desempleo y las terapias aplicadas, que han aportado unos niveles bajísimos del tipo de interés. Recurrió a una anécdota que le sucedió al Premio Nobel de Economía, Milton Friedman, a quien un alumno le preguntó qué pasaría si los tipos de interés estuvieran a cero y hubiera que seguir estimulando la economía: “Suban las sacas de dólares a los helicópteros y láncenlos”, fue la repuesta. “Pues eso es lo que están haciendo los bancos centrales, poner mucha liquidez en manos de los bancos”, dijo Ontiveros. Estados Unidos puso en circulación muchos dólares a pesar del riesgo de que cayera su valor, como así ocurrió, y sin embargo, su economía está creciendo.

Explicó cómo los gobiernos, incluido el de Estados Unidos, han puesto dinero del contribuyente para socorrer a los bancos por sus malas prácticas, y ahora, lógicamente hay más deuda pública, y al anticipar todo ese dinero público, “que se devolverá”, los gobiernos tienen menos margen de maniobra para manejar la deuda. El profesor de la Universidad Autónoma de Madrid también aseguró que los bancos optaron por contraer la financiación y que ahora, hasta que no haya una normalización en la actividad interbancaria mayorista, no llegará la recuperación. Por otra parte, la economía mundial ya está creciendo al cuatro por ciento, pero con desigualdad. Mientras los países emergentes crecen al 6,5 por ciento, otros crecen al dos por ciento, y este hecho va a tener implicaciones en la distribución del poder mundial.

En Europa, la crisis se caracteriza por la contracción del Producto Interior Bruto, la elevada tasa de paro y una alta tasa de mortalidad empresarial. “El mayor coste de la crisis en Europa —señaló Ontiveros— es el zarandeo a las instituciones europeas”, ya que es la primera vez que se cuestiona el euro, que es la principal realización de la integración europea. El profesor considera que lo que ha puesto la crisis de manifiesto es la necesidad de fortalecer las instituciones europeas, y sólo hay dos opciones: la fragmentación o el fortalecimiento y aceleración de la integración, es decir, llegar a gobernar la región económicamente, lo que supondría hacer cesiones de soberanía por parte de los países. “Si lo que queremos es salvar la unión monetaria hay que dejar al margen nacionalismos económicos y asumir un presupuesto común”. España, en ese caso, como el resto de los países, tendría que someter su presupuesto a Bruselas.

 
ESPAÑA

El autor de España en contraste. Crecimiento económico, comenzó analizando la situación de España por el peso específico de su sector inmobiliario, que es un sector tecnológicamente poco cualificado, lo que la hizo más vulnerable a la economía. A esto se sumaba el gran endeudamiento privado, incluida la deuda interbancaria. Lo que falló, según explicó Ontiveros, fue el eslabón interbancario. Se cerraron los mercados financieros y comenzaron los problemas para devolver los préstamos. Al depender de un sólo sector aumentó el paro, lo que dificultó aún más la devolución del crédito. “Nunca como hasta ahora son más convergentes los intereses de los bancos y los de los parados”, afirmó, ya que si no se presta dinero no crecerá el empleo.

En España no hay una excesiva deuda pública pero el exceso de la privada puede acabar por convertirla en pública ya que el Estado se ve obligado a gastar más. En todo caso, desde el mes de mayo de 2010, según Ontiveros, el Gobierno ya no tiene una política presupuestaria propia, desde que fue advertido que si quería alcanzar la estabilidad de la deuda pública debía reducir el nivel de gasto y subir algunos impuestos indirectos. “No cabe esperar más estímulos de las autoridades”, aseguró, así que “para la recuperación sólo cabe confiar en el sector exterior”, e hizo especial hincapié en el “bendito turismo” porque “por fortuna”, clientes como Alemania están creciendo más y es posible que esa renta la empleen en hacer turismo. “En eso hay que confiar”, señaló, aunque advirtió que no será suficiente para asentar la recuperación española ya que hace falta una inflexión en la tasa de paro “y esto al menos hasta el año 2012 no lo veremos”. España, en todo caso, no volverá a crecer por encima del 2,5 por ciento en muchos años, dijo Ontiveros, aunque matizó que probablemente “el crecimiento será menor pero será mejor”.

Para finalizar, Ontiveros habló de la posible modernización de la economía española. “Basta con que la tracción de la economía sea más homogénea”, para lo cual hay dos itinerarios: emplear a mucha gente o hacer las cosas bien, con una mayor productividad, “que no es sacarle el jugo al trabajador”. Habló de la importancia de rodear al trabajador de las mejores herramientas pero también de la necesidad de mejorar el capital humano y el capital tecnológico. Respecto a las infraestructuras dijo que “tenemos el país alicatado hasta el techo”, mientras que el capital humano es mejorable. También señaló la necesidad de mejorar el gobierno de las organizaciones y la figura del emprendedor. “Lo peor de esta crisis es que cercena la capacidad para emprender”, porque hay empresas que podrían ser viables y que sin embargo, no tienen acceso a crédito, y sin crédito no se puede innovar.

Por último destacó la importancia de ligar el crédito a las universidades. En España no hay fondos de capital riesgo arraigados en las universidades mientras que en Estados Unidos todas las grandes empresas de los últimos años han nacido con fondos de capital riesgo, incluida Microsoft. Es más, el sesenta por ciento de las empresas de Silicon Valley crece en las universidades y las financian personas y entidades privadas. Concluyó con una visón optimista porque en España “hemos mejorado a las personas y vemos gente con inquietud próxima a la asunción de riesgos, además de una mejor sociedad civil”.

La conferencia terminó con un turno de preguntas en el que el conferenciante se refirió al proceso de concentración de las cajas de ahorro; la diferencia entre los sistemas de financiación de Europa y Estados Unidos; el papel de los mercados en la crisis; la confianza del resto de países en la salud económica de España; la incapacidad de los dos grandes partidos para llegar a puntos de acuerdo para salir de la crisis o la necesidad de especializar el producto turístico en Canarias, para vender menos pero más caro, apostar por la calidad en vez de por la cantidad y en la viabilidad de hacer compatible la sostenibilidad y el bienestar con la eficiencia de las estructuras productivas turísticas.

Presentadas las Sugerencias de la FCM al Avance del PIOL

Sorry, this entry is only available in European Spanish.

La Fundación César Manrique (FCM) traslada a la opinión pública el documento de sugerencias que ha presentado al Avance de la Revisión del Plan Insular de Ordenación de Lanzarote (PIOL) sometido a información pública por el Cabildo Insular.

A lo largo del amplio escrito, además de la posición institucional ante el Avance (capítulo I), se plantea una reflexión estratégica sobre el turismo y Lanzarote en un escenario de futuro inmediato y mediato (capítulo II) y se analizan los objetivos y las propuestas del documento elaborado por el Cabildo con la finalidad de revisar el PIOL (capítulo III).

La Fundación César Manrique, una vez evaluado en profundidad el Avance, con el asesoramiento técnico de reconocidos profesionales, manifiesta su decepción por el enfoque y los contenidos sobre los que se sustenta el documento, al tiempo que lo considera insuficiente, desenfocado y regresivo para orientar la política territorial de la isla en los próximos años.

Toda la información en la nota de prensa adjunta.

Alegaciones a la Aprobación Inicial del Plan Especial de La Geria presentadas por la FCM

Sorry, this entry is only available in European Spanish.

En febrero de 2010, la FCM presentó ante la Dirección General de Ordenación del Territorio, alegaciones a la Aprobación Inicial del Plan Especial del Paisaje Protegido de La Geria, durante el período de información pública.

En el documento presentado por la FCM se realizaron consideraciones a las reestructuraciones agrícolas que se están produciendo actualmente en La Geria, proponiendo la necesidad de fijar criterios para limitar la extracción de picón de las fincas y las zonas susceptibles de ser protegidas plenamente frente a estas reestructuraciones.

Otros aspectos incluidos en el documento de Alegaciones fueron:

– La actividad bodeguera como recurso económico y turístico y la atención a la posibilidad latente que supone que el paisaje se convierta en parque temático

– Aspectos relacionados con la carretera que atraviesa el paisaje protegido

– Las nuevas edificaciones en el suelo rústico clasificado como de asentamiento agrícola

– Los perjuicios de instalar un mirador en Tinasoria, favoreciendo la explotación masiva de turismo en cotas altas y la alteración del entorno

– La posibilidad de subvencionar cuadrillas de personas que trabajen en tareas de mantenimiento del paisaje y el apoyo para asociarse en cooperativas

– La restauración ambiental de zonas degradadas y la adecuación de un depósito de materiales volcánicos gestionado por la administración pública.

Catálogo de Especies Protegidas

Sorry, this entry is only available in European Spanish.

Apoyo de la FCM a las iniciativas promovidas como rechazo del nuevo Catálogo de Especies Protegidas

El 27 de noviembre de 2009, la Fundación César Manrique remitió una carta al Presidente de la Federación Ben Magec-Ecologistas en Acción, como adhesión a las protestas contra el nuevo Catálogo de Especies Protegidas del Gobierno de Canarias. La carta fue enviada en los siguientes términos:

La Fundación César Manrique apoya las iniciativas promovidas por asociaciones ecologistas y miembros de la comunidad científica canaria destinadas a rechazar el nuevo Catálogo de Especies Protegidas propuesta por el Gobierno de Canarias.

A juicio de nuestra institución, la actual proposición de Ley supone un gravísimo retroceso para la conservación del maltratado patrimonio natural de la Islas, que profundiza en la insostenibilidad general de nuestro modelo económico y territorial. Caben pocas dudas de que el perfil del marco normativo que se pretende para la flora y la fauna de Canarias, además de menoscabar la integridad patrimonial, supone de facto allanar el camino para implantar con mayor libertad infraestructuras y procesos urbanizadores que acentuarán los riegos para los ecosistemas y para los equilibrios sociales y territoriales.

En la línea señalada por la Ley de Medidas Urgentes, este nuevo paso concreta una manifiesta voluntad política de rebajar al mínimo los mecanismos de control y protección tanto del suelo como de los recursos naturales de nuestras islas, primando un paradigma desarrollista y corto de miras que no tiene ningún futuro.

Taller «La ciudad de las tres ecologías»

Sorry, this entry is only available in European Spanish.

Los días 6 y 7 de octubre de 2008, Carlos Verdaguer dirigió el taller “La ciudad de las tres ecologías. Una posible introducción al eco-urbanismo”.

Carlos Verdaguer (Madrid, 1956) es arquitecto urbanista, consultor de la red gea 21 y profesor asociado del Departamento de Urbanismo de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura (Universidad Politécnica de Madrid).

Verdaguer es experto en el diseño de proyectos integrales de sostenibilidad urbana y en la aplicación y desarrollo de metodologías de participación ciudadana asociadas al urbanismo. Entre los proyectos en que ha intervenido destacan el Ecobarrio Trinitat Nova (Barcelona), los proyectos europeos Ecocity y Steer-Snowball, el ecobarrio de Soto del Henares (Torrejón de Ardoz, Madrid). Recientemente ha participado en un concurso para el diseño de sendos ecobarrios en Logroño. Ha codirigido el Informe Diagnóstico GEO-Vitoria Gasteiz sobre la sostenibilidad urbana en el municipio y ha coordinado numerosos talleres de participación ciudadana según la metodología EASW (European Awareness Scenario Workshop) desarrollada por la Comunidad Europea.

Verdaguer es miembro del comité de seguimiento de la iniciativa CF + S Ciudades para un Futuro más sostenible (www.habitat.aq.upm.es), del GIAU + S (Grupo de Investigación para una arquitectura y un urbanismo más sostenibles), de la Comisión de Sostenibilidad del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid y de la recién creada ASA (Asociación Sostenibilidad y Arquitectura, www.canalasa.es). Es también asesor del Portal Ecourbano (www.ecourbano.es), impulsado por la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona.

El director de la FCM, Fernando Gómez Aguilera, inauguró el taller ‘La ciudad de las tres ecologías: una posible introducción el eco-urbanismo’, impartido por Carlos Verdaguer, profesor universitario y arquitecto urbanista. Gómez Aguilera señaló como punto de partida que “la Humanidad se está jugando su futuro en el escenario de las ciudades” y se abre por lo tanto el reto de su “habitabilidad y su humanización”.

Las tres ecologías a las que hace referencia Verdaguer en el título del taller  son la social, la mental y la física, ninguna de las cuales tiene sentido sin las otras dos. El director del taller hizo un recorrido histórico por las ciudades, que crecen primero  como una creación anónima y colectiva, fruto de muchas mentes y de un proceso complejo y pasan posteriormente a necesitar una planificación. El cambio principal lo da la Revolución Industrial en el Siglo XIX. Se introduce la velocidad como elemento esencial. Aparece el proletariado, la calle como escenario de la vida y aparecen los “lugares inhabitables” por primera vez. Esto permite que surja el urbanismo como disciplina paliativa. La población urbana crece sin parar (del 2% de la población mundial en 1860 al 60% en 2010). “El fenómeno urbano es imparable” y el planeta adquiere “una lógica urbana”.

Con la irrupción del urbanismo nace el mito de la homogeneidad, “un modelo abocado al fracaso”, según Verdaguer, porque “lo urbano ha venido para quedarse”  y “la venganza del lugar siempre aparece”. El trazado urbano permanece, hasta en la ciudad de Hiroshima después de la bomba atómica. Sin embargo sí que desaparecen lugares en las ciudades. Verdaguer apuntó la importancia de la desaparición de la memoria  asociada a ciertos lugares y el largo plazo necesario para que surja una nueva memoria. “No hay que respetar cualquier lugar pero hay que saber lo que implica su destrucción”. El arquitecto señaló que el ecologismo no está en contra de “no tocar nada” sino que se plantea quién toma la decisión de sustituir un lugar y si es necesario.

Si no existe la planificación, la ciudad se crea a golpes de  espontaneidad del mercado y cuando se acaba esa espontaneidad aparece la espontaneidad de la desesperación, y con ella la aparición de las grandes urbes y los grandes espacios de marginación. Eso sí, según Verdaguer, “es necesario planificar pero hay que tener cuidado con la ciudad que se sueña”. “Las recetas para hacer ciudades están reñidas con la complejidad de lo real”.

El director del taller apuntó unos objetivos ideales del planeamiento aunque acabó señalando que actualmente, en la práctica, “el planeamiento se convierte en un simple mecanismo regulador del mercado inmobiliario ajeno a la creación de la ciudad”. “A veces – apuntó – es el mejor que se puede hacer”. Se preguntó en voz alta si no será hora de que el urbanismo responda a su vocación originaria y se convierta en un instrumento de cambio social y de resistencia frente al poder omnímodo del mercado.

La nueva conciencia ambiental

Verdaguer citó unos principios generales de sostenibilidad frente a  los principios básicos de un modelo en crisis que se han demostrado como falsos. Entre los primeros se puede destacar que el respeto al medio ambiente es inseparable del bienestar humano y éste a su vez lo es de la equidad y la solidaridad, así como que el proceso de agotamiento de recursos y el deterioro ambiental es exponencial, entre otros.

Expuso  también los objetivos básicos  para un nuevo urbanismo, que se pueden agrupar en tres:

    • La integración en el medio natural y artificial, partiendo de lo existente y mejorándolo, ya sea sustituyendo, renovando o conservando.
    • El ahorro de recursos energéticos y materiales.
    • La calidad de vida en términos de salud, confort y bienestar social, contando con la participación en el proceso de toma de decisiones.

 Verdaguer  dibujó con palabras el mapa de la ecociudad postindustrial y señaló que la reflexión urbano- ecológica a nivel territorial sigue siendo una asignatura pendiente porque está ligada a una transformación global del modelo energético. “Estamos abocados a velocidades más reducidas”, aseguró. A su vez, enumeró las directrices básicas de la ecorregión, que comienzan con poner límites a  la dispersión, la redistribución territorial de recursos, la gestión integrada de energía y materia, la reducción de la movilidad, el reequilibrio entre entorno natural, rural y urbanizado, el fomento de la autonomía de los núcleos urbanos y la inserción de las redes globales.

Finalmente, para acabar la primera jornada del taller, citó las condiciones básicas de la ciudad sostenible, entre las que destacó el ecobarrio como unidad principal y la rehabilitación y reutilización del Patrimonio construido como una directriz fundamental para la sostenibilidad. En España hay actualmente 24 millones de viviendas y 45 millones de habitantes. “Hay pocas justificaciones para construir una vivienda más”.

La segunda y última jornada del taller ‘La ciudad de las tres ecologías’ partió de la exposición de las herramientas básicas para un nuevo urbanismo, divididas en tres grandes ámbitos: un enfoque holístico y multidisciplinar, la participación y el control de los usuarios y la evaluación y monitorización durante y después del proceso.

El director, Carlos Verdaguer, insistió durante las dos jornadas en la importancia de avanzar en cualquier aspecto que conforme  el ecourbanismo y a la vez en que sólo se puede hablar de ecociudades o ecobarrios si se avanza en todos y cada uno de esos aspectos. Señaló que cada proyecto exige una identificación diferente en función de los objetivos que se buscan y explicó su experiencia en realizar matrices de análisis o de diagnóstico para analizar dichos proyectos. “Es necesario identificar los sectores clave para establecer los objetivos de sostenibilidad”.

En cuanto a la participación, este arquitecto urbanista parte del principio de subsidiariedad: resolver los problemas lo más cerca posible del origen. Los técnicos deben apoyar el proceso de toma de decisiones con soluciones argumentadas, pero la decisión antes calidades distintas o contradictorias no puede ser técnica. La verdadera participación – destacó – no consiste en informar ni en consultar (al estilo de las alegaciones en los planes generales). “La participación  se produce cuando puedo entrar en un sitio con la idea A y salir con al B o al menos con la A+1”. Hay dos modelos contrapuestos de participación: el habitual, de arriba abajo, que en el mejor de los casos se logra una homegeneización y el participativo, de abajo arriba. “La participación es un filón, ya que es conocimiento acumulado que puede sustituir mucha información urbanística”. Advirtió también de la importancia de no crear falsas expectativas en los procesos de participación, de integrar a todos los actores desde el inicio y de no buscar el consenso en sí mismo sino la identificación de los verdaderos conflictos.

Verdaguer hizo un repaso de algunos de los pioneros en el diseño sostenible, que aquí tan sólo se nombran: Lucien Kroll, Ralph Erskine, John F. Turner, Rod Hackney, Bernard Rudofsky, Giancarlo De Carlo, Charles Abrams, Henri Lefebvre, Félix Guattari, Michel Focault, Jim Diers, Yukio Nishimura o Christopher Alexander, entre otros.

La tercera de las grandes herramientas consiste en la necesidad y los métodos de evaluación del proceso, “para aprender del propio proceso”. Señaló en tono jocoso que “el arquitecto suele ser el que no vuelve por la escena del crimen” y volvió a insistir en la importancia de medir la complejidad  para no ‘vender’ como sostenibles proyectos que sólo cumplen una parte de los requisitos.

Una herramienta vigente: la Agenda 21

La Agenda 21 como herramienta metodológica, según el ponente, ya contiene todos los elementos necesarios para constituir la base de un nuevo urbanismo sostenible aunque en la práctica, en España, sólo ha estado a la altura de las expectativas “cuando los políticos han permitido su aplicación coherente”. Destacó que está lastrada por la inexistencia de un marco legal y que normalmente se ha quedado en la etapa de diagnóstico y en una marca de prestigio ambiental. Como ejemplo más claro de esto último citó el caso de Madrid, una ciudad claramente insostenible con Agenda 21.

Siguiendo esta línea advirtió de que el hecho de que no haya soluciones ni fórmulas únicas para medir la complejidad de los procesos no puede ser coartada para aceptar cualquier cosa como un proyecto sostenible. Puso dos visiones sobre la sostenibilidad que representan dos extremos: la de Richard Rogers, en la que el reto consiste en incorporar tecnologías sostenibles que reduzcan la contaminación y los costes de mantenimiento de los edificios y la de los que sostienen que la única arquitectura sostenible es la que no se llega a construir, porque un nuevo edificio nunca ahorra energía y toda urbanización de un nuevo suelo es antiecológica. En este sentido, según Gunther Moewes, la rehabilitación, la sustitución de edificios o el cierre de huecos entre estos es lo único válido en la actualidad. Terminó haciendo referencia al monofuncionalismo solar, es decir, a  los proyectos pensados solamente para atender a la orientación del sol, pero que en la mayoría de los casos desatienden otras necesidades y crean otros problemas.

Como colofón del curso expuso algunos de los proyectos en los que ha trabajado a través de la empresa consultora Gea 21, como el barrio de Soto del Henares en Torrejón de Ardoz, un concurso para dos ecobarrios en Logroño o el proyecto de Trinitat Nova en Barcelona, integrado en el proyecto Ecocity, del que señaló que el resultado se ha ido desviando del planteamiento realizado originariamente.

Curso «Economía, poder y megaproyectos»

Sorry, this entry is only available in European Spanish.

“Los megaproyectos me parecen muy bien”, señalaba el director de la Fundación César Manrique, Fernando Gómez Aguilera en la presentación del curso ‘Economía, poder y megaproyectos’, celebrado en la FCM del 17 al 19 de octubre de 2007, que para él es al fin y al cabo un curso sobre la democracia. Se refería a megaproyectos como los Derechos Humanos, la inversión de la tendencia de la pobreza o la situación de la mujer en el mundo.

En la primera jornada del curso, en la que intervinieron José Manuel Naredo, uno de los directores, y Félix Arias, se pusieron muchos ejemplos de megaproyectos aunque no precisamente de este tipo.

Los dos ponentes desmontaron ese axioma que dice que los megaproyectos son buenos para todos los ciudadanos porque crean riqueza y puestos de trabajo que repercuten en el progreso de la sociedad donde se construyen. Naredo, por ejemplo, entre las consecuencias que traen estos megaproyectos señaló que “desplazan el poder hacia el mundo económico y empresarial”, crean un nuevo feudalismo o caciquismo “disfrazado de democracia” o logran lo contrario de lo que anuncian:que los beneficios empresariales no sólo no producen mejoras en la calidad de vida de las personas sino que son los contribuyentes quienes hacen posible, con dinero público, que se generen esos beneficios para unos pocos. De hecho, el pretexto para hacer los proyectos es el beneficio que generan, cuando todos están financiados, directamente o indirectamete, con dinero público.

En los megaproyectos, también llamados muchas veces “operaciones”, en lenguaje militar, “se inflan los beneficios y se ocultan los costes y sus daños ecológicos y sociales”.

Félix Arias, urbanista y concejal del PSOE en Madrid hasta el pasado mes de mayo, señalaba que “esa vieja idea de que son buenos para todos porque el crecimiento es bueno, está archidemostrado que no es cierta: generan desigualdad en los ciudadanos”. Arias aseguró que esos proyectos se justifican con razones globales y no hace falta “entrar en los procesos reales”. “El que pide que se cumplan las normas es el enemigo del pueblo”, señaló Arias, que dejó claro que “el modelo de ciudad que se construye a base de hacer las obras que necesita el sector inmobiliario no es es modelo sostenible”.

Ambos ponentes expusieron varios megaproyectos “ejemplares” en España que demuestran las conclusiones anteriores.

Centrales nucleares. No se trataba de generar electricidad sino de hacer el negocio construyendo la central. Se maneja a las empresas eléctricas para inflar los presupuestos de construcción y se multiplica el coste por siete, al igual que se hace con las autopistas, que tienen el precio por kilómetro más caro de Europa. Con las centrales no se hacía propaganda explícita de la energía nuclear pero se pagaba a periodistas para que hablaran bien de ellas (incluso apareció en esa lista Félix Rodríguez de la Fuente). Lo único que lo puede frenar, según Naredo, es: “información potente de lo que se traen entre manos y movilización popular”.

Trasvase del Ebro. Un trasvase se justifica por cantidad, calidad y cota. No se daba ninguna de las tres. De los diez últimos años estudiados, el Ebro no daba la cantidad suficiente de agua para trasvasar en seis de ellos, según los datos que manejaba la propia Administración. La calidad del agua tampoco era buena y además había que gastarse una gran cantidad de dinero en bombear agua desde el nivel del mar hasta casi 600 metros. Conclusión: costaba el doble que la desalación para lograr una calidad de agua similar. La clave: “forrarse en la construcción”.

Parque Warner. En Madrid. Entre la Comunidad Autónoma y las Cajas de Ahorro financian casi todo el proyecto. La Warner no pone ni un cinco por ciento de la inversión. Ha sido un fiasco. Iba a crear 3.000 puestos de trabajo y no llega ni al 10%. Además del coste, se invirtieron 84 millones en la autopista y 30 en el ferrocarril, de dinero público, por supuesto. La clave: se revalorizan los terrenos colindantes (el Parque sólo ocupa una cuarta parte de la “operación”).

 AVE a Guadalajara. El trazado del AVE llega a Guadalajara pero no entra. Hace un escorzo. La clave: la Ciudad Valdeluz construida en terrenos de un familiar de una alta responsable política. El que marca la pauta, el que atrae la inversión, es la propiedad del terreno, no la necesidad de los ciudadanos.

M-30. Gallardón se juega su prestigio porque es su gran promesa electoral. No tiene plan de movilidad ni estudio de impacto ambiental. El colapso de coches, después de las obras, es el mismo, pero invirtiendo 5.000 millones de euros, cuando se había anunciado un coste de 1.700. Eso sí, se hacen con “las tuneladoras más grandes del mundo” que, casualmente, cuando se adjudican las obras, ya están construidas. “Es la autopista más cara del mundo por kilómetro”, según dijo Arias. La clave: dar mejor acceso a las radiales de Madrid, especialmente a las de pago, y poner en valor así fincas a veinte y treinta kilómetros del centro de la ciudad.

Operación Chamartín. Es la primera operación urbanística en España que se hace por concesión. Un suelo público, de Renfe, se pasa a cederlo a una empresa. Después se multiplica por tres la superficie de la concesión sin hacer un nuevo concurso y se dobla la edificabilidad. En catorce años no se ha logrado ni aprobar el plan parcial de la operación.

Torres del Real Madrid. Se justifica todo porque “el Real Madrid es el mejor embajador de Madrid en el mundo”. En unos terrenos con uso deportivo, se inicia la idea de construir un pabellón olímpico. Se hace un convenio muy favorable para el Real Madrid (los cuatro edificios más grandes de España) y además se ceden para la nueva ciudad deportiva unos terrenos en Valdebebas que son propiedad de terceros. Para esa ciudad se le da una licencia en precario, sin plan aprobado, por la que sólo pueden construir algo desmontable. Construyen con hormigón pero presentan un aval por si hay que derribarlo.
Frente a esto, según José Manuel Naredo, sólo cabe “una refundación democrática del poder con el ejercicio pleno de la ciudadanía bien informada”.

El protagonismo de los mercados financieros afianza el carácter virtual de la riqueza

El mundo al revés. Los países ricos son los más endeudados y los países pobres los más ahorradores. Es más, los países ricos son ricos porque succionan el ahorro del resto del mundo. Tienen necesidad de financiación. Y contra toda lógica, la tasa de ahorro de los países pobres (sobre un 30%) del Producto Interior Bruto es superior a la de los países ricos (un 20%). ¿Y qué ha pasado en los últimos años? “Que los mercados financieros han tomado vida propia”. El profesor de la Universidad de Valladolid, Óscar Carpintero, trazó en la segunda jornada del Curso ‘Economía, poder y megaproyectos’ las claves del poder financiero que han adquirido los grandes grupos empresariales, los nuevos fabricantes de dinero.

Excepto Japón y Alemania, que lo que hacen con sus ahorros es financiar su estrategia de adquirir patrimonio directamente, el resto de los países ricos acude a los mercados financieros para poder expandirse. Es decir, piden dinero para comprar. Lo mismo que cualquier economía doméstica para adquirir una vivienda. Lo que ha pasado en los últimos años es que ya no se va al banco a pedir ese dinero, se acude a los mercados financieros. No obstante, “que los bancos pierdan peso no quiere decir que pierdan poder, porque lo recuperan por otro lado”. Tanto piden los ricos que tienen un déficit crónico. ¿Quién compensa este déficit? Los países pobres, principalmente China y el Sudeste asiático.

En este contexto, España tiene un papel más que destacado. Es el segundo país del mundo con mayor deuda en términos absolutos, sólo por detrás, aunque muy por detrás de Estados Unidos, que como país más rico del mundo es el más endeudado. Desde finales de los años noventa, la escalada de España, que ha pasado de país comprado a comprador, le ha colocado además en el dudoso honor de ser el más endeudado en términos relativos, respecto a su PIB. “Hemos imitado a USA superando al maestro, y sin el dólar”, según Carpintero. Ante esta situación, el ponente se hizo una pregunta: “¿Por qué no hacen lo mismo los países pobres”. Y se dio una respuesta: “porque hay desigual capacidad para emitir pasivos que admita el mercado”. Ya en el Siglo XVIII, Quesnay, economista y cirujano, intuía la respuesta, que de manera muy resumida, es ésta: a los pobres se les cobra al contado y a los ricos a crédito.

Las empresas de los países ricos, por lo tanto, se dedican a fusionar o adquirir empresas en los países pobres. En lugar de invertir para producir en esos países compran las empresas productoras. Y las compran, como se ha dicho, a través del canje de acciones. Realmente lo que están haciendo es emitir dinero: dinero financiero, virtual. Es virtual porque si alguien compra una acción, la empresa no le garantiza que cuando quiera le vaya a devolver el importe de esa acción en dinero. La emisión de este dinero financiero ya es mucho mayor que la emisión del dinero de los Estados. En el año 2000, en España, la emisión privada supuso un 21% del PIB, mientras que la pública fue negativa, se detrajo dinero. “Las empresas que lanzan una oferta de compra realmente se convierten en un banco emisor”, dijo Carpintero, que advirtió que esto genera una redistribución de la propiedad a escala nacional e internacional, afianza el carácter virtual de la riqueza, confunde la riqueza con la deuda y hace que “si la gente quiere materializar la riqueza, esta se esfuma”.

Los núcleos de poder en España son los mismos de siempre”

Albert Recio, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona, contó una “historia de éxito del capitalismo español”. La historia de la oligarquía española. “Hace años ya se piensa que lo normal es que existan oligopolios: las empresas buscan seguridad y crecimiento, se basan en la fidelización, en la producción masiva y en el apoyo público”. El poder de las empresas españoles, como ya quedó claro en la anterior intervención, ha aumentado mucho. Ya hay nueve o diez entre las 500 más grandes del mundo, tres de ellas entre las cien primeras, y cuatro de esas diez eran empresas públicas.

Recio señaló que bajo el franquismo se consolidaron tres aspectos de la economía española: el status quo bancario, la intervención clientelar y el apoyo en el sector público. “Cuando llegó la democracia se vendió la moto de que la economía se iba a liberalizar: es falso”, dijo Recio. Lo que ha pasado es lo contrario. Los grandes grupos bancarios se han concentrado y la introducción de bancos extranjeros no es significativa. Además, en los años ochenta, “el Estado da unas ayudas cruciales para la reconversión bancaria”. La oligarquía económica nace y crece bajo el paraguas del Estado. Para Recio, los bancos tienen además un papel muy importante en la burbuja inmobiliaria, que es la que tira de la economía española, “ya que el banco genera la oferta y la demanda”.

En la construcción hay seis grandes empresas: ACS, Ferrovial FCC, Acciona, Sacyr Vallehermoso y OHL, además de Abengoa, más dedicada al montaje. Entre estas empresas hacen la mitad de toda la obra pública en España, tanto de Ayuntamientos, Comunidades Autónomas y el propio Estado. La mayoría de ellas tiene su origen más remoto en los primeros años del franquismo y surge gracias al apoyo público, de concesiones públicas. “Hay una continuidad”, señaló Recio, que explicó más detalladamente la trayectoria de los creadores de estas empresas. “Estos núcleos de poder son los mismos de siempre” pero se han ido adaptando a las nuevas reglas de juego.

Estas grandes empresas invierten no sólo en la construcción, sino también en el sector inmobiliario, en concesiones, medio ambiente, servicios sociales, montaje, industria, transporte, “y ahora al asalto de la energía”. Y todas esas compras las financian los bancos. Las empresas se han hecho tan fuertes que han pasado de expandirse de América Latina a comprar en el mercado europeo. Y se han hecho tan fuertes “que están cambiando los modelos de gestión de lo público”. “Se saca a concurso la gestión de cárceles y hospitales durante treinta años”, dijo Recio. ¿Las consecuencias? Un modelo de elevados costes sociales, ecológicos o laborales: desigualdades, precariedad, corrupción, desequilibrio, mala calidad del servicio… “Un modelo de capitalismo canalla”, terminó Recio.

El objetivo económico es la acumulación de capital para poder seguir acumulando capital”.

“Sevilla, la construcción de un sueño”. Así se llamó una operación urbanística promovida por la empresa Heineken en la capital andaluza. La operación y cómo se llegó a ella sirve de ejemplo de actuación del “reacomodo de las viejas oligarquías andaluzas y los nuevos poderes transnacionales”, título de la ponencia del catedrático Manuel Delgado, que abrió la última jornada del curso ‘Economía, poder y megaproyectos’. Para llegar a interpretar ese ‘sueño’ hay que explicar previamente cómo llega Heineken a ser promotor de 2.000 viviendas de lujo en el centro de Sevilla gracias a una recalificación de un suelo industrial a residencial con un alto coeficiente de edificabilidad y con un proyecto avalado por Jean Nouvel, Foster e Isozaki. El solar del que hablamos es la antigua fábrica de la cerveza Cruzcampo, un emblema de la economía sevillana.

Antes de ser comprada por Heineken, fue la cerveza Guinness quien adquiere Cruzcampo. Por el camino y gracias a la supuesta inversión, se reestructura la producción y se pierde una cuarta parte del empleo de Cruzcampo, se compran marcas de cerveza locales y sus redes de distribución. Finalmente se presiona al Ayuntamiento para que recalifique la antigua fábrica y en la operación se ganan 300 millones de euros, la mitad de los que costó la compra. “Todo esto se incluye dentro de un plan que tiene como pilar básico la participación ciudadana”, como explica Delgado. Hay más detalles aún pero con estos ya se pueden explicar algunas de las características comunes de ese reacomodo del viejo poder oligárquico en Andalucía:“el capital se libera del peso de la gestión de lo real”, “se alimenta la marca y las acciones se orientan al marketing” y se busca “fabricar barato donde sea”. El resultado es que las viejas empresas locales se van desvinculando de su lugar de nacimiento.

Por una parte, esas viejas oligarquías se reacomodan dentro del capital internacional: unas se dejan comprar directamente, otras mantienen sus acciones dentro del paraguas de la marca internacional y otras sirven como franquicias del capital global. Delgado destaca que hay “una apropiación y desposesión de lo local desde lo global bajo el predominio de la financiarización”, una característica que ya indicó en su conferencia dentro del curso el profesor de la Universidad de Valladolid, Óscar Carpintero.

El ejemplo de Heineken no es el único, claro. El caso de Pernod Ricard es similar. Compra la empresa Larios, de larga tradición malagueña y se lleva la producción a Madrid, mantiene el nombre de la marca pero económicamente se desvincula por completo de Andalucía. “Es una corporación vacía, una empresa virtual que se separa de lo físico”, señala Delgado. Pernaud finalmente absorbe Allied-Domecq, formada a su vez por una fusión de una empresa internacional y una de las empresas de más arraigo andaluzas. Esa desvinculación con lo local le pasa igual a González Byass o a Osborne, mientras que como ejemplo del desmantelamiento de la producción podemos señalar la compra de Marcos Eguizábal de las viejas bodegas del casco histórico de Jerez para convertirlas en centros comerciales.

En el caso de las empresas de construcción, Delgado señaló el protagonismo del PSOE alimentando ciertas operaciones a través de las Cajas de Ahorro, controladas por el partido. “Quienes debían impedir los desmanes urbanísticos son quienes los promueven”. Como conclusión: la extensión de esa lógica de la acumulación depredadora que acaba por destruir el tejido social y los ecosistemas. “El objetivo económico es la acumulación de capital para poder seguir acumulando capital”.

A cada megaproyecto le corresponde su megamentira: el camino hacia la desobediencia civil

Federico Aguilera Klink, codirector del curso, recogió el testigo de la intervención anterior. “Los auténticos damnificados de esto son las pequeñas y medianas empresas”. Aguilera comenzó diciendo que las grandes empresas “no quieren competir”. Citó a Adam Smith, el padre del liberalismo , que ya decía en el Siglo XVIII que “sólo quieren ampliar el mercado y reducir la competencia”. Smith decía que los que dictan las reglas del juego son los que tienen más interés en defraudar o que la regulación del comercio siempre es un engaño. “Prohibido ver lo evidente”, señaló Aguilera Klink parafraseando una viñeta de El Roto. El director del curso advirtió que no se enseña economía incluyendo la influencia que tiene el poder sobre ella. “No se puede estudiar economía excluyendo al poder “ya que es el poder el que explica lo que ocurre”.

Para hablar de la situación actual, Aguilera recurrió al pasado. Comenzó con Smith y siguió con Galbraith, que en 1973 decía que “la corporación moderna controla, fija precios, soborna y es una influencia dominante en el Estado”. Se da, pues, una confusión entre el interés privado y el público. De hecho, el primero acaba por transformarse en el segundo. Como ejemplo: el eje transinsular que se quiere construir para unir las siete islas. A mayor escala, el Plan Hidrológico Nacional, que se llegó a presentar en la sede de la patronal de la construcción en Murcia. “Prohibido ver lo evidente”. ¿Qué capitalismo es este que piensa que los fondos públicos son suyos?, se pregunta en alto Aguilera Klink, y lo hacía tras explicar que el Plan de Infraestructuras y Transportes destina 250.000 millones de euros a obras, como una especie de compensación por derogar el trasvase del Ebro. Más ejemplos de la transformación del interés privado en público: el AVE, que a 350 kilómetros por hora gasta tanta energía como una ciudad de 25.000 habitantes mientras se desmantela la red de ferrocarril y se construye un país cuyo futuro es tener la mayor densidad de kilómetros de autopista por habitante.

Aguilera Klink relaciona megaproyectos con megamentiras:se deroga el trasvase del Ebro pero se mantienen las sobreestimaciones de la demanda de agua, aunque altos cargos del Gobierno reconocen que se había sobreestimado esa demanda. “No hay cálculos fiables ni honestos y menos de los expertos”, dijo Aguilera, que volvió a recalcar las características de los megaproyectos que destacó José Manuel Naredo el primer día del curso:“se sobreestiman los beneficios, se subestiman los costes y se ignoran los impacto ambientales”. Como gran ejemplo de megamentira puso todo el proceso para intentar construir el puerto de Granadilla y cómo se va cambiando de mentira según se va desmontando la anterior. “Ahora están con el gas y con Kyoto para justificarlo”. En este contexto ni siquiera Bruselas, el Parlamento Europeo, es una esperanza. “La presión de los lobbies es terrible, ya no es una esperanza”.

Para hacer frente a este capitalismo “gansteril” que crea precariedad salarial y saqueo de fondos públicos, el director del curso propuso: más independencia judicial, más fiscales de medio ambiente y anticorrupción, más democracia, una sociedad civil más activa y por último: desobediencia civil. “Hay que usarla de manera pacífica, seria e inteligente, pero empezar a usarla ya”.

Más información: Nota de prensa

Carlos Taibo. Los movimientos que contestan la globalización capitalista: retos y perspectivas

Sorry, this entry is only available in European Spanish.

El 7 de junio de 2007, Carlos Taibo pronunció la conferencia titulada Los movimientos que contestan la globalización capitalista: retos y perspectivas, dentro del espacio de reflexión Fronteras y direcciones del progreso.

 “Los movimientos antiglobalización son los primeros que reclaman derechos para otros, no para sus afiliados”. Esos otros son el 80% de la población mundial, que vive en la más absoluta pobreza y las generaciones venideras. Carlos Taibo, profesor de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Madrid, ensayista y articulista, dio un paso más en la  Fundación César Manrique dentro del ciclo Fronteras y direcciones del progreso con su conferencia  Los movimientos que contestan la globalización capitalista: retos y perspectivas.

Dibujó seis retos pero uno por encima de todos: el cambio climático. Un problema que, desde su punto de vista, va a obligar a reflexionar al sistema capitalista porque está en juego la especie humana y porque, sobre todo, no hay manera de disimularlo. Si hasta ahora el Norte, el 20% rico del Planeta, es insolidario con la miseria del otro 80%, aún a sabiendas, “porque los problemas están lejos”, el cambio climático va a ser palpable. “El capitalismo no está en condiciones de hacer frente al cambio climático”, señaló Taibo. Por su propia naturaleza: porque privilegia los intereses individuales por encima del colectivo. Por eso, la llegada del cambio climático “va a provocar un cambio radical porque va a evidenciar que el capitalismo no funciona” y va a poner en tela de juicio las bondades del crecimiento económico.

Taibo realizó una intervención con tintes de esperanza frente a la globalización y sus efectos. Advirtió, como nota introductoria, de la necesidad de añadir el adjetivo capitalista o neoliberal a la globalización para no olvidar que hay una línea de continuidad entre el imperialismo y esta llamada globalización, que no es otra cosa, en resumen, que “una apuesta en provecho de la gestión de un paraíso fiscal a escala planetaria”. “Los capitales y sólo ellos se moverán sin cortapisas, sin control del poder político y sin un cariz humano, social o medioambiental”, señaló.
 
Comenzó por las críticas que se les puede hacer a los movimientos antiglobalización, entre ellas la de reclamar otra globalización. “No es saludable reivindicar otra globalización como no es saludable reivindicar otro imperialismo”. Toda modalidad de globalización requiere de los mismos requisitos, entre ellos los de unas élites directoras. Acusó también a algunos de estos movimientos de edulcorar el mensaje para que los medios de comunicación no les traten peor de lo que lo hacen y expuso el peligro de caer, como muchas organizaciones no gubernamentales, tanto en la dependencia del dinero público como en la necesidad de su propia supervivencia antes que en el cumplimiento de sus objetivos.

Los nuevos movimientos antiglobalización nacen, según Taibo, para ocupar espacios que la izquierda tradicional o los sindicatos han dejado de ocupar, entre otros y uno de los más importantes, la lucha contra la precariedad laboral o directamente la explotación del hombre por el hombre.

Expuso, finalmente, seis retos. El primero: revisar el sistema de convocatoria de contracumbres, foros y manifestaciones. “El futuro no está en Nairobi (en referencia a la cumbre) sino en el día a día del trabajo en barrios y pueblos”. Esos encuentros, aunque sean multitudinarios, apenas dejan huella después en la vida cotidiana. El segundo: debe ser una prioridad engordar primero los movimientos y discutir después cuál es el referente político en el que mirarse, bien la izquierda tradicional u otro tipo de organizaciones. El tercero: además de proponer alternativas, cosa que sí se hace, según Taibo, deben olvidar “viejas reyertas mal resueltas del pasado”. El cuarto: la necesidad de encontrar medios de comunicación propios, independientes de los medios de comunicación del sistema. Y el último, incluyendo el cambio climático: solucionar la violencia. Aquí fue rotundo, en todo caso: “La violencia de los movimientos antiglobalización es mucho menor que la violencia cotidiana que ejercen los sistemas que padecemos”.

Como conclusión. “Aunque sólo sea por supervivencia deberíamos tomar cartas en el asunto porque el 80% de la población mundial, desheredada, va a derribar nuestra puerta cargada de razón”. Esa razón, traducida a cifras, dice que el 11 de septiembre de 2001 (y al día siguiente y al otro…) murieron en el Mundo, en éste, 35.615 niños de inanición. No hubo ni un minuto de silencio, ni un acto de solidaridad, ni se activó el estado de alerta. “Mientras sigamos creyendo que el terrorismo es el principal problema del Planeta hay que preguntarse dónde está el sentido común”.

Carlos Taibo es profesor titular de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid. Es autor de una veintena de monografías. Las más recientes son “Cien preguntas sobre el nuevo desorden” (Punto de lectura, Madrid, 2002), “Guerra entre barbaries” (Punto de lectura, Madrid, 2002), “¿Hacia dónde nos lleva Estados Unidos?” (B, Barcelona, 2004), “No es lo que nos cuentan. Crítica de la Unión Europea realmente existente” (Ediciones B, Barcelona, 2004), “Movimientos de resistencia frente a la globalización capitalista” (Ediciones B, Madrid, 2005), “Rapiña global” (Punto de lectura, Madrid, 2006), “Rusia en la era de Putin” (Catarata, Madrid, 2006) y “Sobre política, mercado y convivencia” (en colaboración con el escritor José Luis Sampedro (Catarata, Madrid, 2006). Escribe sobre política internacional en El País, La Vanguardia y los diarios del grupo El Correo, y es comentarista habitual de la cadena SER.

Alegaciones al Plan General de Arrecife

Sorry, this entry is only available in European Spanish.

En mayo de 2007, la Fundación César Manrique presentó un documento de alegaciones a la Revisión y Adaptación del Plan General de Ordenación de Arrecife, en el que solicita la anulación del acto de aprobación inicial del Plan.

Taller «Urbanismo para náufragos»

Sorry, this entry is only available in European Spanish.

Un planteamiento urbanístico solidario y útil que sepa integrar todas las peculiaridades y los conflictos que suceden en las ciudades bajo el marco común de los derechos humanos. Esa fue la base de las propuestas que se expusieron en el taller que organizó la FCM los días 16 y 17 de mayo y que estuvo dirigido por los arquitectos y profesores Manuel Saravia y Pablo Gigosos.

El propio título del curso, “Urbanismo para náufragos”, hace alusión a los que se sienten completamente ajenos a su entorno urbano y a las maneras arquitectónicas que fomentan la exclusión de amplios segmentos de la población —especialmente las clases de menores recursos económicos—, creando verdaderos “náufragos” del proyecto de convivencia colectiva que obligatoriamente se da en las ciudades.

El seminario estaba organizado en torno a cuatro parejas de derechos: movilidad-seguridad, salud-medioambiente, trabajo-seguridad social y vivienda-espacio público. El proyecto de Saravia y Gigosos pasa por la asunción de que “los derechos humanos deben ser el primer criterio” para conseguir una práctica urbanística renovada. Cada binomio de derechos se asoció a un concepto filosófico y político: libertad, igualdad, fraternidad y responsabilidad.

Partiendo de la idea de que es necesaria la crítica moral y social del urbanismo, el debate teórico también se acompañó del comentario de iniciativas y proyectos específicos de multitud de ciudades del mundo. Las referencias intelectuales del discurso no se quedaron exclusivamente en la arquitectura, sino que también tuvieron cabida citas literarias, artísticas o cinematográficas.

La crisis del paradigma urbanístico actual fue el punto de partida del taller. “La ciudad se está haciendo de forma mecánica y banal” argumentó Manuel Saravia, al tiempo que criticó la estandarización planetaria del mismo modelo erróneo de pensar el espacio urbano. En la presentación del curso, Fernando G. Aguilera propuso como principal prioridad la tarea de “civilizar la ciudad para lograr que el protagonista no sea el mercado, sino el hombre”, con el objetivo de que en la ciudad “nos sintamos personas y no clientes”.

El recorrido por las cuatro parejas de derechos que articularon las dos jornadas comenzó por la movilidad y la seguridad. Las soluciones que en estos campos expusieron Saravia y Gigosos recogían la creación de nuevas vías peatonales y un replanteamiento de los sistemas de comunicación en la ciudad que rebaje el peso del coche en favor del transporte público. Igualmente, la fórmula de desintalar, es decir, de retirar infraestructuras superfluas, fue comentada como un recurso válido que cada vez es más usado.

Pablo Gigosos habló de dos derechos relacionados con la planificación territorial, el de la salud y el del medio ambiente, que han sido históricamente ignorados, pero que poco a poco han ido ganando peso en la toma de decisiones. En este ámbito, la pérdida de paisajes, la falta de servicios básicos, las intervenciones agresivas con el medio o las desastrosas condiciones higiénicas de las zonas suburbiales fueron algunas de las problemáticas tratadas. Gigosos recordó que hay que cambiar la concepción inicial para darse cuenta de que “las ciudades no son el problema, sino la solución”.

Sobre las áreas del trabajo y la seguridad social se trataron temas relacionados con la preparación de los espacios para la dinámica laboral o los fallos y carencias que se dan en los planes sanitarios, educativos o sociales. Gigosos y Saravia destacaron que se debe priorizar el interés general en la planificación de la ciudad y abogaron por la verdadera “universalización de los equipamientos universales”. Su postura rechaza el urbanismo “que se ha olvidado de los servicios y de la coordinación de centros sociales” y que concibe los edificios públicos solo desde la táctica del espectáculo vacío de contenido. Manuel Saravia apuntó que este debilitamiento de lo público está relacionado con “el acoso que desde hace años recibe el estado del bienestar”.

El problema de la vivienda se comentó partiendo del contexto europeo y su comparación con el de España. La precaria situación del derecho a un hogar digno que tiene todo ciudadano parte, según Gigosos, de la forma de desarrollar y pensar las políticas urbanísticas: “el problema no es de escasez de viviendas sino de escasez de ciudades”. Frente al desarrollismo sin sentido, los arquitectos que impartieron el taller apostaron por rehabilitar antiguos edificios y zonas y favorecer la mezcla equilibrada entre los nuevos espacios y los ya establecidos. Su idea central era la de la “constelación”, entendiendo este término como una fórmula pensada para desarrollar “múltiples actuaciones de pequeñas dimensiones que permitan lograr una integración equilibrada”.

Avanzando en el siglo XXI, y cuando ya más del 50% de humanidad vive en núcleos urbanos, Manuel Saravia y Pablo Gigosos proponen un urbanismo para los excluidos de las ciudades de hoy. Esa gran mayoría que necesita un planeamiento territorial dialogante y abierto; mestizo y no agobiante; equilibrado y justo. Un nuevo urbanismo que desde los derechos humanos logre la conquista social y cultural del derecho a la ciudad.

Manuel Saravia Madrigal es arquitecto y profesor titular de Urbanismo en la Escuela de Valladolid. Fue arquitecto municipal y provincial de Valladolid (1981-1986) y director del Centro Buendía de la Universidad de Valladolid.

Pablo Gigosos Pérez es igualmente arquitecto por la Escuela de Barcelona, especialidad en Urbanismo. Ha sido profesor de Urbanismo en las Escuelas de Arquitectura del Vallés (Barcelona) y Valladolid. Actualmente, es Jefe del Servicio de Obras del Ayuntamiento de Valladolid.

Ambos tienen amplia experiencia práctica en planeamiento urbanístico (planes generales de Valladolid, León, Vigo, Segovia, etc.; planes parciales y especiales en numerosas ciudades de Castilla y León y Cataluña). También han realizado trabajos de urbanización (ordenación y urbanización del nuevo campus de la Universidad de Valladolid, del recinto ferial, de los bordes y cauce del río Esgueva y de numerosas calles, plazas y parques de la misma ciudad, tanto del centro como de la periferia y barrios. También han desarrollado trabajos de urbanización en otras ciudades castellanas). Han estado presentes, como profesores o ponentes, en Milán, Roma, Quito, San Cristóbal de Táchira, Bogotá, Guadalajara (México), Puebla y un buen número de ciudades españolas.

P. Gigosos es autor del proyecto de algunos edificios municipales de equipamiento en Valladolid (polideportivos cubiertos, parque de bomberos, centros cívicos, etc.). M. Saravia, por su parte, ha coordinado en los últimos años una exposición sobre ciudad y derechos humanos titulada La ciudad en ciernes (con la colaboración de Gracia Querejeta, Lucrecia Martel, Chus Gutiérrez, Miguel Albaladejo, Joaquim Jordà y Pedro Barbadillo), que se ha llevado en 2006 y 2007 a Bogotá, Vancouver (en el marco del World Urban Forum), Zaragoza, Valladolid y Madrid. También ha dirigido, sobre el mismo tema, en 2006, un Foro de Bogotá (con más de 30 participantes de diez países latinoamericanos), y un Foro de Zaragoza (organizado por el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España).

Ambos son autores de Arquitectura y urbanismo de Valladolid en el siglo XX (Valladolid, Ateneo, 1997), y El surtido de aguas a Valladolid: de la concesión a la municipalización (1864-1959) (Ayuntamiento de Valladolid, 1998). Y, con Rosario del Caz, de Ciudades civilizadas. Lecciones de urbanismo (Escuela de Valladolid, 1999), La ciudad y los derechos humanos. Una modesta proposición sobre los derechos humanos y la práctica urbanística (Madrid, Talasa, 2002) y Planes parciales residenciales. Manual profesional (Junta de Castilla y León y Colegios de Arquitectos de León y Castilla y León Este, 2004). También son autores de la voz “Urbanismo del siglo XXI” de la Enciclopedia Durvan (Bilbao, 2000), y coordinadores de un número monográfico de la Revista de Occidente, titulado “El retorno de la ciudad: Elogio del urbanismo”, (Nº 275, abril 2004).

En 1996 pusieron en marcha la revista de estudios sobre las ciudades Dos dos, de la que solo aparecieron… dos números: el primero, sobre La ciudad banal (1996) y el segundo, sobre Hospitalidad (1997); y más tarde promotores del Círculo de Ecología Urbana y de los Informes de Valladolid (sobre ciudad, urbanismo y derechos humanos: www.ciudad-derechos.org). En los últimos años han publicado artículos en Arquitectura Viva, Archipiélago, El Ecologista, Queensland Planner, Revista de derecho urbanístico y medio ambiente, Página abierta, Perspectivas urbanas/Urban Perspectives e Ingeniería y territorio, además de numerosas colaboraciones en la prensa diaria de Valladolid (y en algún caso en la de Madrid y Valencia).

Presentación del libro, el 22 de abril de 2010, en la Sala Saramago: Acto de presentación

Publicación del ensayo: Urbanismo para náufragos

Informe sobre el desdoblamiento de la carretera LZ-1 (Arrecife-Tahíche)

Sorry, this entry is only available in European Spanish.

Ante la preocupación suscitada por la intención del Cabildo de Lanzarote de desdoblar el tramo de vía entre Arrecife y Tahíche, la FCM encargó a comienzos de noviembre la elaboración de un Informe técnico sobre el proyecto. Dicho Informe fue redactado por Vicente Torres, profesor de Urbanismo de la Universidad Politécnica de Valencia y consultor en transporte y medio ambiente.