El cortometraje “Maestro de obra. Luis Morales: las otras manos de Manrique”, producido por la Fundación César Manrique (FCM) y dirigido por Miguel G. Morales, se estrenará en la Televisión Canaria el próximo día, 30 de mayo, a las 19,15 horas, coincidiendo con el Día de Canarias.
MAESTRO DE OBRA tiene una duración de 30 minutos y en la XVII edición del Festival Internacional de Cine Medioambiental de Canarias (2015) obtuvo el premio al mejor cortometraje.
El film se concibe como un homenaje a Luis Morales, la persona que supo traducir y materializar las ideas de Manrique y uno de sus principales y más asiduos colaboradores a la hora de ejecutar su obra paisajística, en particular los Centros de Arte, Cultura y Turismo implantados en Lanzarote. En palabras del propio protagonista: “yo al principio no veía… y después ya vi”, refiriéndose a un proceso de aprendizaje y apertura a la percepción del paisaje insular surgido de la relación de trabajo con César Manrique, que añadió siempre a su liderazgo creativo una importante vertiente pedagógica en relación con la comprensión de los valores físicos y estéticos propios de Lanzarote.
La proyección es un cortometraje documental, rodado en HD profesional, con material de los archivos de la FCM, de Memoria Digital de Lanzarote, de la Filmoteca Canaria, y del archivo personal de Mathias Allary. La fotografía y edición es responsabilidad de Jorge Rojas y el sonido de Fabián Yanes.
Luis Morales, nacido en Arrecife en 1932, comenzó a trabajar en el Ayuntamiento de Arrecife a la edad de 14 años, de la mano de su padre, Manuel Morales Martín, maestro Manuel, que por entonces era encargado de mantenimiento y obras municipales. A los 16 años contactó por primera vez con César Manrique, con motivo de la ejecución del plan de embellecimiento de la Plaza de Las Palmas, junto a la Iglesia de San Ginés, Arrecife, en la que el artista intervino. A partir de 1950, Luis Morales estará presente en las distintas colaboraciones de obra pública que Manrique mantuvo con el Ayuntamiento de la capital.
En 1960, ingresó en el Cabildo de Lanzarote como capataz general de vías y obras, llegando a dirigir a más de 300 trabajadores en las diversas tareas que acometió la institución insular durante los años en que se transformaron las infraestructuras y la economía de la isla, de cara a su adaptación e incorporación a la economía turística: galerías de Famara, pista del aeropuerto, reforma del hospital insular, ciudad deportiva, asfaltado de carreteras, caminos vecinales, etc. La colaboración de Luis Morales con César Manrique tuvo una continuidad más intensa y cercana en las diferentes intervenciones que el artista planteó en Lanzarote y que conforman los actuales Centros de Arte, Cultura y Turismo, así como en otros pequeños equipamientos que se implantaron en el territorio insular, como por ejemplo, el Mirador de Malpaso. De tal modo, que, con el paso del tiempo, Morales, siempre discreto y ceñido a su papel, llegó a convertirse en una referencia de confianza imprescindible para el artista en el campo de la obra pública paisajística, constituyéndose en su más fiel intérprete.
El director de cine Miguel G. Morales tiene una trayectoria en la que ha trabajado con documentales biográficos sobre artistas y escritores ilustres vinculados a las islas. Ha dirigido el documental TARO. El eco de Manrique y Las manos, ambos centrados en la obra del artista lanzaroteño y en su contexto.
El cortometraje “Maestro de obra. Luis Morales: las otras manos de Manrique”, producido por la Fundación César Manrique (FCM) y dirigido por Miguel G. Morales, se estrenará en la Televisión Canaria el próximo día, 30 de mayo, a las 19,15 horas, coincidiendo con el Día de Canarias.
MAESTRO DE OBRA tiene una duración de 30 minutos y en la XVII edición del Festival Internacional de Cine Medioambiental de Canarias (2015) obtuvo el premio al mejor cortometraje.
El film se concibe como un homenaje a Luis Morales, la persona que supo traducir y materializar las ideas de Manrique y uno de sus principales y más asiduos colaboradores a la hora de ejecutar su obra paisajística, en particular los Centros de Arte, Cultura y Turismo implantados en Lanzarote. En palabras del propio protagonista: “yo al principio no veía… y después ya vi”, refiriéndose a un proceso de aprendizaje y apertura a la percepción del paisaje insular surgido de la relación de trabajo con César Manrique, que añadió siempre a su liderazgo creativo una importante vertiente pedagógica en relación con la comprensión de los valores físicos y estéticos propios de Lanzarote.
La proyección es un cortometraje documental, rodado en HD profesional, con material de los archivos de la FCM, de Memoria Digital de Lanzarote, de la Filmoteca Canaria, y del archivo personal de Mathias Allary. La fotografía y edición es responsabilidad de Jorge Rojas y el sonido de Fabián Yanes.
Luis Morales, nacido en Arrecife en 1932, comenzó a trabajar en el Ayuntamiento de Arrecife a la edad de 14 años, de la mano de su padre, Manuel Morales Martín, maestro Manuel, que por entonces era encargado de mantenimiento y obras municipales. A los 16 años contactó por primera vez con César Manrique, con motivo de la ejecución del plan de embellecimiento de la Plaza de Las Palmas, junto a la Iglesia de San Ginés, Arrecife, en la que el artista intervino. A partir de 1950, Luis Morales estará presente en las distintas colaboraciones de obra pública que Manrique mantuvo con el Ayuntamiento de la capital.
En 1960, ingresó en el Cabildo de Lanzarote como capataz general de vías y obras, llegando a dirigir a más de 300 trabajadores en las diversas tareas que acometió la institución insular durante los años en que se transformaron las infraestructuras y la economía de la isla, de cara a su adaptación e incorporación a la economía turística: galerías de Famara, pista del aeropuerto, reforma del hospital insular, ciudad deportiva, asfaltado de carreteras, caminos vecinales, etc. La colaboración de Luis Morales con César Manrique tuvo una continuidad más intensa y cercana en las diferentes intervenciones que el artista planteó en Lanzarote y que conforman los actuales Centros de Arte, Cultura y Turismo, así como en otros pequeños equipamientos que se implantaron en el territorio insular, como por ejemplo, el Mirador de Malpaso. De tal modo, que, con el paso del tiempo, Morales, siempre discreto y ceñido a su papel, llegó a convertirse en una referencia de confianza imprescindible para el artista en el campo de la obra pública paisajística, constituyéndose en su más fiel intérprete.
El director de cine Miguel G. Morales tiene una trayectoria en la que ha trabajado con documentales biográficos sobre artistas y escritores ilustres vinculados a las islas. Ha dirigido el documental TARO. El eco de Manrique y Las manos, ambos centrados en la obra del artista lanzaroteño y en su contexto.