El universo de las artes digitales: ciencia, tecnología, archivos, feminismos, big data, propuestas e instalaciones
El historiador y gestor cultural, Jaume Reus, demostró empíricamente el título del taller: “Artes digitales hoy, más que interactividad” durante las dos jornadas, los días 19 y 20 de junio, en que lo dirigió. El director de la Fundación César Manrique, Fernando Gómez Aguilera, lo presentó señalando que la cuestión digital es un gran campo público, con impacto en muchos ámbitos, al que hay que estar atento. Reus destacó que en un principio parecía que la interactividad era la única característica del arte digital, pero que hay una gran variedad. “Es algo expandido e interdisciplinario”. Hay mucha experimentación, y también, en muchos casos, solo hay tecnología sin relato, “sin nada que decir”. La unidad mínima en este arte es el píxel y su precedente en pintura fue el puntillismo, o neoimpresionismo, de artistas como Seurat.
El taller se dividió en cuatro ponencias y dos sesiones prácticas de trabajo. La primera de las ponencias se centró en la relación entre el arte y la tecnología. Reus expuso propuestas como la de la Fundación Sorigué y su relación con el Festival Sonar. De esa unión expuso cuatro proyectos o instalaciones arriesgadas. La de Carsten Nicolai, Unidisplay, “una realidad inmersiva”, la del estudio británico Semiconductor, Earthworks, una instalación que es “un salto cuántico” y que muestra datos sismográficos (de movimientos del Planeta) convertidos en sonidos e imágenes que no dejan de moverse, y Phosphere, la esfera de luz y danza de Daito Manabe. Otros ejemplos de obras destacadas por Jaume Reus son los de Ryoichi Kurokawa, una instalación sofisticada que une el arte de este japonés con la figura de Ramón Llull, en el 700 aniversario del nacimiento de este último. Ambos autores se maravillan ante la naturaleza, uno a través de Dios y otro, de la ciencia. “La tecnología permite un desafío a la naturaleza”, señaló Reus, que también hizo un repaso a las revistas digitales que se encargan de este arte, como la de la Universitat Oberta de Catalunya, Art Nodes, dirigida por Pau Alsina, o la del IMT de Boston, Leonardo, la más prestigiosa en el ámbito internacional, o en el ámbito doméstico el blog El arte en la edad del silicio, de Roberta Bosco y Stefano Caldana.
Repasó otras exposiciones como la colectiva Real Time, arte en tiempo real, en la que las instalaciones solo funcionan si están conectadas a Internet y que reflejan el número de tuits por ciudades o muestran las películas que se están descargando, el sonido asociado a algunas calles o un contador de tiempo que recoge los segundos y minutos que el público observa el propio contador.
La segunda ponencia comenzó con la postfotografía, planteada por Joan Fontcuberta, que desmonta que la imagen sea igual a la verdad. También habló Reus de las imágenes pobres, que habitan la Red, son de poca calidad y se usan muchas veces, pero se prefieren, incluso por la prensa, por su inmediatez. Planteó la acumulación de imágenes: a Facebook se suben 250 millones de imágenes al día y en Flickr hay ocho millones de puestas de sol. Se gasta más tiempo en captar imágenes que en verlas. En la postfotografía, la toma de la imagen es solo el primer paso antes de la postproducción. Hay fotógrafos que son más prescriptores que fabricantes de imágenes, son apropiacionistas, reciclan imágenes.
El proyecto The file room, un archivo internacional de censura, de Antoni Muntadas, dio pie para hablar sobre la censura en el arte digital, con el ejemplo de la obra retirada en la Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Madrid, ARCO, titulada Presos políticos, de Ricardo Sierra. En España, dijo Reus, hay 13 artistas encarcelados, más que en China o Irán. “Estamos en el top”. “Parece que el arte digital está en otro universo, que es evasivo, y no es así, hay artistas implicados”, señaló.
La segunda jornada comenzó con los archivos o colecciones digitales. En primer lugar, la Colección BEEP, de las tiendas de informática del mismo nombre. Cada año, convocan un premio y compran una obra digital en ARCO, además de fomentar la creación de otras obras, de artistas como Daniel Canogar, Rafael Lozano Hemmer, Paul Friedlander o Ricardo Iglesias. Otro archivo es el del MEIAC – Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo, que incorpora dos colecciones, Turbulence y NETescopio. A estos se añade el archivo ADA, el de la Asociación de arte electrónico y experimental o el trabajo de Soliman López, creador de Harddiskmuseum, un disco duro que, en sí mismo, es un museo en el que invita a artistas. También Jaume Reus destacó Rhizome, una de las grandes plataformas de arte digital; MIDECiant – Museo Internacional de Electrografía de Cuenca, un centro asociado a la Universidad de Cuenca y promovido por José Ramón Alcalá; eTOPIA, en Zaragoza, un centro municipal de arte y tecnología o el proyecto de Archivo Español de Media Art; Jodi.org es el archivo de dos artistas, dos hackers “que juegan con el error”, o Art Futura, una propuesta desde 1995 que profundiza en la cognición aumentada, que consiste en usar la tecnología para aumentar nuestras capacidades cognitivas y conectar mejor con los demás. Por último: MADATAC (la Muestra Internacional de Arte Digital Audiovisual y Tecnologías Acontemporáneas), un evento internacional en el Centro Conde Duque de Madrid.
El taller siguió con una mirada a la perspectiva de género, poniendo sobre la mesa el Ensayo sobre género y ciberespacio, el Manifiesto ciberfeminista en el Siglo XXI o la web obn.org de women hackers. Según Reus, “a nivel creativo y de gestión cultural, la presencia de la mujer va creciendo pero sigue habiendo muy poca visibilidad”. Así mismo, “en el mundo del arte más tradicional había poca presencia de la mujer y eso se mantiene en el mundo digital”. Una de las teóricas más destacadas en este campo, el del arte, redes y ciberfeminismos, es Remedios Zafra.
La última visión es el Big Data, ya que “hoy todo es susceptible de ser datificado”. Entre las plataformas y centros de interés, está la exposición del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, Big Bang Data, de José Luis de Vicente y Olga Subirós, la Bienal online Thewrong.org, el ZKM (Centro de Arte y Medios Tecnológicos), uno de los centros de cultura digital de referencia, más importantes del mundo, en Karlsruhe (Alemania), y el Ars Electronica Center de Austria, el otro gran centro relacionado con la ciencia y la investigación que otorga los Golden Nica, los premios más importantes del mundo de arte electrónico. Otros proyectos relacionados con la ciencia y arte digital son la plataforma para arte y cultura digital, Ars Electronica (aec.at), el sitio web de arte vanguardista ubu.com, el estudio de artistas visuales de Mar Canet y Varvara Guljajeva (varvarag), el grupo japonés TeamLab, o Arts.cern, el proyecto artístico del acelerador de partículas de Ginebra que dirige Mónica Bello. El taller finalizó con otra sesión práctica sobre el arte post-Internet y la inmaterialidad del arte digital.
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21 giugno 2018