El presidente de la Fundación César Manrique, José Juan Ramírez, abrió el acto de presentación del libro Mi Teguise, una recopilación de crónicas de Leandro Perdomo escritas entre 1971 y 1993. Expresó la consideración de la FCM hacia la figura de este escritor “imprescindible” por su contribución Continue reading Gómez Aguilera reúne en Mi Teguise las crónicas de la Villa de Leandro Perdomo, “un juglar que escribía”
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Jorge Riechmann: “Las élites han decidido ya el exterminio de la mayor parte de la humanidad”
Jorge Riechmann presentó en la sala José Saramago su último libro, Grafitis para neandertales, un “libro híbrido”, según dijo el propio autor, y un libro “coral” porque recoge muchas voces distintas “y algunas son del tapiz manriqueño”. Aseguró que por sus páginas pasan el propio César Manrique, Fernando Gómez Aguilera, y José Saramago. Señaló que, aunque durante el proceso de escritura no podía prever que haría la primera presentación en la Fundación César Manrique, “quizás no sea tan casual y arbitrario”.
El libro es híbrido porque reúne poemas y reflexiones, algunas de ellas nacidas como tuits, como “microrreflexiones aforísticas”. Esas piezas están dentro de un género amplio que se ha llamado “poesía para los que no leen poesía”, que puede remontarse a la antipoesía de Nicanor Parra y que nace para llegar a un público más amplio “porque no es tan extenso ese grupo de personas que no pueden vivir sin la poesía”. La voz que narra el libro es la de Ñor, una especie de monje taoísta que, según el autor, no llega a ser un heterónimo porque no están tan distanciados.
Grafitis para neandertales también es un libro “seco”, principalmente porque trata “asuntos tremendos”, pero no contrapone la razón, a la emoción o la intuición. Incluye, eso sí, una sección tan atípica para un libro de poesía como una sección de notas y tiene, además, cierta vocación didáctica.
La mayor parte de la presentación consistió en la lectura de fragmentos del libro, de esos asuntos tremendos de los que habló el autor, que partió en su lectura de la imagen de la casa ardiendo, de actualidad ahora por la activista Greta Thunberg pero que “se trata de una imagen clásica del budismo”. En sus poemas, Riechmann habló de la crisis ecosocial, de organizar la movilización del pesimismo, de dar una posibilidad a la contemplación frente a la acción, de aprender a morir, de la vulnerabilidad del ser humano, del capitalismo como máquina del fin del mundo, de los derechos humanos, la thanatopolítica, Gaia y Thanatia, la ética, el desarrollo, el turismo sostenible como oxímoron, el antropoceno, el homo sapiens…
En el turno de preguntas, Riechmann dijo que, más que un arma, la poesía puede ser un camino, un conjunto de caminos “que serán fértiles si conseguimos abrir los ojos a esas dimensiones de la realidad ante las que permanecemos ciegos”. Y no solo se refirió a la poesía como artefacto verbal, sino a la poesía expandida, la que está en las situaciones, en las cosas o en los paisajes. “No valdrá para salir del atolladero, pero sí para vivir más dignamente”. Terminó hablando sobre la responsabilidad por el antropoceno, reconociendo la importancia de las responsabilidades diferenciadas pero también admitiendo un “problema antropológico de desequilibrio constitutivo”, y finalizó afirmando que “las élites han decidido ya el exterminio de la mayor parte de la humanidad”.
Kloc-Konkołowicz: “César Manrique es un artista pensador cuya filosofía es su obra”
Manrique y su proyecto Lanzarote ¿Una utopía realizada? es el último ensayo editado por la Fundación César Manrique. Su autor, el profesor de filosofía polaco Jakub Kloc-Konkolowicz lo presentó en Taro de Tahíche junto al director de la FCM, Fernando Gómez Aguilera y al traductor del libro, el también profesor de filosofía en la Universidad Carlos III, Antonio Gómez Ramos. Gómez Aguilera comenzó el acto afirmando que el proyecto de César Manrique surge de la “eterna esencia utópica de la Isla”, que como utopía es un proyecto colectivo y que su arte tiene un enfoque de futuro.
Gómez Ramos explicó que no conocía al autor cuando recibió el encargo de traducir el libro pero que dos semanas después coincidió con él en Finlandia en un congreso sobre Hegel. Dijo que se trata de un libro “serio, denso y original” porque pone a dialogar a un artista con la filosofía del siglo XX”. Kloc-Konkolowicz llegó a Lanzarote “y se dejó interpelar por la obra y el pensamiento de César Manrique”, se dejó impresionar por un paisaje y se puso a estudiar, aunque “Manrique, como cualquier artista, es un laberinto”. Para Gómez Ramos, éste es un libro de estética y filosofía social, “y no hay muchos libros así”, pero también es un libro realista sobre la utopía, “aunque suene raro”. En concreto, sobre la fragilidad de la utopía, que para Manrique era un deber.
El traductor abordó la globalizacion y la construcción de no lugares en destinos turísticos para hablar de que, en la Isla, a pesar de la desnudez de su paisaje, están presentes todos los problemas, incluido el de la posibilidad de emprender la última fase de la modernidad capitalista. En definitiva, “el destino moral y estético de la humanidad”. De la lectura del libro surgen preguntas como la manera de mirar la naturaleza, “que es una categoría social”. La originalidad de Kloc-Konkolowicz pero también de Manrique, para Gómez Ramos, es que saben que para entender la naturaleza hay que mirarla como al arte, “que es una promesa, la anticipación de un futuro”. Una pregunta difícil de responder que deja este libro (que apuesta por la reflexión) es la de cómo ser hoy turista de forma legítima, “porque lo más honesto sería quedarse en casa, pero por otro lado si nadie viene a Lanzarote, adiós Lanzarote”.
El autor del libro comenzó afirmando que “es un milagro haber podido editarlo”. Dijo que está fascinado por César Manrique e intentó contestar a varias preguntas, que lanzó él mismo. La primera es que cómo es posible que un polaco estudie la obra de César. La respuesta más sencilla, dijo, tendría que ver con la diferencia de clima, pero el hecho es que él trabaja sobre filosofía social y le fascinó que un artista tuviera como misión la de transformar el lugar donde nació. Para el profesor polaco, Manrique “es un pensador”. “Muchos pensadores creen en el arte como remedio social pero no lo llevan a cabo”, mientras que Manrique “es un artista pensador que filosofa cuando cuando crea, su filosofía es su obra”. Dijo que en el libro La palabra encendida, una compilación de textos escritos por César seleccionados por Gómez Aguilera, se puede comprobar el modelo de su pensamiento.
Otra pregunta es por qué escribió el libro en alemán. Lo eligió por la proximidad entre César y Adorno, porque cree que el pensamiento social de ambos está emparentado, por la teoría estética de Adorno. ¿Y qué resulta de este análisis, de este proyecto utópico relacionado con el hombre, el arte y la naturaleza? Pues que es una tarea para toda la comunidad porque César cree que el hombre está vinculado a la naturaleza, no por lo que es, sino por lo que hace y porque entendió el arte como la posibilidad de alargar el poder creativo de la naturaleza. En este caso, la utopía es una tarea para artistas, políticos y ciudadanos. En este punto se opone a Adorno, que veía la utopía solo como impulso. Para Kloc-Konkolowicz, la utopía solo puede realizarse si no se pierde el carácter único del lugar, si no se degrada por la globalización.
Llegaron las dos últimas preguntas, ambas sin una respuesta clara. ¿El proyecto fue un éxito o un fracaso? El autor deja esta pregunta sin respuesta porque se trata de una posición estética muy compleja difícil de interpretar. Y la última: ¿Este proyecto sirve para otros lugares, es universal? Parece que sí pero no está tan claro “porque necesita de un aislamiento”. Como autor del libro, Kloc-Konkolowicz quiere creer que tiene un sentido universal pero como estudioso del paisaje de Lanzarote, cree que la utopía solo se se puede dar en esta Isla.
Más información sobre la presentación del libro Manrique y su Proyecto Lanzarote
La FCM implanta audioguías en sus museos
La FCM implanta audioguías en sus museos con el propósito de enriquecer la experiencia de sus visitantes
La Fundación César Manrique (FCM) ha implantado dos audioguías gratuitas con contenido exhaustivo sobre la Casa del volcán, sede de la institución, en Taro de Tahíche, y la Casa del palmeral en Haría, última residencia del artista, con el objetivo de ofrecer una nueva herramienta a los turistas que mejore su experiencia en la visita a ambos museos. Estas dos guías sonoras, que han sido producidas por la FCM, coordinadas por la empresa especializada en servicios de audio Tachán Producciones y desarrolladas por Segeon en el marco del centenario del nacimiento de su fundador, están disponibles en cinco idiomas: español, inglés, alemán, francés e italiano y pueden descargarse gratuitamente a través de las plataformas Google Play Store y App Store.
Cada guía contiene información general y descripciones de objetos, obras de arte, así como vivencias de César Manrique que contribuirán a enriquecer el recorrido por estos dos espacios tan singulares como extraordinarios. Describen dos mundos mágicos e íntimos y muestran de manera complementaria tanto la forma de vivir del artista como su manera de relacionarse con el arte y la naturaleza.
La audioguía de la “Casa del volcán. Tahíche”, consta de 19 pistas que se concretan en: Bienvenida, biografía, Fundación César Manrique, Área de acogida. Escultura móvil, patio de entrada, salón, terraza, sala Espacios, tránsito al salón, antiguo dormitorio de César Manrique, acceso al nivel inferior, burbuja de la fuente, primer pasillo. Burbuja blanca, burbuja roja, piscina, burbuja negra. Burbuja amarilla, sala de pintura. Antiguo taller de César Manrique, jardín y mural y fin de la visita.
En cuanto a la “Casa del palmeral. Haría”, los usuarios de la audioguía dispondrán de 23 pistas: Bienvenida, biografía, Casa-Museo César Manrique, jardines, Pórtico, patio de entrada. Taquilla, patio de la galería, vestidor de invitados, vestíbulo, cuarto de estar, dormitorio y baño de César Manrique, del dormitorio al salón, cocina, chimenea y piano, ventanales y lámparas, comedor, piscina, dormitorio nuevo, pérgolas. Solarium, palmeral, entrada al taller, taller, salida del taller y fin de la visita.
A. Ravelo: “En Lanzarote hay muchas personas valientes que se han sacrificado para defender lo que es de todos”
El escritor Alexis Ravelo y el director de la Fundación Ceśar Manrique, Fernando Gómez Aguilera, conversaron en Taro de Tahíche, el 29 de mayo, sobre la última novela del primero, La ceguera del cangrejo, de la editorial Siruela, con una trama ambientada en Lanzarote y en la que aparece la figura de César Manrique.
Gómez Aguilera calificó al escritor como un “narrador genético” y una voz literaria consolidada, renovadora del género negro, aunque su calidad desborde ese género. Un escritor “auténtico” que coloca un fondo social en sus novelas, que ocurren en un mundo que gira en torno al deseo de justicia y que tiene preferencia por incomodar. Un “muy buen tipo” al que le indigna el fascismo disfrazado de democracia. Antes de empezar la charla, el director de la FCM advirtió que tenía serias dudas sobre si las novelas policiales se deben presentar… por no desvelar ningún detalle de la trama.
Ravelo avanzó que esta novela no existiría sin el apoyo de la Fundación y dijo que Lanzarote era la excusa perfecta para hablar de corrupción político económica y de desarrollismo. Explicó que le preocupaba la acogida del libro en Lanzarote, ya que “escribir sobre un sitio donde uno no ha pasado su infancia es complicado”.
Gómez Aguilera le preguntó por el estado de la novela de género en las islas y si hay materia para la novela sin caer en el costumbrismo. Ravelo contestó que “una novela es una visión especular de una porción del mundo” y que la novela negra es un vehículo idóneo, que casi tiene la obligación de ser realista: “Como dice Carlos Zanón, la novela negra es Pérez Galdós con dos hostias”. Citó a Antonio Lozano y Pepe Correa, dos autores canarios del género a los que no conocía inicialmente y que coinciden con él en que en Canarias hay un problema de delincuencia, pero no callejera. De hecho, explicó que se tuvieron que inventar delitos violentos para sus novelas, en las que hay más muertos de los que ocurren realmente durante un año en toda la provincia. “En mis novelas se mata mucho pero nadie se preocupa de enterrar a los muertos”. Lo que sí hay es violencia económica y corrupción, de “gente con corbata que hace dinero con lo que es de todos”. “El género negro es ideal para abordar este tipo de violencia”, señaló. Diferenció entre el género policíaco y el negro: en el primero importa quién es el asesino y en el segundo importa el por qué. Ravelo dijo que esta novela se acerca al género policíaco porque el muerto está al principio y hay una investigación. También abordaron el lenguaje que el autor incorpora a sus novelas, el lenguaje de la calle, el español hablado en Canarias.
El director de la FCM aseguró que La ceguera del cangrejo tiene, al menos cuatro capas: la intriga, César Manrique, el paisaje de la Isla y una capa simbólica. Para Ravelo, César era una metáfora perfecta con varios significados, aunque uno muy claro: César Manrique (y los que trabajaron con él) es Lanzarote porque convierte a la Isla en su mejor obra de arte. Para los autores canarios, en todo caso, el paisaje es fundamental.
Sobre el protagonista, Ángel Fuentes, el autor señaló que se sintió reflejado en él porque él mismo pudo acabar siendo Ángel Fuentes ya que también es de barrio proletario y en su casa no había un solo libro. El protagonista, durante la trama, hace un viaje físico pero también interior, hacia el mundo del arte.
La ausencia de esperanza social está de fondo en la novela como “una opción adaptativa”. “Dependemos los unos de los otros y cerrar los ojos ante la realidad es una manera de sobrevivir”. De ahí la metáfora sobre la ceguera a la que alude el título de la novela, que Ravelo no reprocha a nadie porque si su puesto de trabajo dependiera de tener que señalar a los corruptos, tendría que hacerse el loco. Dijo que no escribe contra las personas sino contra sus actos, describe acciones, aunque sea inevitable que haya personas que se sientan identificadas.
Gómez Aguilera introdujo dos leit motiv que cruzan el texto: que en Lanzarote todo está cerca y que todo está oculto. “Es mi impresión -dijo Ravelo- eso me quedó claro”. El paisaje no sólo es un espacio físico sino también social. Uno de los personajes distingue, en la Isla, entre los decentes y los indecentes: “Hay muchas personas valientes que se han sacrificado para defender lo que es de todos”, señaló el escritor, que también habló sobre el legado de César Manrique, que fue descubriendo poco a poco, ya que para él, César era “esa persona que salía en el Telecanarias, quejándose”. Sin embargó valoró que en Lanzarote, al contrario que los movimientos ecologistas en otros lugares, había un modelo positivo que oponer al desarrollismo.
Más información sobre la presentación de La ceguera del cangrejo
Exposición, Manifiesto y Mesa redonda
El pasado 30 de abril, en la Sala José Saramago de la Fundación César Manrique (FCM), en La Plazuela de Arrecife, se inauguró la exposición “César Manrique, palabra y compromiso: Al poder se le incomoda”. Así mismo, se presentó la edición del manifiesto del artista ¡Salvemos la isla de Lanzarote!, y a continuación tuvo lugar la mesa redonda “Canarias, del suelo al territorio (in)sostenible”.
“César Manrique, palabra y compromiso: Al poder se le incomoda” es una exposición sobre la dimensión activista del artista. Exhibe su perfil más social y político, la voz crítica de una conciencia alarmada en defensa del territorio de Lanzarote y de las Islas, a través de sus declaraciones y reivindicaciones planteadas en los medios de comunicación, sin filtros ni intermediaciones críticas.
El manifiesto ¡Salvar la isla de Lanzarote!, fue escrito y difundido por César Manrique en 1986. Recoge un grito de socorro por la isla en que nació y una llamada a la sensibilidad colectiva para proteger la isla de la ambición.
Lanzarote 1986-2019: del grito de César a la última llamada por la Ley del Suelo
Dentro del carácter complejo y poliédrico de César Manrique hay una faceta que ha calado en el imaginario de las islas, y es su dimensión de conciencia crítica. El director de la Fundación César Manrique, Fernando Gómez Aguilera, comenzó así, el día 30 de abril, la presentación de la exposición César Manrique, palabra y compromiso: al poder se le incomoda, que se puede ver en la Sala José Saramago: “César transita toda su obra entre dos polos: de la dimensión utópica a la distópica”. Es decir, del paradigma de lo que debía ser Lanzarote a lo que comenzó a convertirse a mitad de los años setenta. En esa época, el artista ya se da cuenta de que la cosas no iban a salir como las habían planeado “y la palabra de César se convierte en grito”.
La exposición recoge titulares de prensa y documentos que muestran la faceta más reivindicativa de César Manrique. Gómez Aguilera apuntó que la exposición se quiere convertir en un “instrumento de reflexión, diálogo y disputa de las políticas públicas” y que pretende servir para el debate de la cuestión territorial y del modelo turístico de Canarias. Recordó que ya en 1983 César advertía: “Nos estamos comportando como vándalos, la Naturaleza está llegando a sus límites y hace falta respeto al medio ambiente”. Su cultura estaba atravesada por la ética y se convirtió en el “líder de la indignación crítica”. La muestra es un documento o una exposición manifiesto que intenta reponer la memoria sin mediaciones, con la palabra directa. También es una herramienta “contra la desactivación del mensaje de César” en un momento en el que se repiten algunas circunstancias y polémicas similares.
Junto a la exposición se presentó la edición del Manifiesto Salvemos la isla de Lanzarote, redactado por César en 1986. Se le acusó entonces de querer manchar la imagen de la Isla por ir a leerlo a Madrid. Para el director de la FCM, esta dimensión de conciencia pública es la más relevante en el perfil de César Manrique, “le otorga la distinción de artista político en un hombre que no era político, pero sí sus practicas”.
Antes de la mesa redonda con la que se completó el acto, los asistentes pudieron ver un vídeo de Miguel G. Morales que incluye palabras de protesta e imágenes de César y de Lanzarote. Tras el vídeo, el periodista Saúl García hizo una breve introducción comparativa entre la situación de Lanzarote y de su industria turística en 1986, el año que se hizo el Manifiesto, y 2019. Faustino García Márquez fue el primero en intervenir. Habló del proceso y el recorrido histórico de regulación del territorio en Canarias como un “orden racional” y de cómo ha llegado la desregulación neoliberal con la Ley del Suelo: “En lugar de reparar las deficiencias de ese orden, decidió demolerlo”. Puso varios ejemplos anteriores a esta ley, como el PIO de Fuerteventura de 2001, las leyes de medidas urgentes y de armonización y la Ley de islas “antes” verdes, que ya comenzaron a liberalizar las actividades inmobiliarias, a reducir el control público, a permitir proyectos discrecionales y expandir el uso del suelo rústico. Señaló que esta última ley “olvida las determinaciones de capacidad de carga de otras leyes aún vigentes y advirtió que esa desregulación puede llegar al PIO de Lanzarote “si alguna vez se termina”. Durante su intervención comparó esta lucha por el territorio con los bandos de los vikingos, atacando, y los romanos resistiendo, pero acabó diciendo que los vikingos no vienen de fuera. “Somos nosotros los que no hemos sabido, podido o querido impedirlo”.
¿Podemos seguir creciendo?
La geógrafa Emma Pérez-Chacón planteó la cuestión de si podemos seguir creciendo de forma indefinida. Dijo que el debate entre población y recursos es muy antiguo, viene desde el siglo XVIII y que la mejor definición sobre la capacidad de carga fue pronunciada por César Manrique al advertir de que la Isla estaba traspasando “el umbral de la inquietud”. Ese umbral se traspasa cuando el paisaje se deteriora o cuando no somos capaces de metabolizar los residuos que generamos, entre otras cuestiones. Puso dos ejemplos, porque “este tipo de debate hay que llevarlo a lo concreto”. Los dos son trabajados de sus alumnos. Uno es sobre la capacidad de carga de Playa Francesa en La Graciosa. Después de varios cálculos, determinaron la capacidad real de carga de esa playa en 146 personas. Allí, a pesar de ser un lugar de especial conservación, fondean cada día varios catamaranes con unas 180 personas cada uno. “En determinadas épocas, Playa Francesa es un lugar de todo menos sostenible”, indicó Pérez-Chacón. Sólo con un catamarán ya se sobrepasa el umbral. El otro ejemplo es el contrario: cómo Famara pasó de tener dibujadas en el planeamiento 25.000 camas turísticas a tener sólo 740 gracias al PIO de 1991. “La Ley del Suelo prohíbe poner límites y sería interesante que el legislador hubiera estudiado un poco de historia”, aseguró Pérez-Chacón, que propuso que cada partido político manifieste qué planea para cada zona de la Isla porque “tenemos motivos para estar muy inquietos”.
Antonio Pérez se ocupó del reparto de los beneficios del turismo. Comenzó señalando que existe un tópico que afirma que el turismo es igual a prosperidad y que la fórmula para valorar el éxito está únicamente en función del número de turistas cuando debería valorarse en función de la mejora de la calidad de vida que obtienen sus habitantes. Canarias ha llegado a su récord con 16 millones de turistas pero el veinte por ciento de los contratos de trabajo en el Archipiélago tienen una duración de entre uno y tres días, casi el setenta por ciento son de menos de un mes y muchos de ellos no llegan las ocho horas. “Hay un proceso de precarización y empobrecimiento”. Lanzarote es una isla turística y tiene entre un 19 y un 20 por ciento de paro. La Palma no lo es y tiene alrededor de un 22 por ciento. Pérez señaló que a pesar de estos datos, la creación de empleo siempre es la excusa para plantear modificaciones a las leyes y aseguró que en Canarias, en realidad, la renta per capita ha bajado. “El incremento del beneficio para un grupo no supone que la gente de la Isla se beneficie, al contrario; la desregulación no favorece a los trabajadores sino a los especuladores”, concluyó.
Construcción colectiva
El último en intervenir fue Eugenio Reyes, que dijo que en cada uno de los asistentes al acto “hay un César” y que le gustaría que lo activaran. Puso sobre la mesa el mayor problema en el Planeta, el del cambio climático y afirmó que todo tiene un límite y ninguna ley puede decir que no los hay. “La calefacción es buena cuando hace frío pero a nadie se le ocurre ponerla a sesenta grados”, señaló. Por eso considera que la Ley del Suelo es una ley contra natura y profundizó en la idea de Pérez sobre el empobrecimiento señalando que desde 2009, por cada turista de más, en lugar de crearse empleo, se han destruido casi dos empleos y medio. “Estamos en un escenario de colapso y nos nos queda mucho tiempo”, aseguró. También habló de la huella ecológica y afirmnó que con el nivel de consumo en Canarias “necesitaríamos once planetas; estamos robando a las generaciones futuras los recursos para su vida”
Los cuatro ponentes tuvieron un último turno. Hablaron de decrecimiento como una necesidad y de pedir a los gobernantes que recapaciten y actúen, que hagan políticas con la vista puesta a largo plazo, que es el momento de redistribuir los beneficios y diversificar la economía. Pidieron que no prevalezca el proyecto sobre el plan, que se reactive El Guincho, que se cambie de rumbo, que se ponga el medio ambiente en un papel central en la política y que se actué con un compromiso ciudadano “y no sólo en campaña electoral sino trabajando en la discusión de las cuestiones públicas, en una construcción colectiva”.
Acceder al vídeo de la conferencia
La FCM presenta la programación del centenario de César Manrique
La FCM presenta la programación del centenario de César Manrique: el cometido más importante en sus 27 años de historia
La Fundación César Manrique (FCM) presentó, el 21 de marzo, en la sala José Saramago el programa de actos que ha organizado para el centenario del artista. Es una programación extensa, variada e inédita que va desde los actos más habituales, como mesas redondas, conferencias o presentaciones de libros y talleres, hasta conciertos, películas, vídeos o concursos, que se desarrollarán en todos en los ámbitos, desde el local hasta el internacional. El centenario comenzará el próximo 24 de abril con una fiesta en Taro de Tahíche y terminará el 24 de abril de 2020 con una declaración institucional sobre el presente y el futuro de la Isla.
El presidente de la FCM, José Juan Ramírez, señaló que la FCM tiene la “fortuna y la responsabilidad” de gestionar el legado del artista porque representa, por su “deseo inequívoco”, su voluntad. “La FCM no ha permitido ni va a permitir -dijo- la instrumentalización política ni la falsificación o deformación de su legado creativo, ecológico, ambiental, turístico, social y ético”, ni va a borrar la memoria de lo que fue César “porque resulte incómodo e incompatible con determinadas visiones de la realidad y ambiciones políticas”.
Afirmó que César representa, “guste o no”, una manera de entender y amar Lanzarote, alejada de la masificación, banalización y de la corrupción”. Dijo que quien pretenda falsear o devaluar su figura encontrará siempre “alerta y en posición antagonista, con toda la capacidad de influencia que pueda desplegar, a su Fundación” que tiene como norma de conducta dialogar y respetar pero que ni se casa con el poder ni necesita de los poderes públicos para ejercer su labor de vigilancia crítica.
Recordó que la FCM primero pidió consenso a las administraciones públicas para el centenario y después exigió respeto, ante el periodo preelectoral para afrontar los actos conmemorativos “para evitar la politización y la instrumentalización de su figura que se vería sometida a tensiones indeseables, como lamentablemente está sucediendo” y señaló que ese consenso debió comenzar con la propia Fundación, “pues es el camino mas lógico” para ampliarlo después a otros ámbitos. “Sin ese acuerdo inicial, poco camino posterior podía recorrerse y eso es lo que ha sucedido”.
Ramírez añadió que hay representantes públicos que lo han entendido y otros que han respondido “huyendo hacia adelante” como el grupo de gobierno del Cabildo con el respaldo del Gobierno de Canarias “con irresponsabilidad y falta de respeto” y apuntó que esas actitudes cierran el paso a cualquier entendimiento o colaboración. “Lamentamos el indeseable pero inevitable desencuentro que una vez más provoca que en Lanzarote no hayamos sabido estar a la altura de las circunstancias” pero recordó que no es nuevo porque a César, el Cabildo le negó por dos veces la declaración como Hijo predilecto y se tuvo que aprobar tres años después de su muerte.
“César estaría orgulloso”
Tras estas “aclaraciones”, señaló que los actos del centenario son el cometido más importante abordado por la FCM en sus 27 años de historia, una propuesta de actividades en calidad y cantidad calidad “como pocas veces se ha visto en Canarias”. “No nos cabe ninguna duda de que César estaría orgulloso”, dijo, por estos contenidos con el propósito de recordar su legado, “el más amable y el más incómodo” y con la única idea de homenajear a César “con fidelidad a su obra y a su actitud, vinculando su figura a Lanzarote, “porque no se puede entender la Isla sin César ni a César sin la Isla”.
Por su parte, el director de la FCM, Fernando Gómez Aguilera señaló que el paraguas bajo el que se han preparado estos actos es “el desafío inmediato del presente, una humanidad contemporánea del futuro”, en referencia a una frase que dijo César en 1970: “Yo soy un contemporáneo del futuro”. Dijo que la idea básica es que Lanzarote sea una fiesta de la cultura, del arte y la naturaleza y que se convierta en el polo cultural del país y de Canarias.
Los actos estarán dirigios a públicos muy distintos y se desarrollarán tanto en los espacios de la FCM como en los municipios o en el resto de islas. Se sustentan en César Manrique pero con una lectura contemporánea con materias que son motores de la sociedad, como la ciencia, el arte, la naturaleza, la gobernanza o la sostenibilidad. Aseguró que del legado de César pesa tanto la obra material como la conciencia y que el programa es “un diálogo con nuestro tiempo desde un mirada no acomodada”. “César debe estar al margen de las ambiciones y fuerzas de poder”, señaló.
La programación
Los actos comenzarán habitualmente a las 19:00 horas. Todas las actividades están confirmadas y son gratuitas. Para el centenario se ha diseñado una nueva identidad corporativa, realizada por Alberto Corazón, más un logo musical, mensajes para radios y televisión con palabras de César y un minisite en la web de la FCM donde se retransmitirán las actividades en streaming. La FCM, “por fin”, se incorpora a las redes sociales y ha elaborado cien contenidos específicos. En los dos muesos de la FCM habrá dos audioguías gratuitas en cinco idiomas.
Se han firmado varios convenios con medios de comunicación. En el ámbito local, con Radio Lanzarote para un concurso de microrrelatos y con Biosfera TV para un concurso, “Saber de César”. En otro ámbito, con TVE para cubrir los eventos y para estrenar una película sobre César realizada por Miguel G. Morales. También se han elaborado nuevos productos conmemorativos (treinta nuevos con cien modelos) y cinco cerámicas inéditas.
El director de la FCM, Fernando Gómez Aguilera mencionó las entidades colaboradoras, entre las que se encuentran Cabrera Medina, Binter, Canary Fly, Fred Olsen, Naviera Armas, Hiperdino, Ironman, Correos (que edita un sello y un matasellos conmemorativo), Renault Juan Toledo, Tirma, Deiland, Costa Martiánez, Grupo Spínola y entidades culturales como el CAAM, el CDAN de Huesca, la Universidad de La Laguna o el Instituto Cervantes, que hará un homenaje en Madrid y en varias sedes de Alemania, la Fundación José Saramago y la Escuela de arte Pancho Lasso, cuyos alumnos reproducirán dos murales.
Otra de las entidades colaboradoras es Aena. Gómez Aguilera dio las gracias al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por la celeridad en el cambio de nombre del aeropuerto, y reveló que se ha solicitado al Ayuntamiento de Teguise el cambio de nombre de la calle donde se encuentra la FCM para que pase a llamarse Taro de Tahíche.
Escolares
En el apartado educativo, la FCM espera recibir la visita de unos 3.000 escolares con el taller sobre la serie de la Fauna Atlántica. Habrá actividades lúdicas en los municipios, como talleres o cine y un concurso en todas las islas: “Ocho dibujos para Cesar”, así como otro para fotógrafos profesionales.
Se desarrollarán seis conferencias de reflexión sobre el artista, otras seis con el lema “Pensar sobre los límites de nuestro tiempo” y el ciclo “Saber de isla”, con investigadores locales. También intervendrán los escritores Manuel Vicent y Manuel Rivas y habrá encuentros con creadores emergentes en Canarias. Otro de los cursos abordará los costes económicos de la corrupción y la calidad de la democracia. Estará dirigido por Fernando Jiménez e intervendrán, entre otros, la fiscal anticorrupción Concepción Sabadell y los magistrados Antonio del Moral o Pablo Ruz.
Se celebrarán cursos sobre inteligencia artificial y sobre el antropoceno, dirigido por Fernando Prats y un ciclo de conversaciones dirigidas por Iñaki Gabilondo, con invitados como Sami Nair o Victoria Camps, así como otro sobre periodismo con Ignacio Escolar, Jesús Maraña, Josep Ramoneda u Olga Rodríguez, además de una conversación ente Juan Cruz y la directora de El País, Soledad Gallego-Díaz.
José Ramírez Cerdá
Los actos se completan con cinco mesas redondas: sobre el territorio, sobre cómo se trabajaba con César, “el César que conocimos”, “César en el contexto de la cultura canaria” y otra sobre su relación con José Ramírez Cerdá, de quién también se editará una pieza audiovisual y un libro. En los actos del centenario hay varios dedicados a la figura del que fue presidente del Cabildo de Lanzarote, José Ramírez Cerdá, cuyo centenario se cumple el próximo 15 de abril. Gómez Aguilera lanzó un reproche porque “no se ha oído ni una palabra” sobre ese centenario “y no será por falta de méritos”. Señaló que es una figura que genera unanimidad, que es una “negligencia inexplicable” y que el autoconocimiento histórico debe ser una exigencia. Dijo que quizá sea porque “recordarlo no proporciona tanto rédito político como hacerse fotos con la figura de César Manrique sin importar que se vea expuesto a tensiones inmerecidas”.
También habrá talleres sobre cine y paisaje, sobre literatura con Alexis Ravelo, de creación de objetos en 3D y actividades con formatos singulares como una performance literario-filosófica con el dúo Fernández y Fernández, además de una actividad de danza y percusión en la playa de Famara como homenaje a César.
La FCM ha preparado varias exposiciones: “César Manrique Lanzarote” se inaugurará el 8 de mayo y en ella se recupera un mural del aeropuerto que hace cincuenta años que no se ve, además de una muestra sobre sus ideas llamada “César Manrique, palabra y compromiso; al poder se le incomoda”, una instalación del artista Filip Custic, una exposición itinerante, otra llamada “César, un icono popular del Siglo XX” y otra de fotografía digital on line.
Música y libros
En el apartado de música habrá tres diálogos musicales con Benito Cabrera, un concierto de El Niño de Elche, un encuentro entre el rapero Arkano y el verseador Yeray Rodríguez, el dúo Fetén Fetén, un encuentro de repentistas latinoamericanos, otro de música popular con Acatife, Los Toledo y Los Campesinos, un disco de Toñín Corujo Quartet producido por la FCM, “El genio”, tres conciertos de música clásica y otro de Germán Díaz y Benxamín Otero.
Se va a editar una decena de publicaciones. Entre ellas, “Museopatías”, de Fernando Estévez, “Mi Teguise” de Leandro Perdomo, “César & Manrique, palabra en la calle”, que recopila la voz del artista “frente a intentos por vaciar sus ideas”, la novela negra “La ceguera del cangrejo”, de Alexis Ravelo, que transcurre en Lanzarote, “Pepín Ramírez, el hombre que convirtió a Manrique en César”, de Saúl García, y dos manifiestos escritos por César Manrique: “Salvemos la isla de Lanzarote” y “El arte también vive”. Por último, se proyectará el documental “El naufragio, treinta años de memoria sumergida”, de Nicolás Castellano, habrá un ciclo de cine medioambiental y uno de cine móvil ecológico y hasta un musical, un espectáculo de calle, la creación para niños “César Manrique. Rojo, negro, blanco”, doce piezas audiovisuales de entrevistas y una película del cineasta José Luis Guerín.